lunes, 2 de septiembre de 2019

27 julio - 20 agosto 2019 Cima Pico Lenin (7.134m), en Kirguistán

He podido viajar a muchos sitios con objetivos deportivos chulos y como siempre digo, la primera aventura es como siempre que yo y mi maleta lleguemos al destino a la vez y en la fecha prevista

Me han pasado mil aventurillas en aeropuertos y viajes y esta vez no iba a ser menos. La compañía con la que volaba a Bishkek vía Istanbul (Turkish Airlines), una muy buena compañía, estaba afectada por la huelga convocada por Iberia (lamentablemente típico de cada verano) del personal de tierra durante 27-28 de julio (yo volaba el 28) desde Barcelona. 

Muchos nervios los días antes porqué Vueling había anulado ya muchos vuelos, y a mi hermana que volaba el 27 con otra compañía, vuelo anulado 1 horas antes de salir.
Me dijo un amigo que trabajaba en el aeropuerto que podía ser que los equipajes llegasen más tarde, en mi caso algo muy negativo, necesitaba todo lo que llevaba en mi petate para conseguir mi próximo sueño, subir el pico Lenin, en la cordillera del Pamir, de 7.134m.

Como en las otras expediciones, iba con todo organizado por Aragón Aventura, con un guía de ésta misma empresa, y otro guía local, lo prefería así por si alguien se encontraba mal, poder darse la vuelta y que el resto del grupo no se viese afectado, y por seguridad en la montaña. Inicialmente teníamos que ser 5 y los 2 guías, y al final Luis (con quién organizé todo) e Inés no pudieron venir, con lo cuál nos fuímos Carol y Andrés (una pareja que conocí el año pasado en la expedición del Elbrus), Bernabé como guía de Aragón Aventura, y yo. Al guía local lo conoceríamos allí, Valeri.

Todos volaban desde Madrid, menos yo, que volaba desde Barcelona, y nos veíamos todos en Istanbul para volar a Bishkek. Llegué 4 horas antes al aeropuerto con los nervios que la huelga no me afectase. Al final tuve suerte y el avión salió sólo media hora antes. Fue un poco agobiante porqué no me gestioné yo el vuelo y me tocó en Barcelona-Istanbul en medio de 4 personas, qué agobio... Pero me puse peli e intenté no pensar jeje
Llegué a Istanbul on time con más de cinco horas de escala así que genial, y no me aburrí, tiempo para todo :D
Ellos tuvieron retraso y llegaron justos pero genial vernos todos, y gran sorpresa que venía otra pareja más super maja, Carlos y Carmen, grandes montañeros y con amigos en común.

Y aquí empieza mi diario de la expedición:

29 julio

De allí ya volamos todos para Bishkek, llegamos a primera hora de la mañana con todo el día por delante. 
Antes de salir del aeropuerto, nos dieron la información de la agencia que nos organizaba todo allí (Ak-Shau Travel), y aprovechamos a pagar el sobrepeso de equipaje para el día siguiente volar a Osh.
Fuímos al hotel a dejar el equipaje. Hacía un calor de locura, parecía una ciudad muy desolada a medio hacer pero por la tarde al ir moviéndonos ya vimos más movimiento y que realmente era una ciudad chula.




Un poco de turismo, comprar algo en el supermercado, cena, y al día siguiente vuelo para Osh.


30 julio

A las 5am nos recogía un transfer para volar al aeropuerto de Osh y allí nos esperaba un transfer que nos llevaría al Campamento Base.






Un transfer sencillo nos llevó durante 7 horas a través de carreteras sube-baja finalizando los últimos 30km en algo así como una pista forestal pero en versión montaña rusa de un parque de atracciones. Al mediodía nos paró en una casa particular que se era un restaurante a comer comida típica.





Y luego parada en el emblemático arco de entrada al parque para hacer alguna foto, además de alguna otra parada para comprar algo de comer/beber, ir al lavabo, etc.





Y por fin llegamos al campo, qué emoción!! Tiendas de campaña amarillas super chulas con vistas al objetivo de esta aventura, el pico Lenin, 7.134m.
Además de la tienda comedor, la tienda de los jefes de campo, servicio médico, duchas, depósito, y hasta sauna!
Nos repartieron en tiendas, nos asignaron a nuestro guía (Valeri, para Carol, Andrés y yo, además de Bernabé Aguirre, como guía de Aragón Aventura. En el otro grupo habían Carmen, Carlos, Pedro García, Pedro (de Palma), Jesús (de Madrid), Jesús (de Valencia), y Jaime, con 3 guías: Lucy, Rhinnad y Angy.
El ambiente en el campamento era genial, mucha gente para cumplir el mismo objetivo.

Campo 1

31 de julio

Primer día despertándonos con vistas al Lenin. Empezábamos a aclimatar, a coger sensaciones. 
El Campo Base estaba a 3.600 y subimos a un collado a unos 4.000m, buenas sensaciones aunque se notaba la altura.



La comida en el Campo Base era genial, había fruta, verdura... Un lujo!! En cada tienda de campaña había un enchufe para una lámpara que había o para cargar el móvil o lo que fuese.
Valeri tenía pinta de ser un muy buen guía de montaña, todo lo que sabía de historia era un gran plus.

1 agosto

Hoy ya subimos a un collado un poco más alto, nos quedamos en el “Valle de las cebollas”, y de camino visitamos el monumento en homenaje a las víctimas de la tragedia de 1990, dónde estuvo mi amigo Jordi Canals.




De momento todo genial! La gente del staff era muy amable y había muy buen rollo con todos los grupo. De momento la previsión del tiempo era genial. Días de mucho calor y tarde ya refrescaba como a las mañanas, y noches de frío.
Aprovechamos para darnos una ducha caliente, un gran placer!
Preparamos todo para salir mañana para el Campo 1 (4.400m)


2 de agosto

El día empieza con frío y lluvia, desayunamos a las 7h
Pesamos los petates (el mío 24kg) para que los suban los porteadores al Campo 1 y lo que sabemos que no vamos a utilizar se queda en un depósito en el Campo Base.
Vamos subiendo a un paso tranquilo, al llegar a lo alto del collado donde descansamos se divisa una vista increíble del glaciar y empezamos a avanzar por un sendero estrecho que parece infinito y casi ya no lo dejamos hasta el Campamento 1. 
Curioso e impresionante ver como los caballos pasaban con nuestros petates por ese camino.






Llegamos al Campo 1 en 3h50, nos dieron tiendas muy chulas e individuales.



El Campo estaba a tope de gente, la comida ya no era buffet como en Campo 1 pero se comía muy bien, y aunque pareciese increíble seguía habiendo wifi (abajo valía 2$/h y aquí 5$)

Al llegar al mediodía para comer hacía muhísimo calor, tanto que echaba de menos no haber cogido una camiseta de manga corta. A la tarde/noche en cambio se puso a nevar y empezó a hacer mucho frío. Geniales casualidades de la vida tuvimos la oportunidad de conocer a Carlos Soria que había hecho cima junto con Pedro, presidente de Peñalara, y Javier Garrido. Además de Javier Camacho y sus amigos que también habían hecho cima.
Todos los que hacían cima nos daban el mismo mensaje: las grietas del Campo 1 al Campo 2 estabán fatal...




3 de agosto
El día amanecía muy frío pero genial, cielo azul.
Subimos a aclimatar a un pico de 5.100m (Yukhin Peak) y aunque me costó un poco la subida, bastantes buenas sensaciones ya aunque acusaba el cansancio que me provoca la menstruación los días antes. Nos pusimos ya las botas de altura para "aclimatarnos"... ;P
En la última parte de la subida ya pisamos nieve pero sin crampones. La bajada ya por otro sitio “a saco” muy divertida y en nada abajo.






A pesar del calor de la mañana, por la tarde volvía a llover y nevar.


4 agosto

Hoy un día “más light” que aprovechamos para hacer prácticas en el glaciar. Por la tarde ya a preparar todo el material para Campo 2 (5.300m) y 3, seleccionar que se habían de llevar los porteadores, y coger la comida, ya que los Campos 2 y 3 dependían de nosotros.

5 agosto

Y ya llegó el día de pasar por primera vez por las grietas. Salimos a las 4am después de la salida de la carrera que se celebraba que consistía en subir del C1 a cima.
No hacía mucho frío. Al llegar al glaciar nos encordamos los 5. Había grietas enormes. Cuando ví como funcionaba la cordada yendo 5 y el estado del terreno, le dije a Bernabé que no quería ir encordada a 4 más y entonces nos separamos en dos cordadas: Valeri con Carol y Andrés, y yo con Berna.




Realmente fue una subida muy dura, toda de nieve y sorteando grietas peligrosas. Había incluso una grieta equipada con una escalera. Fuímos haciendo paradas, a medida que el día despertaba empezaba a hacer mucho calor.



Qué ilusión me hizo cruzarnos con el otro grupete de españoles que ya bajaba. Después de tantos días juntos al separarnos se les echaba de menos, sobretodo las charlas con Carmen y las risas con Pedro.

Finalmente a lo lejos se divisaba el campo 2 encima de un glaciar ladeado, ya nos habian advertido que no era nada cómodo. Llegué  muy agotada al Campo 2 sobretodo por el fuerte calor que hacía, igual que Andrés, que nos sentamos los dos casi a la entrada del campo esperado que se repartiesen las tiendas.

Campo 2

Campo 2



Me quedé muy sorprendida. Estaban todas las tiendas montadas de lado y mucha basura por el suelo y un calor insoportable, por eso le llamaban "la sartén"...
Dentro de todo mi tienda no estaba del todo mal. La zona de WC estaba fatal, a parte de que para llegar habías de llegar con piolets o palos, estaba muy sucio. Era un espacio pequeño.
Yo me encontraba con un poco de naúseas y poca hambre. La calor del mediodía/tarde no ayudaba mucho. Costaba muucho pasar las horas.

Pasando las horas en el Campo 2

El campo estaba a tope. 
De repente ví a Andrés reaccionando raro, no tenía sentido, parecía que estuviese borracho... Rápidamente los encargados del campo se dieron cuenta y fueron a hablar con Carol y Berna.
Antes de las 19h ya estaba en la tienda para dormir, de esos días y momentos que sólo quieres estar tumbada.

6 agosto
Nos despertamos para subir al Campo 3 (6.100m). Aquí las tiendas eran mucho más pequeñas y se creaba condensación dentro de la tienda a pesar de haber dejado un poco abierto durante la noche, con lo cuál el saco estaba medio humedo, además del resto de material. El suelo de la tienda también traspasaba y aunque intenté cubrirlo bien con el aislante y el colchón infable, había de vigilar para no mojar más el saco.
Estaba todo con nieve fresca pero día radiante. Vino Bernabé a mi tienda para decirme que Andrés no se encontraba bien y que se bajaban los 3: Bernabé, Carol y Andrés y que yo seguía el plan previsto de subir al Campo 3 con el guía local, Valeri.
Mis sensaciones el día anterior entre el cansancio y poca hambre no habían sido muy buenas y tampoco tenía ganas de desayunar pero me forcé a comer unos pocos de cereales y para arriba.
Teníamos casi 1000 metros positivos y a esa altura se notaban ya.

Subiendo al Campo 3


Pero a pesar que me costaba fuí haciendo. Subía mucha gente ya que para el 7 de agosto había ventana de buen tiempo, incluso había gente con esquís.
Valeri se adaptó a mi ritmo y fuímos muy bien.

Subiendo al Campo 3

La última pala de unos 350m fue una locura de esfuerzo, por suerte lo fue para todos porqué el zig-zag a penas se movía. Con Valeri decidimos estrategia: cada 25-30 pasos descanso. Había tanta inclinación que subía de lado.
Y por fin lo logramos, en la cima estaba Campo 3 (6.100m), a pesar de la altura hacía calor, muy sorprendente, aunque imaginé como pasó en Campo 2 que al irse el sol se giraría un frío inhumano. Estaba contenta porqué dentro de todo me había encontrado bastante bien.

Campo 3


Descansamos un rato y dejamos la mochila en la tienda de amigos guías de Valeri y nos fuímos a la cima real, que estaba a unos 15 minutos.


Al volver un rato más de descanso como dijo Valeri para aclimatar y ya bajamos. La verdad que este campo era muy chulo
Como la nieve estaba en condiciones geniales en poco más de 1h estábamos abajo
Feliz por haberlo conseguido!
Estaba ko y sin nada de ganas de comer de lo que tenía.
Volvía a hacer un calor horrible, eran las 15.15h y me quedé medio dormida, Valeri me trajo algo de agua hervida.
Volvió de nuevo a empezar a nevar, y hacía un frío...
Y a las 19h aprox dejé el libro porqué ya se me estaban cerrando los ojos, y a dormir.

7 agosto

Había quedado con Valeri a las 6h para bajar Campo 1, y llegar finalmente al Campo Base.
A las 5.15h en pie, un frío...  Al medio abrir la puerta de la tienda había nevado bastante
Y mucha escarcha en la tienda, como me costaba “hacer las tareas”...
Seguía sin hambre y me obligué a comer una magdalena que llevaba de Kellogs
A las 6h vino Valeri que tenía cosas que hacer, tuve que esperar en la tienda, hacía un frío... Total que salimos 7.20h aprox
Cielo radiante con sol que ya empezaba a calentar un poco.
Las subidas costaban, bajadas bien, y con la ilusión de llegar C1 y CB luego: ducha, comer fruta, dormir plano, hablar con mi família y mi chico... En fin, pequeños grandes placeres
Sabía que venía una parte que me gustaba cero: las grietas. Habías de ir con muuuucho cuidado. Algunas equipadas con cuerdas fijas y escaleras. Por suerte al ser pronto por la mañana estaban mejor.
Corazón encogido y máxima atención para dar esos saltos que sabes que has de alargar la pierna y sólo tienes una oportunidad, no puedes fallar.
Fue una alegría cruzarmos con el otro grupete de españoles que subían para el Campo 2. Echaba de menos las charlas con Carmen y Carlos, y el humor de Pedro.
Y después de la tensión, el calor que hacía y el cansancio, llegamos al glaciar. Descansamos y Valeri me dijo que quedaba una hora hasta el Campo Base. Iba por el glaciar en modo automático, seguía el paso de Valeri sin pensar, qué calor, qué agotamiento... Y al salir del glaciar, media hora más por piedra, sube y baja y de repente vimos a Bernabé que nos estaba esperando rato antes del campamento, me cogió la mochila y ya nos estuvimos poniendo al día. Nos contó que Andrés y Carol se bajaron la noche antes a las 23.30h en caballo hasta el Campo Base y de ahí en coche hasta Osh para ir al hospital y estaba esperando noticias.
Llegamos al Campo 1, nos quitamos material alpinismo, botas y ropa de abrigo y lo pusimos todo a secar. Recuperamos nuestro petate para cambiarmos. Bernabé nos invitó a Coca Cola y Sprite, me lavé cara con agua helada, y un rato de placer a la sombra. Comimos (por fin con hambre y la ilusión de ver fruta). Hicimos mochila de nuevo, guardamos material de altura y dejamos de nuevo el petate allí en depósito y los 3 para abajo con un calor asfixiante.
El río al ser por la tarde pasaba con mucha agua y por 250 soms había un chico de allí que te cruzaba a caballo. Yo creo que descalzándote se podía pasar pero era un riesgo caer y mojar saco de dormir y también soy de las que piensan que has de dejar dinero allí donde vayas como agradecimiento a la gente autóctona y humilde del lugar y que hacen lo que pueden para ganarse la vida.

Cruzando el río en caballo :)



Y ya hicimos el resto del camino por el sendero largo y precioso pero literalmente estrechísimo donde si se te va el pie te vas por la pendiente bastantes metros. Vistas increíbles con la luz de la tarde.
Luego una última y larga subida que se hacía una eternidad pero que Bernabé me marcó el paso y me fue genial para no defallir.
Y ya última bajada por sendero de alta montaña y hierba hasta el punto donde nos recogía camión militar de más 40 años con un hombre simpatiquísimo que nos llevó al Campo Base. Qué alegría ducha, buena cena, dormir bien...

8 de agosto

Después de dormir casi 9 horas, buen desayuno, risas, lavar ropa, gestionar el envío de petates de Carol y Andrés para Osh... Andrés había tenido un tipo de edema cerebral o ictus leve pero estaba bien aunque había de estar 3-4 días en el hospital (qué importante es tramitar previamente el seguro de la federación!).
Día de tranquilidad, comer bien, organizar todo, wifi para hablar con família, mi chico, amigos, y volver un poco a la realidad jeje... Teníamos que irnos para Campo 1 para ataque a cima el día 10 y quedarmos aquí 2 días de relax pero al final venía malo y Valeri nos dijo que teníamos que reducir el descando a 1 día y aprovechar la ventana de tiempo del 12 de agosto, única oportunidad, porqué a partir del 13 fatal, y antes no nos daba tiempo. Qué rabia porqué estos días estaba haciendo un tiempo espectacular, pero así es la montaña. Igualmente, la previsión podía cambiar para bien o para mal.
Así que a hacer mochila de nuevo y para arriba, se acabaron las “comodidades” ;)


9 de agosto

Después de dormir genial y un buen desayuno, dejamos el material que no necesitamos en el depósito y subimos de nuevo al Campo 1, ya con mejores sensaciones :)
Al llegar, la meteo a diferencia de la otra vez, no era muy buena: llovía, hacía frío... De momento la previsión de tiempo segía igual, teníamos una única ventana para el día 12de agosto de “medio buen tiempo”.
Mañana a las 4am salíamos para el Campo 2 Bernabé, Valeri y yo
Hoy al llegar al Campo 1 nos hemos juntado con el otro grupo, qué ilusión! Ellos bajabam del Campo 2 y nos dijeron que grietas fatal. A ver qué nos encontramos mañana...

10 agosto

A las 2h sonaba el despertador, 2.15h salía del saco, 2.50h llevaba petate al depósito y a las 3h desayunando. Dientes, arnés... 3.45h salíamos ya para arriba.
Por suerte, las precipitaciones de la tarde anterior habían remitido, y se presumía cielo estrellado y poco frío. Aunque parecía que no había mucha gente en el campamento, se empezaron a ver muchos frontales. Pasamos el glaciar y ya antes de empezar la pala, no colocamos crampones y nos encordamos, había bastante gente. Y al ir subiendo lo mismo. Todo y que la temperatura no era baja, el viento era bastante frío. Empezaba la zona de grietas complicadas, suerte que al ser pronto por la mañana eso hacía que estuviesen un poco mejor.
Él ir yo sola con dos guías era un gran plus de seguridad.
Muy contenta porqué las sensaciones eran mucho más buenas que la primera vez. Lo único pesado fueron los últimos dos quilómetros con un calor horrible, y el remate final, el terreno del campamento encima de la morrena, que te vas resbalando, y ver la basura que estaba por todos los lados. Por suerte, sólo era una noche.
Y me dieron una tienda muy sucia, hasta con un paquete de salchichas medio abierto, y rota la parte de abajo. Suerte que al final pude cambiar de tienda.
Era muy pronto todavía, apenas las 11h de la mañana. Así que dormí hasta las 15h y luego ya comí algo. Y las tareas típicas: ir a buscar agua, intentar llegar al lavabo con los palos... Y a acabar de preparar todo para mañana, nos íbamos para el Campo 3.
Por suerte, mejores sensaciones que la otra vez, aunque sin poder evitar los nervios de pensar en la cima, si tendremos buena meteo, cómo me encontraré, si nos dará tiempo de llegar o tendremos que darnos la vuelta....

11 agosto

Dejamos Campo 2 (genial! Porqué la suciedad de este campo no lo hacen nada acogedor), y para el Campo 3 con Valeri y Berna.

Despertar en el Campo 2

Y esta subida al Campo 3 (6.100m) que el otro día se me hizo bastante “fácil”, hoy me había resultado dura, me faltaban las fuerzas.
Me preocupé bastante porqué el día siguiente era “día de cima”. Para alimentar mis ánimos sólo me faltaba saber que este mismo día había muerto de infarto un esquiador belga del grupo que nos cruzamos días antes.
El Campo 3 era muy bonito, encima de la nieve. Y aunque el suelo de la tienda estaba mojado, más o menos te apañabas con el aislante y colchón para no mojar el saco.
A dormir pronto porqué despertador sonaba a las 00.45.

Berna deshaciendo nieve para tener agua para beber y comer,
una tarea nada fácil a esa altura y condiciones meteorológicas

12 agosto

Y ya había llegado “el gran día”. Era el principal objetivo de haber venido a Kirguistán. Aunque si por razones de meteo o sensaciones o condiciones del terreno nos teníamos que dar la vuelta, sin problema! Volver a casa era siempre el principal objetivo.
Qué pereza salir del saco y con el frío que hacía. Después de los 15 minutos que siempre me doy, intenté ya luego darme vidilla.
Qué frío al salir de la tienda. Las típicas tareas de crampones y demás que hacen que te quedes helado, sobretodo las manos. Pero a pesar del viento que soplaba y los copos de nieve, no hacía “mucho” frío.
Tenía nervios como si fuese una carrera
3, 2, 1... Y a las 2am salimos Valeri y yo, por suerte no tenía mucho frío. Sólo llevaba en el estómago un Nesquik y una tortita de arroz, no me entraba nada más. Subida larga con más alpinistas que como nosotros querían aprovechar esta ventana de “buen tiempo”. Subida larga, no se acababa nunca. Izquierda, derecha, hielo, roca... Intentaba seguir el paso de Valeri. Y llegamos al “plateau” dónde Valeri me había explicado como el primer de los puntos duros/claves de la ascensión. Muchísimo viento, en la previsión decía 20-25 y realmente fueron 40/50. Y fuí avanzando agotada, me faltaban las fuerzas hasta que llegamos al “segundo” punto duo/clave que Valeri me había advertido: el cuchillo. Una pala de nieve de unos 400m con tanta inclinación que la parte final está equipada con cuerdas. Me veía incapaz, estaba ko. Por un momento el cúmulo de cosas me hicieron tomar una decisión que hacía rato que me rondaba: le dije a Valeri que nos dábamos la vuelta aunque sabía que me arrepentiría. Y Valeri me respondió que si subía el cuchillo tenía la cima, y de repente reaccioné y dije ok, a intentarlo! Me costó la vida, Valeri me aseguró y yo fuí subiendo como podía, y superado!
Después de ésto Valeri me dijo que quedaban unas 3 horas y fui haciendo, iba agotada pero confiaba en Valeri y también recordaba los consejos y experiencia de lo que nos había explicado Carlos Soria y su equipo hacía unos días.
Aunque hacía frío y continuaba el viento, el cielo era radiante y paisajes espectaculares, aunque yo era incapaz de sacar la cámara de fotos.
Valeri me decía que íbamos muy bien de tiempo y eso me alegraba mucho y me daba energía.
A nivel de diabetes no fue un gran día porqué el Dexcom dejó de funcionar y el glucómetro a esas altura no funciona.
Seguía haciendo frío y viento pero soportable para la ropa que llevábamos. Incluso se me había congelado la crema del sol. 



Todos los consejos coincidían en que la cima se hacía de rogar, nunca llegaba. Varias veces pensé que ya era aquello pero no, hasta que a lo lejos apareció una bandera, allí era, 7.134m

Llegando a la cima


Ilusión! No era consciente de lo conseguido! 4 fotos rápidas y para abajo! Se me olvidó por completo coger las piedrecitas de la cima. En teoría, si antes de las 14h no hacías cumbre te habías de dar la vuelta, nosotros llegamos 11.20h, así que genial!! Y ya para abajo

Cima pico Lenin (7.134m)


En la cima con Valeri, el guía ruso de nuestro equipo

Vistas desde la cima



Lo estaba dando todo pero me costaba seguir el ritmo.
Yo me iba parando para coger aire y Valeri que iba delante sin girar la vuelta atrás se paraba.
Llegamos a la zona del cuchillo: piolet, cabo de anclaje, Valeri me ató en corto, y con cuidado para abajo.

Detrás al fondo, el famoso "cuchillo"

Y pasada esta zona, modo avión y para abajo. Ya presentía que quedaba poco de distancia pero también de mis fuerzas. Sólo había tomado en todo el día el vaso de Nesquik, media tortita y media barrita que me había dado Valeri.
Valeri sin decirme nada, simplemente me esperaba. No me encontraba bien del estómago. Sin decirle nada, me paré rápidamente 3 veces a vomitar, imago que provocado por la falta de insulina (cetoacedosis), en parte me alivió y seguí como si nada.

Y de repente a lo lejos el campamento y miré el reloj y pensé que antes de las 15h estábamos en el campamento :)))))) Qué alegría!!
Valeri se dió media vuelta y me dijo: tengo 1 notícia buena y una mala, le dije “primero la buena”: “ahora toca la bajada que hicimos de subida. Pero luego una subida hasta el campamento”. Bufff es verdad, no lo recordaba, después de todo fue un golpe de moral bajo.

Ültima bajada de la cima

Empezamos a bajar, hasta para eso yo estaba fundida, yo estaba muerta de sed porqué estaba alta de azúcar y la botella congelada y Valeri no quería que bebiese porqué estaba muy fría, así que sin decirme nada llamó por radio a Bernabé y le dijo que viniese a traernos agua, y así fue, cuando logré llegar al final de la bajada allí estaba Berna, con 2 botellas, agua y Tang. Me cogió mi mochila y mientras íbamos subiendo que a mi me costó unas cuántas paradas, le fuímos contando todo lo sucedido. 



Y por fin, en el campamento!! Abrazos con todos y contar alguna cosa y dormir, no podía más, sin comer, no me entraba nada. Y lo que tendría que haber sido una noche de relax, de dormir a “pierna suelta”, fue horrible, por las circunstancias del entorno: frío, viento, sed, todo mojado...

Valeri y Bernabé deshaciendo agua y haciendo la cena

13 agosto

Valeri dijo que a las 6h en pie y 7h30’ para abajo hasta Campo 1 pero que haríamos parada en Campo 2, qué alegría llegar Campo 1.
Me desperté rara, agotada, prepararme para salir se me hacía una montaña. Tenía mucho frío, el saco medio mojado, el suelo de la tienda con charco, colchón mojado, esterilla medio seca y del techo de la tienda caía “lluvia”, de la condensación. Iba pasando el rato y no era capaz de reaccionar. Naúseas, sin hambre, y pensar en la bajada era un agobio... 


Bernabé y Valeri me iban preguntando desde fuera de la tienda cómo iba, “les mentía” diciéndoles que bien. Intentaba ir recogiendo y preparándome con pausas. Bernabé me dio un Nesquik, lo único que me entró. Me preguntaban si tenía preparado lo del porteador porqué Berna y Valeri me lo querían bajar ellos hasta el C2. Les iba dando largas intentando darme prisa pero no era capaz de avanzar, el agotamiento me podía
Finalmente al llegar la hora ellos empezaron ya a impacientarse y les dije que no estaba bien y me ayudaron a acabar de preparar todo.
Empezamos a bajar, la inclinación te obligaba a la velocidad y necesitaba ir parando, mis piernas no respondían. Por suerte, el no haber de subir lo hacía más fácil. El sol empezaba a calentar y podíamos empezar a dejar de sufrir por el frío, en un día que empezaba de azul brillante.
Fuímos bajando con leves paradas cada rato y por fin llegamos al Campo 2. Tal como llegué a la morrena me senté. No podía, estaba sin gasolina, eso sí, iba bebiendo. Bernabé y Valeri estaban recogiendo el depósito que teníamos allí guardado y organizando el porteo, me llamaban, les escuchaba, pero no podía levantarme, hasta que finalmente tuve que ir. Sólo me faltaba tener que caminar por la morrena. Llegué allí, organizamos el porteo, y para abajo. Increíble lo fuerte que estaban los dos porteadores que llevaban nuestro equipaje. Qué explicar del C2 al C1, horrible.... Qué me pasaba, no podía, las piernas ni el cuerpo respondían. Sabía lo que era pero no podía hacer nada. Valeri delante, yo en medio y Berna detrás, ambos atentos por si en alguna grieta yo fallaba. Se portaron genial. Fuímos haciendo goma con el equipo de chabales vascos. Bajaba como podía, de lado, hacia adelante.... Saltaba las grietas con todas mis fuerzas hasta que llegó la más complicada, Valeri tiraba de la cuerda, le dije que no podía, me dijo que me atase a la cuerda con mi línea de vida y rápido para abajo porqué allí no podíamos pararnos. Bufff lo di todo, Berna me ató en corto por si me iba, a pesar del cansancio sabía que no podía fallar. Y por fin abajo. Aunque todavía quedaban unas cuantas. Mientras íbamos preguntando qué tal le iba a nuestros compis con el ataque a cima. Las primeras noticias `por radio no eran buenas, tres se habían dado ya la vuelta, imaginé que serían los dos Jesús y Jaime, y más tarde me confirmarían que así fue.

Seguimos bajando hasta que llegamos al glaciar un rato antes de las 12h de la mañana, no era tan tarde teniendo en cuenta lo que mi estado nos había retardado. En teoría quedaba media hora de glaciar y otra hasta el campo, pero fue más. Se me hizo eterno, menos mal que Berna me iba esperando y animando, yo necesitaba parar cada poco. Pasado el glaciar que llegaba el tramo entre campos con alguna subida Berna se ponía delante para marcar el paso y ni lentamente podía seguirle. Una subida de 15m era una pesadilla. Le dijimos a Valeri que fuese tirando para ir cogiendo tiendas y demás, y asi pobre iba más tranquilo, y nosotros “a mi ritmo”.
Y llegamosssssss!!! Felicidad!! Conseguido! Casi a la hora de comer, Berna compró bebida que me sentó genial, y Valeri nos había traído los petates que los teníamos guardados allí en depósito. Quitamos botas, sacamos de la mochila lo mojado para ponerlo al sol: saco, colchón, plumas, crampones...
Y a comer! Por fin después de casi 3 días comía algo, y poco a poco empecé a sentirme mejor y a ser consciente que había conseguido la cima, muy consciente que lo había conseguido gracias a Bernabé y a Valeri. Y sentí por fin esa felicidad, ahora ya relax. Me cambié que ya tenía ganas después de 3 días con la misma ropa, reorganizé mi petate. Regalé barritas a los sherpas que había por allí y me dijeron que se las llevaban a Nepal para los niños, cómo me llenó aquello, y rato después me dieron un tiquet para el wifi cómo agradecimiento. A las mujeres de la cocina les di las compresas y los tampax que me habían sobrado, cómo me lo agradecieron y qué feliz me sentí.
Y en la connexión de radio de las 16h Valeri nos dijo que el resto del equipo no habían podido hacer cima tampoco por el fuerte viento y se habían tenido que dar la vuelta después del cuchillo, jolin qué lástima.
Era de presentir ya que en el Campo 1 hacía muy mal tiempo.
Ya cenamos y a dormir, por fin en plano y con el saco seco. Antes de dormir me connecté al wifi para decirle a mi família y amigos que lo había conseguido.
Al día siguiente ya bajada al Campo Base.

14 agosto

Dormí genial y me levanté llena de energía, volvía a ser yo!
Desayuno, entregamos petates a los porteadores, y para abajo.
Bajamos a ritmo genial, disfrutando, haciendo fotos, riendo... Qué tranquilidad y relax! Venía con nosotros un ruso de otro grupo. Y que alegría cuando nos pasaron los dos sherpas a los que les dí las barritas y que ya se volvían para Nepal. 

Con nuestros porteadores nepalís

Con Bernabé







Con Bernabé y Valeri

Con Valeri





Y sin darnos cuenta del esfuerzo, sólo faltaba la subida al collado dónde me puse a rebuf de Berna y ya bajada y llegamos a la esplanada dónde nos recogía el camión militar,habíamos llegado diez minutos más rápido que la vez anterior. Y vino conduciendo el mismo hombre simpático del primer día con su sombrero cowboy y mucha alegría. Me dijeron que me sentase delante con él y me encantó porqué me chiflan los camiones grandes!! El hombre chapurreaba algo inglés pero no importaba, por gestos nos medio entendimos. Y hasta me ofreció conducir el camión, me hubiese encantado conducir un camión militar de hace 40 años pero mejor no arriesgar jeje... El hombre hasta paró el camión antes de llegar y me dió una flor, qué detalle!
Y ya por fin en el campamento duchaaaa después de bastantes días, sandía, buena comida, relax, wifi... Disfrutar! Valeri me dijo que nos pesásemos y yo había perdido 6kg! No me extrañaba después de no comer en tres días. Ahora tocaba recuperar ;)
Berna y yo aprovechamos también para hacer la colada.
En el campamento coincidimos con un amigo de Berna y de mi chico que venía con otro amigo a subir el Lenin, eran Gustavo y Rafa de Valencia.
Y por la noche durante la cena ese momento que tanto había soñado desde que llegué allí: cuando el jefe del campamento me entregaba el diploma de la ascensión al Lenin, el gorro y la medalla, que ilusión!!!!!!!! :))))))) Evidentemente a Valeri también! Fotos, risas, abrazos... Felicidad! 


Con Valeri y Bernabé recogiendo el diploma de cima


Y el hombre del camión nos regaló a Berna y a mi una yurta pequeñita, detallazo!



15 agosto

Con Valeri, Bernabé, Gustavo y Rafa fuímos de nuevo a hacer foto al monumento en homenaje a la abalancha de 1990, a visitar refugio antiguo con fotos de alpinistas rusos, y de nuevo también el monumento a la muerte de las mujeres alpinistas rusas. Valeri nos explicó mucha historia del alpinismo. Qué lástima que no se sepa mucho de la historia del alpinismo ruso que tanto ha marcado la historia mundial.
A la hora de comer llegó el resto del grupo de españoles, qué ilusión verlos!!! :) Pobres, venían tristes por no haber podido hacer cima.
Por la tarde intentamos hacer gestiones para adelantar un día la vuelta a Osh
Finalmente al día siguiente a las 14h volveríamos en dos furgos para Osh, así que ducha y a intentar cerrar petate.
Berna y yo le compramos a Carmen el gorro del Lenin, pobre me daba mucha pena verla triste por no haber podido subir.
Empecé a sentir un sentimiento de nostalgia, se empezaba a sentir “olor a final”....

16 agosto

Último despertar en el campamento, había dormido genial, muchas horas y relax total. Me costó salir del saco.
Tranquilamente fui para el comedor, cielo azul, sol radiante pero viento y frío, lo que hacía presentir lo que ya sabíamos, arriba haría muuuyyyy malo.
Buen desayuno, risas con todos.
Y a acabar de cerrar petate. Berna y yo fuímos a ver a Valeri a darle la propina, se la había ganado con creces, yo le debía mi cima del Lenin.
A las 11h habíamos quedado todos en el comedor para unas cervezas, embutido y unas risas como despedida de la expedición. Minutos antes nos enteramos que el mejor amigo de Valeri había muerto en el pico Pobeda y estaba destrozado, pobre :(
Ya empalmamos las cervezas con la comida. Y cuando estábamos acabando llegaron las dos furgos, lavamos dientes, lavabo y a llevar todos los petates. Nos separamos en dos buses, a mi me tocó con Valeri, Berna, Gustavo, Rafa y un grupo de rusos, aunque daba igual porqué íbamos todos al mismo hotel. Cargamos bus, fotos, risas, y despedida de toda la gente del campamento. Qué pena, otro gran sueño se acababa.

Despedida en el Campo Base


Al bus, y aquí no había acabado la aventura. A parte de los 30km de traqueteo por pista hasta la autopista con calor por ventanas cerradas por el polvo, yo iba medio aplastada por mochilas y con las piernas encogidas por el poco espacio entre asientos. Y pinchamos! Madre mía, unos tres cuartos de hora para intentar arreglarlo entre todos, también con los compis del otro bus.
De noche ya llegamos a Osh, descargamos equipaje y nos fuímos a cenar.
Genial que viniesen a cenar Carol y Andrés que ya llevaban unos días allí fuera del hospital después del microedema! Valeri nos llevó a un sitio muy chulo!



Los dos días siguientes fueron de relax. Qué placer el volver a disfrutar de una buena ducha y de dormir en una cama normal! Esas cosas del día a día que no se valoran.  Hicimos turismo por Osh, mercadillo, super comilonas recuperando los 6kg perdidos, y ya con ganas de volver a casa. Valeri se había tenido que ir ya al Campo Basel del Pobeda para apoyar a la la família de su amigo fallecido y a la espera de si los dos amigos de su amigo podrían descender. Lucy y Rhinad, guías del otro grupo, todavía estaban por allí con nosotros.

El 19 por la mañana volamos a Bishkek, otro día más allí de turismo, y el 20 como a la ida, hicimos escala en Istanbul , y yo para Barcelona y el resto para Madrid.



Me hizo mucha ilusión al hacer escala en Istanbul coincidir con Sebas Álvaro gran alpinista y creador del Al filo de lo imposible entre otras muchas cosas, alguien a quien sigo hace muchos años, y como era amigo de Bernabé nos lo presentó.

Con Sebastián Álvaro


Aunque había ganas de volver a casa era inevitable sentir tristeza, acaba un gran sueño y he tenido la suerte de ser la única del grupo en hacer cima.


Y otro sueño cumplido que guardaré en la mochila de mi vida. Hacer cima es increíble, pero sobretodo, me quedo con todo lo vivido, con todo lo aprendido, con toda la gente increíble que he conocido, con unos paisajes espectaculares, con una cultura y un país que nos ha acogido con todo su cariño y amabilidad, con una montaña bonita pero dura que se ha de respetar como todas y mi más sentido a las famílias de las víctimas que han habido estos días, con todos los momentos duros que he pasado y también con todas las risas. Mil gracias a los dos guías de montaña a los que les debo la cima: Bernabé Aguirre de Aragón Aventura y Valeri de Ak-Sai como guía local, por como me han ayudado, cuidado, animado y enseñado para hacer este sueño realidad. A Javier Garrido de Aragón Aventura por toda la organización y logística antes y durante. A la empresa local Ak-Sai por una organización in-situ chapeau. A mis grandes compis de aventura por todos los momentazos vividos!! Y sobretodo, a mi chico y a mi família por todo el apoyo incondicional! Y a mis amigos que desde la distancia me han animado! Y gracias a esas marcas que me ayudan: Lurbel, Lowe Alpine, Rab y Dexcom. GRACIAS a todos!


La vuelta a la realidad es dura pero ya pensando en la próxima... ;)






Everest Base Camp (September 2012)