miércoles, 9 de noviembre de 2011

6 de noviembre 2011 MARXA DEL GARRAF 45km 3.214m desnivel acumulado



Fórmula mágica: agua2 + barro2 / velocidad

No era ninguna sorpresa que cuando sonó el despertador a las 03.30 escuchase que la lluvia que ya era habitual de días anteriores, estuviese cayendo con fuerza.
En fin, ningún problema, “equipación para lluvia”, con sueño incluido!
Cuando te estás preparando tantos meses para una prueba de 170km y 19.000m de desnivel en los Alpes, plantarle cara a una de 45km y 3.214 en las cercanías de Barcelona no era motivo de “miedo” por mucha previsión de agua que tuviésemos.
Había quedado con JoanA., y fuimos para allí con el resto. Con tantas capuchas fue difícil encontrarnos todos mientras recogíamos el dorsal o en la cola.
El margen de salida era de 06.00 a 06.30 pero teniendo en cuenta lo que llovía cuanto antes saliésemos mejor, además al poco de empezar el camino se estrecha y se forman tapones, y con lluvia y barro sería peor…

Así que pasados unos minutos de las 06.00 crucé el arco de salida, en principio habíamos dicho con Dolo de ir juntas y Vicente nos haría de liebre (un crack!!), pero me extrañó no verla, así que salí y pensé que seguro nos acabaríamos encontrando con un “boca a boca” entre todos.
Salí sola para tirar a un ritmo un poco más alto y fui avanzando gente, al principio buen camino, y no muy mojado pero enseguida se estrechó y empezaba la subida más larga de la carrera, cerca de 600 metros de desnivel positivo.
Iba avanzando a ritmo a trompicones porque en el momento que alguien se resbalaba o se le iba el pie, la cola se paraba, e intentar adelantar era un poco peligroso, prefería no arriesgarme a una torcedura, tampoco era una necesidad tan grande. Así que con paciencia fui haciendo, intentando concentrar la vista en el suelo, ya que no había riesgo de pérdida.
En un momento me pasó David de Diatlétic, qué ilusión verlo!!
Poco a poco el frontal dejó de ser necesario y la chaqueta Goretex cada vez lo era más…

En el primer tramo que la subida daba un respiro se notaba que las piedras deslizaban de lo lindo, ya se podían ver los primeros resbalones, pero el descanso fue efímero, enseguida volvíamos a continuar con la subida,  parecía que la cola se había alargado un poco y se podía avanzar un poco más ligero. El hecho que el día ya clareaba algo también hacía más fácil el intentar trotar algo en los tramos de medio subida hasta que volvía a inclinarse.
Evidentemente, la lluvia seguía a su ritmo, NON STOP.
Es la 4ª vez que hago esta carrera y no entiendo porqué, recordaba más corta la subida, no por el cansancio sinó por la pesadez del ritmo frenado y las condiciones del terreno.
En alguno de esos tramos de bajada que entrecortaban la subida, dónde incluso perdías el control de tus pies que se deslizaban a capricho del terreno, frené con impacto de tobillo-piedra, buffff…. Dolorrrrrrrr!!!pero bueno, no había tiempo para el dolor, medio cojeando seguí avanzando hasta que la cojera desapareció y sólo quedaba el dolor (que a día de hoy está todavía inflamado pero creo que no es nada), que se acentuaba con los obstáculos llamados “piedras”.
El viento soplaba con algo de fuerza y no favorecía en nada el avance.
Pero sabía que en algún momento u otro llegaría la recompensa!! Antes de nada, primer control y desayuno!!! Mmmm…. Bizcocho y donut!!!!!  Eso sí, lo cogí todo con las manos y ni paré, llevaba agua así que bajo la lluvia desayuné…
Genial, fuerzas recuperadas un tramo más de subida y ya estaba!!! Ahora ya podía correr y lo mejor, ver el marrrrrrr!!!
La famosa bola sobre la cuál giraríamos com eje... ;)
La carrera por fin se había estirado y podía disfrutar de camino ancho y sin nadie delante ni detrás!! Intenté sacar la cámara pero poca cosa, ni el clima ni las nubes facilitaban la tarea…

En el momento que llegaba al último tramo de la bajada, cuando el puerto queda a tocar de mano, pista con algo de piedras, me pasó Xavi, amigo de Dolo, y le pregunté por ella, resulta que se había dormido y me había llamado pero no lo había escuchado!! Pobre, vaya P…!! pero bueno, cosas que pasan!! A mí me ha pasado alguna vez (el despertador y yo estamos enfadados continuamente ;) ) pero por suerte nunca en una situación que me haya impedido ir a una prueba, pero al menos ésta era una prueba sin importancia, un entreno rápido y ya está.
Así que al saber que ya no vendría ya incrementé un poco el ritmo y por sensaciones!
En seguida llegué al control de la playa, qué raro!! De haber estado otros años con un espléndido sol y calor, ahora los voluntarios se refugiaban como podían en una carpa, así que igual que antes, cogí un bocadillo de queso, cargué un poco de agua, y salí con el bocadillo en la mano para ir dando bocados mientras empezaba de nuevo a subir.

Esta subida ya se hacía más liviana que la anterior, muy buenas sensaciones y a avanzar lo más rápido posible.

A ratos parecía que la lluvia iba a cesar pero de nuevo atacaba con fuerza, no tenía pinta de querer parar… a tramos el camino se ensanchaba y a ratos volvía a hacer minúsculo, hasta que de nuevo corta bajada para avanzar con rapidez!! Buena pista!!

Fue ahí dónde me crucé con Paco, me alegré muchísimo de que ya estuviese en ese tramo, significaba que la recuperación iba genial, me paré un rato a charlar con él y seguí.
Algún sube y baja, otra subida pero corta, y de nuevo control, aquí lo mismo, ni parar, llené bidón, unos cuántos frutos secos en la boca, en una mano un par de trozos de manzanas, en la otra unas chuches y salí pitando. La verdad que es de agradecer la faena de los voluntarios en días así, con lluvia y temperaturas no muy agradables.

De nuevo bajada, sube y baja, y subida, monótono, poco singular, iba de pensamiento en pensamiento entrecortado por el agua que me salpicaba en la cara a pesar de la gorra.
Por mucho Gore-Tex que llevases el agua acaba filtrando algo, a parte del “micro-clima” que se crea dentro de la chaqueta… A ratos tenía algún escalofrío, sobretodo en bajada y cuando cogías alguna ráfaga de viento, suerte del BUFF polar que nunca falla en días así.
La sensación de ir con gorra y capucha, o simplemente con capucha, “te aisla del mundo” porque pierdes algo de recepción sonora y vas más evadido de lo que sucede a tu alrededor, cuesta percibir los sonidos, y psicológicamente también agobia un poco la sensación.
De repente llegué al control 4, “el de la butifarra”, manjar apreciado por muchos participantes, no es el mío, jeje… Así que muy contenta que hubiese la opción “queso”. En una mano bocadillo y en la otra un par de trozos de manzana y a seguir!!
Ahora tocaba una subida de unos 300m con alguna bajada pequeña en  medio.

A partir de aquí, no sé si por el tipo de terreno o por las horas que llevaba lloviendo, pero el barro sería todavía más presente, igual que los enormes charcos que abarcaban el camino de margen a margen, además de bajadas y subidas de tobogán.

La primera parte me tocó hacerla con tapón, no soy de las que me gusta presionar a los que van más lentos que yo porque entiendo que lo pasan mal, así que siempre espero a que me cedan pasar o a que el camino se ensanche un poco para colarme por algún agujero. Pero aquí hasta la primera minibajada me tocó aguantar para pasar.
A partir de ahí ya intenté correr/trotar lo que las condiciones del terreno y mis habilidades me permitían, sobretodo con cuidado de no resbalarme .

Una vez llegado al punto más alto tocaba bajar. Si de por sí no me apasionan las bajadas complicadas, hoy era el día menos indicado…
De nuevo la bola mágica... como "la bola de cristal"... ;)

Eso sí, bajé más rápido de lo que pensaba. Íbamos corredores salteados durante la bajada y podías ver en perspectiva bastantes resbalones, hasta que yo tuve un “amago” de resbalón dónde no llegué a poner el culo en el suelo pero si el sacro en una piedra y bufff, dolorrr de nuevo pero mucho menor que el tobillo, fue un impacto menos “potente”.

Y intentando afrontar con “positividad” la bajada sin rallarme  mucho, llegué al control 5 pero aquí no cogí nada, un trozo de manzana sólo, porque sólo tenían bocadillos y no me apetecía.
 A partir de aquí se juntaba mi recorrido con el de la gente que hacía la opción de 21. Así que entre que había grupos de gente más aficionada y los caminos estaban impracticables, en algunos tramos costaba mucho avanzar. Pero ya era el final, apenas quedaban 6 quilómetros de lluvia, barro y charcos.
Come on!! A intentar no escuchar la lluvia que seguía “mojando” y a ir gestionando el barro. Me crucé gente bastante mayor y me alegraba ver que con esa edad todavía están dispuestos a ponerse la ropa de montaña para hacer 21km y disfrutar de ello.
Y justo al llegar a la pista vi de lejos a Paco que me había pasado en una bajada (es un crack bajando!!!) y ya llegué al último control con él, y Pedro, que también estaba tocado de la rodilla, comimos también algo rápido (frutos secos y chuches), y los dejé atrás y ya tiré, menos de 3km por pista y luego asfalto, pasando por una urbanización de esas que hubiese aceptado vivir en cualquier casa! ;)
3, 2, 1… entraba en meta, en la última meta de la temporada 2011 de marchas de montaña! Para ilusión allí estaba el Presi con Marta y otros compis.

Cada vez que cruzo esta meta intuyo que el año se acaba, que han sido muchos quilómetros, experiencias, sensaciones… Este próximo fin de semana en el País Basco cierro la persiana de KM’S TEMPORADA 2011.

Pd. La meteo condicionó a la calidad y falta de fotos… L

2 comentarios:

  1. "Una prueba sin importancia, un entreno rápido y ya está..." Total: 45 kmts y tresmil y pico metros de desnivel... ¡¡Jo Bea!! Cómo te pasas ¿no? Menuda fiera estás hecha, supongo que este año te has comido todas las marchas de resistencia del calendario ¿no? Lo del próximo domingo será un paseo dominical (valga la rebuznancia), pero espero que lo pasemos tan bien como una cuadrilla de locos desataos en zapatillas, je, je... ¡¡Nos vemos!!

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  2. Que mala suerte con el tiempo,una carrera casi acuatica,pero ya se acaba la temporada y habra mucho que contar,ahora ha por la ultima que sera casi un paseo

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Everest Base Camp (September 2012)