sábado, 26 de julio de 2014

19-20 julio 2014 Eiger Ultra Trail 101km 6.700m desnivel positivo

Living my life!! :)

El fin de semana anterior, decidimos con unos amigos hacer un entreno “matinal” que se convirtió en una travesía de 28horas non-stop, saliendo el viernes a las 21.30 de la noche y acabando el sábado a la 01.30 de la madrugada, hicimos la travesía “Els Refugis del Torb” y disfrutamos muchísimo, preciosa! Eso sí, yo ya estaba agotada nada más empezar porque había dormido poquísimo los días de antes y mi ritmo no fue el de siempre pero gracias a mis compis por esperarme! :) Fue un gran entreno y aventura, grandes momentos como la luna llena del viernes por la noche que nos permitió estar un buen rato sin frontal, una luna enorme que alumbraba todo nuestro camino e incluso proyectaba nuestras sobras, o el helado viento en la parte francesa justo antes de subir al Canigó que al final desestimamos porque hacía mucho frío y era peligroso,  me tuve que poner hasta la ropa de emergencia… Realmente la importancia de salir siempre a la montaña bien preparado… Hacía tanto frío que nos metimos incluso 15’ en un refugio guardado a la madrugada para comer algo.



Pico del Noucreus 2.799m
Pico del Noucreus 2.799m


…Y unos días después, el jueves ya cogía el avión para irme a una carrera que me apetecía mucho a un lugar que presentía que me encantaría y así fue… Grindelwald. Itinerirario: avión hasta Zurich y allí 3 cambios de tren hasta llegar a Grindelwald, población germana de ambiente montañero y también con turistas, a los pies del Eiger, un escenario increíble, muy bonito… Era incapaz de dejar esa gran montaña, me parecía fascinante.

Eiger desde la ventana del hotel




Un placer encontrarme por esas calles con Jaume Amiel y Jordi Xaus y sus famílias, que también como yo corrían la distancia larga del Eiger Ultra Trail, 101km y 6.700m positivos, me habían hablado tan bien que tenía muchas ganas, no sería fácil pero pensaba que se haría super placentera… De hecho fue Jaume Amiel quien me presentó esa carrera cuando coincidimos en noviembre en la Ultra de Collserola donde yo estaba en la organización (Gràcies Jaume!! :) ).


Viernes a recoger el dorsal por la mañana, todavía no había mucha gente, fue muy rápido, me revisaron la larga lista de material obligatorio y de nuevo para el hotel a descansar y dormir bien porque la carrera empezaba a una hora intempestiva…

Recogiendo dorsal
Feria del corredor
Línea de llegada

Por la tarde junto con Jaume y Jordi, y 2 corredores más catalanes (Benjamín y David), fuimos al briefing y nada nuevo que no hubiera leído ya, eso sí, todo muy buen organizado aunque faltó el detalle que en lugar de hacer traducción literal al inglés, apenas dijeron 2 o 3 frases en inglés y el resto en alemán, menos mal que la presentación también estaba en inglés y francés.

Empieza briefing (en la foto Iker Carrera, ganador del año pasado)
En el briefing
Y ahora sí, después del briefing, ducha, cena tranquila, a leer un rato de actualidad y genial porque me cogió el sueño rápido… Y a las 2.15am sonaba el despertador… me costó un rato salir de la cama, genial porque no hacía nada de frío, a las 3.15 estaba “desayunando” cuando quizás mucha gente todavía en otra parte del  mundo todavía iba por la 2ª copa de la noche jeje… Sobre 3.50 llegaba al punto de salida, genial porque estaba a 5’ minutos del hotel, realmente eso es un placer.

Allí me encontré con Benjamín y con David, y luego con Jaume, comentamos un rato la jugada y a pasar los últimos minutos de nervios. A nuestro alrededor sólo se oía alemán, sabíamos que había unos sevillanos porque dormían en el camping de Jaume pero ya está.
La temperatura era muy buena, camiseta de manga corta, chaleco corta vientos y Buff, perfecto.

Antes de salir


Y una salida muy atípica, una canción “muy light” y con el mismo tono que estaba hablando la persona en alemán que de vez en cuando decía alguna palabra en inglés, 4.30 sonó el pistolezo de salida sin haber hecho ninguna cuenta atrás ni grito especial, nada, pim-pam jeje…

El perfil era todo subida, salíamos a poco más de 1.000 metros y teníamos que subir a casi 2.250m así que tocaba poner buen ritmo pero sin quemarse porque subía mucho, salí trotando con muy buenos sensaciones pero cuando vi la pendiente aflojé que quedaba mucho…

Al principio asfalto y más asfalto y luego pista ancha hasta que pasó a convertirse en más tramo de camino. Algo que me sorprendió es que en el briefing dijeron que en una parte de puentes y ríos situada al principio no se podía correr, prohibido adelantar, y aun siendo el principio que la gente va con muchas ganas, se respetó mucho, y nadie adelantó.

Y casi igual que en Chamonix hacía unas semanas, a poco más de las 5am frontal fuera, ya clareaba mucho y el paisaje era espectacular, muy idílico, muy “Heidi”. 




Después de una larga y dura subida de “varios pisos”, y llegué al control, "First", 1a prueba superada!
Llegando a First

Ahora tocaba bajar por una larga e empinada bajada, prácticamente todo pista, había momentos que las piernas dolían por la bajada y la inclinación continua pero estaba disfrutando muuucho… 


...hasta que llegué al control, Bort, km 17.4, remontadores de pistas de esquí, aproveché para comer algo de lo que llevaba porque el avituallamiento sólo tenía “comida superficial”(geles y barritas) y ahora sí, para arriba, volvíamos de nuevo a subir a “First” pero por otro camino, sendero precioso pero también largo, tocaba recuperar todo lo que habíamos bajada… enseguida me di cuenta que esta carrera todo subiría o bajaría… poco plano…


De momento cielo azul y fresco, genial, el sol ya empezaba a brillar con fuerza pero todavía no calentaba mucho, en la sombra el Buff no sobraba.
La carrera estaba ahora ya estirada, cada uno más o menos en su lugar, aunque quedaba mucho mucho…


Era increíble porque en tu camino se cruzaba alguna cabra montesa que te miraban sorprendida… a una que fue un rato detrás del corredor que llevaba delante le hice una foto para un amigo, Alberto, que la semana pasada habíamos “hablado de ellas” por Núria jeje…, madre mía como subían y bajaban, ya me gustaría tener su habilidad y soltura jeje….


Después de sendero y más sendero hacía arriba de nuevo en First, y justo, por el otro camino también a First llegaban los corredores de la distancia de 51 y nos juntábamos, a partir de aquí se notaría que los caminos estaban mucho más llenos y ruidosos, ya que los de esta distancia llegaban frescos y con un ritmo mucho más rápido que el nuestro, que íbamos con dorsal negro y ellos azul.


Ahora estábamos en el km 22.7, comí algo, llené agua y tocaba una bajada corta pero también muy directa hasta Oberläger/Bussalp, km 30.1, aquí de nuevo a comer algo y llenar bien agua porque ahora de nuevo subida de KMVertical hasta el punto más alto de la carrera, Faulhorn, km 33.1, a 2.6681metros, vistas preciosas.




Faulhorn 2.681m
Desde el inicio de la carrera muy pendiente del reloj por los tiempos de corte pero de momento llegaba con margen pero quería mantenerlo para ir tranquila por cualquier cosa que pudiera pasar y sobre todo para la 2ª parte de la prueba dónde ya el cansancio se notaría.




Ahora de nuevo bajada también de KMVertical, con alguna minisubida, a partir de aquí ya se acaba la parte “cómoda” de la carrera y empezaba la “fiesta”, piedras y más piedras, tarteras…

Hacía bastante calor y empezaba ya, al menos para mí, a no disfrutar de la bajada y a reducir el ritmo de avanzar. Al haber más corredores porque de momento íbamos las dos distancias juntas, había momentos de un poco de tapón.

Próximo control, Schynige Plate, km 44, aquí ya llegué con las piernas un poco cansadas, Y de nuevo más bajada, con alguna pequeña subida, hacia el punto más bajo de la prueba, Burglauenen, km 52.5 dónde teníamos la bolsa que habíamos dejado al principio. Antes de llegar aquí el cielo ya empezó a ponerse gris, y empezaron a caer las primeras gotas tal y como anunciaba la previsión del tiempo para el sábado por la tarde. Al principio paré un momento a meter el móvil en una 2ª bolsa por si un caso porque el resto ya iba bien protegido pero no me puse nada, pero la lluvia empezaba a apretar y veía a todos los corredores ponerse la chaqueta, así que al final en un “miniporche” tipo parada de autobús en medio del bosque paré a sacer el Gore, junto con otro corredor que había también parado con la misma intención… y como suele pasar a veces, basta que pares, te pongas la chaqueta y coloques todo bien para que pare de llover a los 5 minutos y estés deseando quitarte la chaqueta, y lo hice, me moría de calor y no podía esperar a llegar a bajo, fue rápido pero incómodo y ahora ya no encajaba todo en la mochila de la misma manera jeje…

Y ya en pista llegué al control de Burglauenen, meridiano de la carrera, dónde había un gran ambiente, familias y amigos de muchos corredores. Vi de nuevo más corredores abandonar como ya había visto anteriormente, pero aquí era incluso más fácil porque tenías todo predispuesto para hacerlo. 

Burglauenen km. 52.5
Yo aproveché para mojarme en la manguera y lavarme bien la cara y refrescarme, cogí la bolsa pero no me cambié nada, únicamente cogí algo de comida, y el cortavientos más fino por si lo necesitaba por la noche, y aproveché a sentarme y comerme un plato de pasta, y de postre? Pues un donut que me había dejado aquí en mi mochila que nos entregaban, siempre me gusta dejar algo que sepa que me encanta porque es una alegría y un premio para salir de nuevo hacia adelante jeje…
Y con todo recolocado y energías renovadas de nuevo en camino, ahora sí, empezaba la carrera, es ahora dónde has de aguantar y aquellos que llevan la mente más floja les cuesta más.
Al poco rato se separaban ya las dos carreras, la de 51 y la de 101, ellos tiraban hacía la izquierda y bajaban, y nosotros hacía la derecha y subíamos.

El perfil marcaba una primera subida de KMVertical de casi 9 quilómetros y unos 700m de subida hasta la idílica población de Wengen, sede de competiciones mundiales de esquí y con la pista de descenso más larga del mundo, patrimonio de la humanidad y que duerme a los pies del Jungfrau, preciosa. Sólo se puede llegar en tren.

Llegar hasta aquí no fue fácil, se hizo larga y dura, cielo gris pero mucha calor, se empezaba a notar que las piernas estaban cansadas, pero me hizo mucha ilusión llegar aquí dónde además a  nivel de redes sociales son muy activos y había intercambiado tuits y mensajes en Instagram con la gente de turismo.
Era ya el km. 61.3 y ahora tocaba la peor subida, no la última de la carrera pero si la última larga, la que se haría más dura y pasaríamos por uno de los lugares más emblemáticos, cuando vas pasando por un sendero muy estrecho entre cortanieves. 

Siempre vale la pena sonreir a pesar del sufrimiento ;)



Sabía que tocaba apretar dientes y vencer el cansancio, mejor poco a poco y constante que intentar avanzar rápido y fundir fuerzas innecesariamente. Veías corredores exhaustos descansando a los lados… eran poco más de 6 quilómetros que se iban a hacer muy muy largos hasta llegar a Männliche, sabía que aquí perdería todo el tiempo ganado en los otros tramos pero no me agobiaba porque el tiempo de corte era a las 23.00 y llegaba de sobras, todavía tenía incluso hasta luz y el objetivo era llegar de día, y así fue, después de mucho agotamiento e ir compartiendo caras de complicidad con algunos corredores que habíamos ido haciendo goma durante todo la carrera… 


Y que ilusión me hizo empezar a escuchar los primeros gritos de ánimo desde la gente que nos miraba desde un balcón, parecía que no llegaba nunca el final, siempre había una vuelta más… pero sí, llegó, estaba arriba y todavía era de día. 


Aproveché a beber algo de sopa caliente porque a los 5 minutos de estar sentada el frío viento empezó a notarse. Me puse ya el frontal, comí algo de lo que llevaba en la mochila que me apetecía más que las barritas que tenían allí, y sí, una bajada “fácil” por pista, qué bien! Un rato de descanso de piernas y mental. Salí antes que el grupo de corredores que había en el control, algunos con las familias ya que había acceso con coche. Después de despedirme del amable grupo de personas del avituallamiento salía con buen ritmo de bajada, al poco ya encendí el frontal.


Y después de un rato de bajada, cruzar algún río y demás, de nuevo subida, corta pero con pendiente para variar, y aquí algo sorprendente que me pasó… Iba sola subiendo y a lo lejos vi un punto de piedra muy bien señalizado y me sorprendió ver que también al lado había unos pilotos de bici rojos y pensé que realmente estaba muy bien señalizado pero mi sorpresa vino cuando tuve la sensación que los pilotos se movían y casi cuando ya estaba delante la luz de mi frontal alumbró un lobo… no sé quiénn de los dos se quedé más atónito, si “él” o yo… Yo recuerdo que dije en voz baja “A Wolf…”, cosa que luego al recordar me hacía reír sola… El animal no hizo nada, se dio media vuelta y se fue a su ritmo  y yo me quedé muy sorprendida, no me dio miedo, sino realmente me pareció insólito y fascinante… Pero bueno, seguí subiendo después de este encuentro a la luz de la luna jeje…

Y una vez arriba, un poco de llaneo y para abajo, y aquí justo al empezar a bajar vi que un grupo de corredores subía, y como yo, nos habíamos equivocado habíamos cogido la pista ancha y tendríamos que haber tirado un poco más a la derecha, menos mal que en mi caso fueron sólo 5-10 minutos y remontar lo poco que había bajado. Aquí me junté con Bernd, corredor alemán que desde el principio habíamos estado haciendo goma. Tocaba bajar un rato por camino, sendero…bosque, había muucha humedad, sudando de madrugada y en los Alpes, insólito si pienso en otras carreras, aunque es cierto que ésta misma el año pasado tuvo muy mal tiempo. 



Y aquí empezaba “mi carrera”, la parte más dura de la prueba, no sé si era el calor, las malas sensaciones de estómago o simplemente la dureza de la carrera pero me empecé a sentir fundida, estaba muy cansada, y lo peor que es que me dormía literalmente, buff… Al llegar al control de Kleinte Scheidegg km 77.8, dónde por cierto había corredores incluso durmiendo/descansando, necesité sentarme y “coca cola en vena”, no tomo café aunque si hubieran tenido creo que incluso lo hubiera aceptado, así que me senté nada más entrar para descansar, y vino un hombre a preguntarme y sólo era capaz de decir “I need Cola”, codos en las rodillas y cabeza apoyada sobre las manos, cerré los ojos unos segundos, necesitaba recuperarme, coger fuerza para lo que quedaba… A diferencia del resto de la gente, me levanté y salí junto con Bernd  y tocaba subida… Bufff dura dura dura… es en esos momentos bajos de la carrera dónde te haces mil preguntas sin respuesta que básicamente se reducen en una “qué hago aquí sufriendo tanto?”, y bueno, mil respuestas pero sólo una válida en ese momento, “merece la pena” y a seguir…

A ritmo muy muy lento llegamos al Alpiglen, km 86.7 y cogí agua y comí algo pero casi nada, no me entraba nada, eso sí, seguí con Coca Cola..

Menos mal que ahora llegaba bajada, para variar de KMVertical, larga y dura, mucha piedra, y lo que todavía no habíamos visto, nieve…Tocaba cruzar tramos de nieve… Cruzar algunos ríos y tramos dónde había carteles de “Peligro” porque era estrechos senderos con precipicios que no se veía el final y cualquier error al pisar… En algunos tramos había personal de la organización para ayudarte a pasar… Fue en un tramo de esta bajada de piedra suelta dónde me resbalé y me di un fuerte golpe en el codo al caer de lado que incluso llegué a pensar que me lo había roto… pero al levantarme e intentar coger el palo y ver que podía me di cuenta rápido que sólo había sido el golpe, a seguir bajando entonces… se hizo muy larga… Seguía haciendo mucho bochorno, con el chaleco cortavientos de sobras, y llegamos al control del km 92.8, Marmorbruch, estaba fundida… 

Recuerdo que me senté de nuevo (yo que soy ni de casi parar, sólo lo justo), el estómago no me aceptaba nada, pero sí, Coca Cola de nuevo. Y fueron 2km de subida que se me hicieron eternos, duros, no sabía ya de dónde sacar las fuerzas, suerte que al ir con el otro corredor alemán nos íbamos animando y cruzando miradas de complicidad, me iba parando a ratos para intentar coger fuerzas, no veía el final… Hasta que por fin llegamos arriba, había sido mucho más desnivel del que nos habían dicho en el avituallamiento… En lugar de ir hacía Grindelwald parecía que nos alejábamos, tortura psicológica…

Pero no importaba, ya era igual, estábamos arriba, Pfingstegg, km 94.8, no era el final, y todavía quedaba parecía ser alguna pequeña subida pero prácticamente ya estaba más o menos hecho.

Y de nuevo frontal fuera y empezando un nuevo día en la misma carrera… Costó porque parecía imposible llegar a Grindelwald aunque lo viéramos, se juntó con nosotros otro corredor alemán, Franz, que también habíamos compartido algunos kms desde el principio… Miraba el reloj y veía la cantidad de tiempo invertido en esta última parte de la prueba pero no importaba, lo importante era llegar a meta…

Y costó, y mucho, pero pasadas las 6.30 de la mañana entré a meta muyyyyyyy feliz junto con los otros 2 corredores alemanes, Bernd y Franz, qué alegría!!! Como había costado, y sobre todo al saber que de los 603 corredores salidos sólo habíamos llegado a meta 357, así que muyyy contenta por haberlo conseguido :)


Y sobretodo los valores que te aporta este deporte, qué grande también es el compañerismo entre corredores que no nos conocemos de nada y pasamos momentos tan duros juntos, o la capacidad de esfuerzo y lucha por conseguir aquello que deseamos… Ésto es la ultradistancia y el porqué este deporte me tiene enamorada hace ya más de 7 años! :)

Despertarte después de 3 horas porque tocaba dejar el hotel y sentirte muy cansada pero muyyyy feliz, y sin ningún dolor muscular es increíble! (Gràcies Albert pel rendiment de les meves cames!!). Merece la pena todo esto y mucho más! Sé que suena difícil de entender al resto de la humanidad que los corredores de larga distancia seamos capaces de practicar este deporte aún y el sufrimiento, para mí, es una filosofía de vida!! :)

Cada vez un paso menos hacía la última etapa de mi sueño… The last desert;)

jueves, 3 de julio de 2014

27-28 junio 2014 Mont-Blanc 80km 6.000m positivos que quedaron en 46.6km y 3.579m +


Correr en Chamonix es como correr en casa...

...es el sitio dónde más veces he participado en una carrera y ésta me hacía especial ilusión porque no conocía del todo el recorrido y me llamaba mucho la atención y el año pasado que era la 1ª edición ya me quedé con las ganas.
Antes de pisar a Chamonix un petit stage a Geneve a ver a grandes amigos, que al igual que Chamonix, aterrizar en Ginebra y moverme por esa ciudad forma parte de algo normalizado.


Al llegar a Chamonix me quedé como en otras ocasiones a dormir en Servoz y así aprovechar para visitar grandes amigos allí que sirven para empaparme más todavía de la esencia de ese lugar tan entrañable para mí, “mi lugar”.

En Servoz en casa de unos amigos
Las calles de Chamonix respiraban ambiente de carrera aunque lejos de la masificación de los días del UTMB. De hecho, dónde normalmente se hace la feria del UTMB, habían puesto a parte de algunos stands de marcas, la recogida de dorsal porque había espacio suficiente. 
Feria del corredor
Pavellón recogida dorsal
Se celebraban diferentes distancias: 10, 23, 42, 80 y Km Vertical, la de KM Vertical y 42 eran este año pruebas del Campeonato del mundo con lo cuál se esperaban grandes corredores y entre los favoritos caras conocidas que esperaba que subieran al podio.


Presentación corredores élite, en este momento entrevistaban a Núria,
Emelie y Anna estaban detrás

Presentación corredores élite 80k, favoritos categoría masculina

La 1ª distancia que empezaba era la mía, la de 80, el viernes a las 04.00 am, ya me habían dicho que era técnica y había visto fotos que así lo confirmaban, además de lo que me habían contado mis amigos de allí… La meteo por suerte estaría bien, rozaba para el final mal tiempo pero seguramente no nos tocaría y así fue.
El día de antes muchos nervios porque me hacía mucha ilusión pero sabía que no sería fácil, a parte del tipo de terreno, los tiempos de corte también eran muy justos.



A las 3.20am del viernes llegaba a Chamonix con la emoción, los nervios… me senté en unos de mis lugares favoritos en la Place du Triangle de l'Amitié y desayuné tranquilamente mientras veía a algunos corredores estirar, otros correr, otros charlando y riendo, otros despidiéndose de la familia… Cada uno su ritual. A las 3.40 decidí ya situarme en la meta para intentar salir en el primer pelotón que aunque no podría seguir el ritmo al menos no me quedaría muy atrás y la masificación tiraría más de mis pulsaciones. A mí alrededor casi todos eran franceses, y apenas ninguna chica. El speaker amenizaba el momento por el micro pero se hacía extraño no sentir ninguna canción, quizás estoy demasiado mal acostumbrada a la mítica canción que siempre se escucha en esta plaza… ;)



Y sí, nos pidieron encender el frontal y cuenta atrás… Y a correr! Agónico salir así pero era mejor aguantar para luego ir cogiendo lugar.
Tocaba subir de 1.035m a 2.500 a Le Brévent en 9.8km, ritmo duro, agónico, se agradecía cuando había algún tramo complicado y el ritmo bajaba, íbamos en fila de uno. Increíble que antes de las 5.15 ya no hiciera falta el frontal… y justo en un momento, cuando me faltaba la respiración me giré a la izquierda y vi el Mont-Blanc, creo que no me hizo falta nada más para llenarme de energía, era tan increíble… unas vistas fantásticas… Recuerdo que subí a Brevent el 2º verano que pasé en Chamonix, en 2009, cuando vine a hacer el Tour del Gran Paradiso y pasé antes y después por Chamonix, pero aquella vez subí en teleférico, tenía poco tiempo y muchas cosas que hacer jeje…


Poco a poco la larga cola se fue estirando, pero las pulsaciones no bajaban, miraba adelante y atrás y todos teníamos la misma cara, unos mejor que otros pero para ninguno era fácil, la carrera empezaba a situar a los corredores poco a poco aunque esta subida solo era el aperitivo para lo que vendría después…



Miraba de reojo mi Suunto, me decía que todavía estaba en tiempo, teníamos 3h45’ para esta subida y luego bajada hasta la Planpraz que era el primer avituallamiento…. Una vez arriba del todo y pisando ya los 2.500 empezaba la bajada… Y ahora sí, primer tramo de nieve, aquí fui demasiado “lista” y fue un error empezar a bajar por la canal de nieve ya marcada porque cogí tanta velocidad que acabé con un buen resbalón y golpe en el sacro de esos que duelen… bueno, no fui la única, veía diferentes caídas y formas de bajar, cada uno como podía, la nieve se intercalaba con tramos de piedra… En el fondo era divertido jeje… El sol nos acompañaba y no hacía nada de frío, sólo un poco de fresco.
Y poco a poco el camino se fue volviendo más agradecido y se transformó en una pista que permitía correr, menos mal, aunque fuera poco tramo se agradecía, y mientras pasaban esos metros corriendo me venían a la mente las montañas de Monti Sibillini hacía menos de 2 semanas en Italia dónde me lo había pasado genial…Y disfrutando llegó el 1r avituallamiento completo, km 10,8 Planpraz, estábamos a 2.000m, allí aproveché para guardar frontal, coger las gafas de sol porque ya hacía rato que el sol brillaba con fuerza sobre un intenso azul. 


En pocos minutos cogí algo de frío, así que comí rápido un trozo de bizcocho con chocolate, llené agua y a bajar de nuevo… aunque no mucho…. Lo que en el mapa parecía un sube-baja ligero hasta La Flégere, no permitió tampoco mucho descanso.






En La Flégere ya km 16… (aquí me venían muchos recuerdos de mi primera CCC, qué cansada y qué feliz llegué a este penúltimo control), avituallamiento líquido y rápido a tirar porque ahora sí, otra subida, aunque todavía no era la más sufrida… Tampoco fue fácil pero las piernas ya estaba calientes y el corazón activado… Ya desde el principio sabía que no estaba al 100%... me notaba débil, floja al querer avanzar más rápido aunque no me preocupaba, siempre pasa una vez al mes aunque cuando coincide con competición es horrible porque me afecta bastante… en fin… A subir sin pensar hasta Lac des Chéseris, 2.137m, miraba a mi alrededor y era espectacular, quería sacar la cámara pero sabía que tampoco estaba para perder mucho tiempo, así que egoístamente me guardaba esos grandes recuerdos para mí e iba sacando la cámara en contadas ocasiones… Mont-Blanc, les Drus…






Esta subida se hizo dura porque creo que pocos esperábamos que fuese exigente pero de nuevo superada e igual que en Brevent, nieve y más nieve, aquí me di cuenta que no era del gusto de muchos corredores bajar “esquiando” con las zapatillas de Trail, pero no había más opción, ni me lo pensé, a bajar como pudiera, intentar ir por la parte marcada que aun estando pisada resbalaba bastante, esta vez la nieve se hizo larga, pero lo bueno que avanzabas más o menos rápido, habías de ir con cuidado de no hundirte en algún punto o de si resbalabas vigilar con las torceduras sobretodo de rodilla… 








y después de un buen rato volvió a aparecer el verde y las piedras… y llegada a Le Buet, km25,9, a 1.330, avituallamiento completo, y había llegado de nuevo bien sobre el corte de tiempo. Hacía mucha calor y los corredores llegaban exhaustos y con mucha sed, y aquí fue donde me quedé muy sorprendida cuando dijeron que no quedaba agua y que nos habíamos de esperar, los voluntarios estaban sobrepasados, no daban abasto… En una carrera de tanto nombre pensaba que algo así no pasaría… Veías a los corredores bastante desesperados, aunque también muchos agotados, tumbados en el suelo, algunos acompañados de familias, amigos… Empecé a ver abandonos…
Después de estar esperando y ver que el agua no llegaba, salí, me imaginé que en algún río encontraría agua
Ahora sí, empezaba la peor parte, la que todos me habían advertido, la más dura, la más técnica, la que tenía nieve, pasos aéreos de ferrata… subíamos de 1.330 a 2.643m en casi 14k.
Al principio era tranquilo, verde, iba haciendo… No había ni corredores a la vista, habían muchos acumulados en el control cuando yo decidí salir así que fui haciendo y como imaginaba encontré agua muy rápido, ya estoy acostumbrada y tampoco me preocupa beber de ríos y fui haciendo, el calor se notaba y poco a poco el terreno se empezó a transformar en más montañoso, más auténtico de pura montaña, de nuevo piedra y a lo lejos ya veías que la nieve se acercaba… era una subida muy continuada, a tramos de bastante pendiente, y lo que más me sorprendió fue ver tantos corredores parados a los lados exhaustos, es normal ver una imagen así que carreras por ejemplo de mucho calor o más extremas pero aquí me resultaba más extraño…
En algún momento dediqué 5 minutos a comer algo porque había falta coger fuerzas, por agua sin problemas porque estábamos rodeados de ella… Mentalmente era un trozo muy duro porque no se acababa nunca, la antena que había visto ya hacía un par de horas a lo lejos, todavía estaba igual, lejos. Miraba el reloj y sabía de la existencia del corte de tiempo pero no me preocupaba en exceso porque pensaba que llegaría bien.
Y aunque fue un periplo mental largo y pesado seguir definiéndolo con palabras tampoco podría aclarar nada más… Así que después de mucho rato subiendo, horas, veía delante a lo lejos que la subida se transformaba en nieve y allí seguíamos subiendo, era divertido porque al menos cambiabas de terreno pero se hacía duro porque resbalabas y tenías la sensación de no avanzar en algún momento, veías que todos estábamos bastante agotados y necesitábamos llegar arribar ya y costó mucho más, pero llegamos, y una vez arriba, ahora qué? Pues una larga y pronunciada pendiente con nieve… Al principio veía algún corredor con intentos de bajar derrapando, hasta que vi a uno que se preparaba para bajar de culo simulando un tobogán por una canal ya marcada e hice lo mismo, pensando en no romperme las mallas y asumiendo que acababas con bastante frío de la nieve… Y fui haciendo tipo tobogán y tipo derrape, como podía… con algunos corredores nos íbamos mirando y riendo porque realmente era todo una aventura y no quedaba otra opción que disfrutar.
Y después de bastante de bajada  sin cesar llegué al avituallamiento líquido dónde para mi sorpresa no tenían agua, no me lo podía creer, otra vez igual, y tampoco veías los voluntarios del control muy estresados por arreglarlo, tocaba esperar de nuevo, pero al igual que antes, al ver que no venían y el reloj iba contando decidí salir sin agua, sólo restos en la softflask y algo en la camelback, y me equivoqué porque aquí ya no habían ríos ni ninguna fuente de agua y lo pasé mal al no poder beber y en consecuencia tampoco comer…
Había corte de tiempo en Vallorcine pero al habar tenido que esperar por el agua lo alargaban un poco más, empezaba a tener dudas de si llegaría al corte de tiempo, quería avanzar rápido pero sin agua costaba, y antes de la bajada a Vallorcine quedaba alguna subida y con calor… Y al llegar a Chalet de La Loriaz , km 43, dónde en principio no había avituallamiento, había un coche de la organización esperando con botellas de agua pero sólo tenían 2 y veníamos un grupo y con mucha sed así que tuvimos que volver a esperar un poco de nuevo, yo bebí, llené sólo media botella y para abajo, todo y que según la tabla de tiempo pusiera que quedaban 3,6km, nos dijo uno de los hombres que un poco más de 4… El tiempo ya era justo y ya la mayoría de corredores decidieron lanzar la toalla pero yo no… Así que para abajo lo más rápido posible… Empecé a pasar corredores que se iban apartando hacía un lado, la mayoría agotados…un par se animaron por delante y  otro por detrás de mí y estuvimos los 4 bajando rato juntos hasta que los dos de delante también pararon y yo seguí con la esperanza de llegar, con ganas de intentarlo… Veía abajo Vallorcine pero no llegaba nunca, iba todo lo rápido que podía aunque sabía que luego este sobreesfuerzo tan acelerado lo acabaría pagando pero lo importante era llegar… al pisar el asfalto y mirar el reloj fue una alegría pero poco duró… se desvaneció al ver que todavía quedaba bastante trozo, no llegaba nunca el control y seguía avanzando sin cesar hasta que un corredor nos indicó que quedaba menos de 1 km, y al mirar el reloj supe que sería difícil… Pero tenía la esperanza que hubieran alargado más pero no fue así… al llegar al control me llevé una gran desilusión cuando por 5’ me dijeron que no… Que habían cerrado ya… Los corredores que iban llegando no se lo tomaban tampoco muy bien pero para mí fue una gran decepción… Según me habían informado antes de empezar la carrera, a partir de este control lo más duro ya estaba hecho y podría haber acabado… pero en fin, nada que hacer, no tenía ni hambre, me fui para la estación de tren dónde también iban llegando otros corredores y a esperar el tren, triste, decepcionada conmigo misma…
Aunque para nada es un consuelo, al día siguiente me enteré que habían llegado a meta menos de la mitad…lo que significó que no fue fácil…

Podio femenino de la 80k, genial Emelie en 12h38'!!
Seguida de Anna Frost y Magdalena Laczak

Y poco a poco la tristeza se fue transformando en una situación que tocaba pensar… Difícil ponerte objetivos altos cuando realmente la disponibilidad de tiempo para prepararte es limitada, faltan horas de entrenos, más trabajo de campo, más descanso de otras obligaciones… y es difícil priorizar….
Y el domingo el hecho de ver llegar a Kilian a meta como ganador de la 42k fue increíble, haberlo visto evolucionar hace años... muy grande!

Toda la prensa bajo la lluvia esperando el momento que Kilian cruzara la meta
Gran momento, campeón del mundo!!! :
Y ahora sí, mente puesta en Grindelwald… ;)

Y cada vez menos tiempo ya para finalizar mi sueño 4 deserts, Antárctica de acerca… ;) Gracias Diabalance por el apoyo! Y demás colaboradores, y como no, a esas personas que siempre me apoyáis y animáis en todos mis sueños! :)



Everest Base Camp (September 2012)