jueves, 21 de mayo de 2015

THE TRACK Outback Race (AUSTRALIA), 521km 6-15 mayo 2015

Después de unas horas de haber acabado esta aventura siento, pienso, creo.... Que quiero parar el reloj de arena de la vida y que no se acaben nunca estas experiencias, estos sueños cumplidos, estas increíbles aventuras que ahora son la esencia de mi vida. Australia, The Track, sin duda marcará no sólo mi carrera deportiva sinó también mi vida.

He hecho carreras en las que he sufrido mucho y pensaba que el límite había llegado casi a su tope pero no, como dice la fórmula matemática el límite "tiende a infinito…", y más que nunca lo he podido probar. Han sido 521km divididos en 9 días dónde he reído mucho pero también he comprobado como el deporte me ha hecho llorar de mucho sufrimiento, de buscar fuerzas en lo más profundo de mí para seguir adelante. Y de las mejores cosas que me llevo tanto de esta experiencia cómo de las anteriores son las personas con las que lo he compartido, algunas ya eran amigos de otras carreras y otras que he conocido en esta carrera y que desde ahora forman ya parte de mi vida, de la mochila que se va llenando de grandes personas y recuerdos que engrandecen la vida.

Y así empezaba la aventura...

Saliendo el día 1 de mayo de Barcelona, y Barcelona-Dubai (1r vuelo), Dubai - Brisbane (2o vuelo), y al llegar a Brisbane me "reciben" 3 personas y 1 perro para revisarme todo el equipaje, me hacen romper el envoltorio de seguridad, abrir la maleta y miran todo... Ya me habían avisado varios amigos pero pensaba que no me tocaría.... Por suerte cuando les dije que iba a una carrera fueron más simpáticos y me dejaron pasar sin quedarse nada, y suerte también que el perro no ladró... ;)
Y ya último vuelo, Brisbane - Alice Springs, después de 2 días de comidas en aviones y aeropuertos, cambios de horarios ya no sabía si cenaba o si desayunaba, o si dormía o era hora de estar despierta.
Lo mejor del momento de empezar a sobrevolar Australia fueron los paisajes que se veían por la ventana, increíble... Unas vistas espectaculares, si era increíble verlo a miles de metros de altura, ¿cómo sería correr por allí? 
Una vez aterrizó el avión, ya día 3 de mayo, allí estaba Jérôme, organizador de la carrera, y miembros de su staff para recibir a los corredores que llegábamos en ese avión, y enseguida en el hotel, qué placer!
Alice Springs era muy australiano, rancheras, ambiente deportivo, esencia surfer....
Y primer encuentro al ver a Isis! Después de coincidir ya en Sahara Race y en The Last Desert Antarctica, nos unen muchos momentos y fue una alegría verla. Día de descanso, comida sana y relax, y al día siguiente madrugué para hacer una visita rápida por allí y ya al mediodía nos íbamos para el campamento. Fue una enorme alegría volverme a encontrar con Andrés y Carlos de España, y Ramón y Juan de Argentina, grandes amigos y compañeros de otras aventuras con los que hemos compartido grandes momentos.

Cogimos minibus durante 1h30' para el campamento, éramos pocos corredores, 22, en principio 24 pero hubieron 2 bajas de última hora.

Era día 4 de mayo y no empezábamos hasta el día 6, estas dos primeras noches el campamento estaría situado en una zona de acampada. La temperatura era de calor durante día y por la noche la temperatura bajaba bastante.

Hasta el 5 por la noche la comida no las daba la organización, y a partir del 6 que ya empezaba la carrera, empezaba la "dieta de liofilizados" ;)

Briefing inicial
A diferencia de los 4deserts, dormíamos en tiendas de 2, iglus Quechua, que al ser tienda cerrada el confort era mayor y teníamos suficiente espacio porque eran tiendas de 3 para 2. Me tocaba con Isis así que genial
.

1er campamento

Día 5 por la mañana nos hacían la revisión de material obligatorio, era mucho menos que en 4deserts y la comida de los 10 días la podías separar en 5 y 5 (los 5 primeros días llevaríamos en la mochila la comida de esos días y el 5 por la noche nos entregan la comida de los otros 5 días que cada uno traía).




Como ya imaginaba, volvía a llevarme el "premio" a la mochila más pesada, los corredores apuraban sobre todo a reducir comida que era justo lo que más pesaba y lo que yo necesitaba sí o sí por el tema de la diabetis. Yo salía con casi 11kg sin agua y el resto con unos 3-4 menos como mínimo.... Éste volvería a ser uno de los condicionantes de la carrera.


Nos avisaron en el briefing que los días con desnivel positivo serían los 2 primeros y que aparte sería un recorrido no señalizado por la organización, lo que acabaría siendo un inconveniente...

Stage 1/ Ellery Creek - Serpentine Chalet Dam [30km, 700mD+]
Stage 2/ Serpentine Chalet Dam - Finke River Camp [41km, 1000mD+]
Stage 3/ Finke River Camp - Hermannsburg [41km]
Stage 4/ Hermannsburg - Boggy Hole [49km]
Stage 5/ Boggy Hole - Palmer River [59km]
Stage 6/ Palmer River - Ernest Road [58km]
Stage 7/ Ernest Road - Angas Downs [64km]
Stage 8/ Angas Downs - Mt Conner [53km]
Stage 9/ Mt Conner - Uluru [127km, 2 días]

Y ahora sí, día día 6 de mayo 1a etapa, todos estábamos muy animados, la idea era saberse dosificar para las 9 etapas que nos esperaban.

Con Andrés
Con Andrés
Con Isis, Carlos, Andrés, Ramón y Federico 

La salida era a las 9h, 1h más tarde que el resto de los días. La mayoría de corredores salieron muy fuertes, nos quedamos más atrás el grupo "no élite".





En algún momento tuvimos que parar por el marcaje pero no fue nada importante. El peso de la mochila se notaba muchísimo sobretodo en las subidas, me agotaba y no me dejaba avanzar a buen ritmo. La temperatura empezó a subir rápido y el sol era intenso en medio de un cielo azul brillante. 
Al mirar a mí alrededor sabía  que éste no sería el paisaje que nos encontraríamos durante el 90% de la carrera.



Después de una etapa inicial para acostumbrar el cuerpo llegábamos al campamento entre risas con Ramón y Carlos felices por haber pasado este 1r día aunque quedaba claro que no sería fácil.
Mentalmente a todos se nos hacía difícil pensar que quedaban 8 etapas/9 días y 490 quilómetros todavía, ésto no había hecho más que empezar y seguramente de haber sabido lo que quedaba me habría desmoralizado. Y aquí de nuevo aquella frase que Andrés me dijo la 1a noche de campamento de Jordania: "Bea, 8 días", el último no contaba, era la etapa doble y saldríamos a darlo todo.

Cenamos y sobre las 18.30 ya dentro de la tienda, anochecía y hacía mucho frío.
Día 7, 2a etapa de carrera. Ya empezábamos a las 8h, hora oficial, así que a las 6h ya en pie porque a las 7 había que salir de la tienda para que las recogiesen. Y la rutina que se establecía cada día: despertarte, intentar salir del saco por el frío, cambio de ropa (día a día ponerte la misma ropa no iba a ser nada agradable aunque como siempre te acostumbras a todo, el mal olor era algo superfluo), "cuidado de pies", recolocar cosas mochila... sacar cabeza de la tienda, ponerme polainas y zapatillas, y salir a fuera a desayunar el "apetecible" liofilizado cerca del fuego para sufragar el frío ambiente hasta que saliese el sol... 


Después lavado de dientes, "toilette", ir a llenar bidones de agua a la zona de la organización, ser valiente y sacarte el plumas, crema del sol, gorra, gafas... y ponerte la temida mochila, recolocar ajustes tiras, coger palos, últimas conversaciones antes de la salida alrededor del fuego, y para la línea de salida y empezaba la etapa....

Ésta 2a etapa nos dimos cuenta que ésto sería mucho más complicado de lo que ninguno hubiésemos imaginado...


Era el 2o dia y último que el recorrido estaba sin marcar, nos juntamos Ramón, Carlos y yo. Íbamos a buen ritmo, el que la mochila y las fuerzas permitían, pensando que la élite ya estaba muy por delante. Esta etapa que inicialmente ya la mochila habría de pesar un poco menos no fue así porque en el 1r Check-point al no poder acceder la organización con coches no habría agua así que salíamos con 3 litros en lugar de 2... Con lo cual el dolor de espalda volvía a ser horrible y el desgaste aumentaba...



Recuerdo que Jérôme en el transfer del aeropuerto al hotel el día que llegué dijo que esta etapa era de las más difíciles por el desnivel y el terreno, y el corte de tiempo. Cada día tenías 10 horas para realizar la etapa pero había tiempos de corte en medio, como en este caso en el CP1. La etapa empezó a complicarse cuando nos metieron por un cañón camino del CP1, piedras enormes que necesitabas ayuda de los compañeros en algún punto que las piernas no te llegaban. Y no sabemos bien bien dónde ni cómo pero unos quilómetros más adelante con Ramón y Carlos nos equivocamos al leer la señal y cogimos el camino equivocado... Ramón nos dijo a mí y a Carlos si dábamos la vuelta pero Carlos y yo veíamos claro que era el camino porque se correspondía con la descripción del roadbook a pesar de no ver marcas, pero se excusaba el argumento también con que el roadbook indicaba que en esta zona las marcas serian escasas.
Lo único que no veíamos claro es que no había ni rastro del corredor alemán que llevábamos delante.

El camino cada vez era más técnico y de repente nos mentimos en una garganta de un río, un cañón muy alto de enormes piedras y muy técnico que daba mucho respeto porque si se te iba el pie quizás no lo contabas. Seguíamos sin ver marcas pero los argumentos que nos convencían eran los mismos, además de la distancia que me marcaba el GPS del Suunto concordaba con el roadbook.



El terreno cada vez era más complicado y no se acababa nunca, Carlos iba por delante y Ramón y yo un poco más atrás. Recuerdo a Ramón gritar a Carlos para plantearnos qué hacer pero ni nos oía, seguimos y seguimos. El GPS se quedó sin batería, perdí la hoja del roadbook y seguimos por el que creíamos que era el camino pero ya con demasiadas dudas...

Empezábamos a ver claro que nos habíamos perdido, aunque yo no perdía la esperanza que no fuese así... Cuando el mar de dudas era ya demasiado profundo oímos un ruido, a Ramón se le iluminó la cara, era una carretera. Menos mal! 

Sin tener un mapa por mucho que tuviésemos un brújula no nos servía de mucho. Ramón hizo el último intento de ver si cruzando la carretera habría alguna señal pero al ver que no, la opción era coger la carretera, pero hacía dónde?? No sabíamos dónde estábamos y en esos momentos quizás la organización ya se había dado cuenta que estábamos perdidos. Ramón si que llevaba su roadbook así que paramos un camión, le pregunté por el lugar del CP1 y me dijo que eran 20km por carretera más luego desviarnos por un camino y más kms... Ésta opción no era válida, eran las 12.20 de la mañana y no llegaríamos antes del cierre y estaríamos igual de perdidos de nuevo porque no habría nadie y peor incluso porque estaríamos en medio de la montaña.

Así que pensé que la mejor opción era ir directamente al CP2 porque recordaba que habían dicho que había un párquing al lado con lo cual estaba cerca de una carretera, y así poder llegar a tiempo y contactar con la organización ya que no teníamos un teléfono de ellos, y el móvil de Carlos que era el único que llevaba estaba sin cobertura. Así que paramos a un nuevo vehículo, esta vez un autocar turístico que el guía nos dijo que teníamos unos 10-15km andando por carretera, nos ofreció llevarnos pero nos negamos, tocaba hacer los quilómetros para evitar cualquier penalización. Después de más de una hora y media caminando por la carretera volvimos a parar a otro coche para preguntar y nos dijo que nos faltaban unos 20km más unos 5-8km más al coger el desvío, nos desmoralizamos bastante, se ofreció también a llevarnos pero nos negamos y seguimos caminando confiando que fuesen los quilómetros que nos habían dicho inicialmente aquel guía turístico. Me sorprendió mucho lo amable que es la gente al parar y ofrecerte ayuda.



Así que tocaba seguir, el calor era desesperante, la dureza de pisar el asfalto y la incerteza de no saber lo que faltaba ni dónde estábamos. Paramos a más coches pero la información era más o menos la misma hasta que 2 horas más tarde cuando justo estábamos a punto de llegar al famoso cruce, vimos una furgoneta de la organización, qué bien!!!!!!! :) Lo malo fue que nos dijeron que nos subiésemos a la furgoneta porque andando ya no llegábamos a tiempo al CP2 pero tampoco nos daban la posibilidad de hablar con Jérôme y saber si estábamos desclasificados, se me cayeron las primeras lágrimas, no me lo podía creer después de todo lo que habíamos pasado y que era el 2o día... por resignación nos subimos al coche, el trato en aquel momento tampoco fue muy cálido por parte de las personas de la organización que estaban allí. Nos encontramos a Ita, otra corredora que también se había perdido y había hecho muchos kms de más. 

Finalmente nos dejaron continuar del CP2 a meta pero sin saber todavía si estábamos descalificados.
Agotados, con buen ritmo y sin perder la sonrisa llegamos al campamento, por el camino nos dijeron que otro corredor, Ali, también se había perdido, pobre! Iba solo y empezaba a oscurecer. Llegó al campamento por otro lado, fuera de tiempo y ya casi a oscuras pero lo importante es que estaba bien. El ambiente en el campamento era tenso porque varios corredores se habían perdido y nos dijeron que Jérôme hablaría con  nosotros al día siguiente porque esa noche llegaría tarde.

Al día siguiente, 3a etapa, 8 de mayo, ya la 1a sin desnivel. Jérôme habló con nosotros pero no nos pareció nada justa la repuesta, nos dejaba continuar pero no estaríamos en la clasificación general sinó sólo por tiempo. Despúes de todos los quilómetros hechos, los tramos peligrosos y que no se hubiesen preocupado ni por poner una marca para evitar todos los que nos perdimos me pareció una respuesta injusta, habíamos pagado mucho dinero por estar allí y era un gran esfuerzo en todos los sentidos... Y me fui enfadada. Jérôme vino a hablar conmigo y me dijo que lo reconsiderarían a la noche y que seguramente no nos descalificarían pero nos pondrían el máximo tiempo de llegada, 10 horas... Esta opción ya me parecía más justa.
Antes de salir para la 3a etapa en el briefing nos dijeron que se había aumentado el marcaje de esta etapa.


Salí a buen ritmo porque la mochila parecía un "poco" más ligera, a los pocos quilómetros nos tocó frenar y esperar el turno, teníamos que subir de uno en uno en una piragua para bordear un lago y no mojarnos, era muy poco trozo, yo quería haber trepado por la pared porque no parecía complicado pero pensé que no me dejarían y ya no lo pregunté. 






Una vez pasado este tramo, cogí ritmo y a tirar, parte de río seco muy abierta, llena de piedras, a penas ninguna marca, a lo lejos veía a la corredora alemana, parecía mi única referencia además de alguna marca, era muy incómodo ir así, después del día anterior lo que menos me apetecía era perderme.


Más adelante había un coche de la organización que me confirmó que íbamos bien. Acabada esta parte entramos ya en camino y aquí cogí buen ritmo, iba sola y me encontraba muy bien, hasta que llegó una bifurcación, tuve dudas, la flecha marcaba justo el camino que menos pensaba que sería el correcto, y mi intuición no se equivocó... Empecé  a avanzar y no veía marcas, y seguía avanzando hasta que decidí darme la vuelta y volver a la bifurcación cuando justo llegaba un coche de la organización y me quejé y me dijeron que lo sentían, que en principio los 2 caminos eran buenos pero el que yo había cogido era el largo, en fin...



De nuevo buen ritmo y a seguir... Fue una etapa dónde me encontré muy bien, iba cansada por el calor, la mochila, el ritmo pero estaba muy animada, pasé a varios corredores y esta vez para llegar a meta, aunque estaba agotada, no hubo ningún problema. 





Este día la meta no estaba en el campamento, nos llevaban luego en coche. Empecé a notar una molesta tibial izquierdo pero no le quise dar importancia.
Al llegar al campamento me enteré que el grupo de los primeros 8 corredores se habían perdido por una mala indicación de un voluntario y el ambiente estaba bastante caldeado...

Día siguiente, 9 de mayo, 4a etapa, en principio era parecida a la anterior. Jérôme en el briefing dió una explicación de lo ocurrido el día anterior y según mi opinión fue muy honesto, pidió disculpas admitiendo el error por el cual se habían perdido los primeros corredores y dijo algo que me pareció muy bonito: dijo que no podía descalificarnos a Ramón, a Carlos y a mí por equivocarnos al perdernos cuando él también se había equivocado en ese caso el día anterior con los corredores perdidos y que todos eras humanos, fue muy bonito, (gracias Jérôme…)



Y empezaba la 4a etapa, fue mucho más dura que la anterior, casi toda dentro de un río seco, intercambiando zonas de mucha piedras con zonas de dunas que costaba mucho avanzar, el esfuerzo enorme y más sobre el calor intenso. 



A pesar de todo el esfuerzo, las sensaciones volvían a ser muy buenas, compartí bastantes quilómetros con Tun, un corredor de Luxemburgo. 

Con Tun pasando una duna
Al llegar al campamento contenta pero exhausta ya vi que el tibial no estaba bien y hablé con el doctor, empezaba a estar inflamado... Tocaba empezar a medicarse... :(


La alegría es que Jérôme me recibió con una Coca-Cola y como todavía hacía calor pudimos sentarnos un rato todos a charlar antes de la cena.




De los mejores momentos de estas carreras son los ratos del campamento, compartiendo la experiencia, "comentando la jugada" alrededor del fuego hasta que las estrellas y el frío nos hacían meternos a la tienda. Era increíble mirar el cielo, precioso.



5a etapa, 10 de mayo, ahora sí que rozábamos el ecuador. Era el día de la mochila más ligera pero empezaban también las etapas de largo quilometraje, y también el llamado "The Track" que en teoría sería más fácil avanzar.

Desayunando
Los pies ya empezaban a notar mucho el esfuerzo, el calor, la arena...
Y la que prometía ser una etapa "fácil" fue increíblemente dura y agotadora protagonizada por inmensas dunas de arena durante sendos quilómetros, parecía que no se acababan nunca bajo el intenso calor

Con Carlos
Con Carlos
Aquí ya el dolor del tibial empezó a ser muy intenso y a cada paso notaba las molestias.
Entre el CP2 y el CP3 miraba hacia adelante y veía a Ramón y miraba hacia atrás y veía a Carlos, los 3 avanzábamos agotados entre la arena, buscando el mejor trozo posible bajo el intenso calor sin decirnos nada, sabíamos los 3 lo que estábamos sufriendo y el desgaste que suponía...


Jérôme nos había advertido de unos últimos quilómetros duros mentalmente por una pista de sube-baja y arena que no se acababa nunca pero realmente toda la etapa fue así de dura.... 


El último tramo Ramón y yo tiramos y Carlos se quedó más atrás y llegó un poco más tarde. Al llegar al campamento y verme el tibial me di cuenta que estaba muy inflamado y que todavía  me quedaban por delante muchísimos quilómetros... Hablé con el doctor, Bruno, de las personas que más me han aportado y ayudado en esta carrera y me dijo que como médico me diría que tenía que parar porque no había otra solución o iría a peor... pero que él como corredor también me decía que siguiese hasta dónde pudiera, y ésta era la opción.
Me tomé las pastillas que me dijeron y al día siguiente ya salía con tiping a ver si así me ayudaba algo...

Esta noche nos daban la bolsa de los otros 5 días y era un punto de energía positiva para muchos en cambio para mí era al contrario por volver a cargar con todo el peso.

6a etapa, 11 de mayo, nada más despertar noté el dolor del tibial muy intenso aunque la inflamación había bajado un poco. Me hicieron el tiping.



Esta etapa la hicimos casi entera yo y Carlos de nuevo bajo un intenso calor, mucha arena y una enorme cantidad de moscas, mucho más que otros días. De hecho antes de venir a la carrera cuando hable con Vicente García Beneito para pedirle como siempre consejo ya me advirtió que cogiese una moquistera porque las mosca eran muy agobiantes.





Íbamos agotados, los CPs estaban muy separados, el dolor del tibial cada vez me hacía cojear más pero no había nada que hacer, sólo seguir para adelante.


Con Jérôme
Del último CP a la meta como Carlos prefería tomárselo más con la calma y yo necesitaba llegar ya por el dolor, tiré para adelante sola y sin pensar llegué de nuevo a la meta ya muy exhausta, este día se notaba mucho el viento frío.




7a etapa, 12 de mayo, ésta era una de las temidas, la más larga antes de la etapa doble, 64kms. Estábamos ya todos por una parte felices porque parecía que ya se veía ya el final pero muy agotados, se notaba hasta en la línea de salida, en las conversaciones del desayuno, en los andares por el campamento...

Con Andrés preparándonos antes de la salida
El tibial iba a peor, demasiado hinchado para pedirle hacer una etapa tan larga... y las suelas de los pies estaban ya también bastante tocadas.

Empezamos la etapa, cogí ritmo muy suave para evitar forzar nada más empezar aunque no pensé que sería tan dura... Los antiflamatorios que me estaba tomando eran muy fuertes, y parte de náuseas que no me dejaban casi comer, hacían que a ratos se me cerrasen los ojos y el ritmo de paso todavía fuese más lento. Iba la última, incapaz de ir más deprisa, miraba al suelo y me veía la pierna inflamada. La inestabilidad del terreno no me ayudaba nada, intentando siempre buscar la parte más fácil de pisada... Decidí romper las plantillas y quedarme sólo con la parte de arriba, no tenía nada que perder y quizás me aliviaba... Y así fue, durante un rato mucho mejor, luego volví al dolor pero parecía menos intenso. 

Era consciente que el ritmo era muy despacio y fue al llegar al último CP antes de la meta cuando Vicente, el fotógrafo oficial de la carrera y gran persona, me dijo sabiéndole muy mal que Jérôme le había dicho que tenía sólo 1h30' para hacer 17km. Puede parecer mucho tiempo pero en las condiciones en las que estaba no lo eran. Vi en los tiempos de paso que Carlos era el último que había pasado por ese CP hacía más de 40'.


A pesar de como estaba, decidí que lo iba a dar todo. Cogí un buen ritmo y a caminar lo más rápido posible. Vicente que me iba grabando des del coche me dijo que con ese ritmo sí que llegaría y que me esperarían, en el coche también iba Nelly que me iba animando mucho. 




Empezaba a oscurecer y fue cuando Cedric, la pareja de Nelly, se puso detrás con el coche y me iba ayudando por la compañía y la luz, iba agotada y el dolor era muy intenso, a ratos paraba e intentaba coger fuerzas mientras estiraba sobre los palos sabiendo que estaba en las últimas. 





Un rato después cuando ya era completamente de noche vi que delante mío a pocos metros iba Carlos que también llevaba un coche detrás, iba con él Ale. Sin saber cómo metí el pie en un agujero y me caí, era lo único que me faltaba, menos mal que no fue nada.


Y dándolo todo vi que llegaba el campamento, me recibió el doctor, que me vio lo coja que iba... Me quitaron la mochila y me la llevaron a mi tienda y el doctor me dijo que me estirase en un plástico que tenían dónde hacían la curas. 


Sin poder aguantar más me puse a llorar de todo el dolor y sufrimiento, era insoportable. Estirada me subió la pierna arriba y me quitó el vendaje mientras yo no conseguía dejar de llorar y al verme como tenía la inflamación me puse peor. 



Luego empezó a arrancare los esparadrapos de las plantas, me dolía tanto... le dije que parase por favor, me dijo que eso no era nada, que el problema era el tibial pero el dolor para mí era intenso también. Me curó los pies, y del tibial no me dijo nada, ya sabía lo que había... que me tomase las pastillas y ya está... Alrededor estaban muchos miembros de la organización animándome: Vicente, Nelly, Ale, Cedric... Les estaré eternamente agradecida..



Llegué a la tienda dónde estaba Isis esperándome para animarme y ayudarme a preparar la cena y cambiarme, pero era incapaz de dejar de llorar, era la 1a vez que el deporte me provocaba esta sensación tan dura de dolor... Los chicos también me animaron pero no tenía ganas de nada, me cambié como pude y ni cené, tenía mucho frío, me metí al saco a dormir, estaba agotada...


8a etapa, 13 de mayo, ahora si llegaba uno de los días más anímicamente esperados, el último antes de la etapa larga y de menos quilometraje que los últimos días, de hecho tenía que tener 52km y Jérôme nos dijo que serían 49 y que los otros 4 los haríamos en la última etapa.


La mayoría serían por asfalto así que volverían a hacerse pesados pero por otro lado mentalmente la energía era más positiva a pesar del agotamiento del cuerpo. Fue una etapa en la que Carlos y yo volvíamos a cerrar pelotón. El tibial peor de nuevo y el asfalto tampoco lo favorecía mucho. Seguíamos bajo un intenso calor. Parecíamos dos almas por la carretera, los coches pasaban veloces  a nuestro lado y la mayoría nos pitaban y nos saludaban.
Y fui dejando atrás a Carlos que se tomaba como siempre la última etapa con música y más tiempo. Y realmente esta mentalmente se me hizo más corta y por fin llegué al campamento, conseguido!!!!!! :)
Agotada y coja por la inflamación del tibial pero feliz, sólo quedaba la última etapa, era la más larga, casí 130km, pero una vez acabada se habría terminado esta aventura....

9a etapa, 14-15 de mayo.
Había llegado el gran momento, todos sabríamos que sería dura pero que era la ÚLTIMA!
Jérôme nos dijo que para intentar llegar no muy escalados entre los primeros y los últimos saldríamos a diferentes horas: 04.00am, 06.00am, 08.00am y el último grupo a las 10.00am, que eran los más rápidos.
Así que a Carlos, a Roberto (corredor italiano) y a mí nos tocaría empezar a las 04.00am con el apoyo de Cedric y Nelly que irían abriéndonos paso con el coche.

Le dije a Isis que pusiese su móvil a las 03.00am para levantarme y tener margen de despertarme y preparar todo y poder comer algo. Justo después de sonar el despertador enseguida desde fuera de la tienda Jérôme vino amablemente a despertarme porque le dije que la idea era despertarme a las 03.00.
Como costaba salir del saco, y sobre todo al mover la pierna y notar de nuevo el dolor del tibial.
En la tienda de al lado escuchaba a Ramón y Carlos hablar entre ellos y como siempre me hacían reír. 

Empecé a vestirme y recoger todo sabiendo que ya no volvería a dormir en ese saco, era ya la última noche... (aunque resultó luego que no sería así....). A fuera hacía mucho frío, todos estaban ya preparados, Jérôme me ayudó a ponerme las zapatillas.
Ni tuve tiempo a desayunar. 

4.05am salíamos, yo empecé a caminar a ritmo más rápido a pesar que era como si el cuerpo todavía se estuviese recolocando, pero quizás era por quererme quitar el frío que tenía ánimo para avanzar. Al ver que Roberto y Carlos iban más lentos, aflojé, Roberto me dijo "Bea, piano piano", y entre bromas hablamos del desayuno que nos apetecería comer...

Hacía tanto frío que Carlos no se lo pensó para ponerse encima el saco de dormir, fue un momento muy cómico, yo tenía ganas de ponerme el plumas pero no era capaz de parar y quitarme el Goretex. Cedric y Nelly iban delante con el coche mostrándonos el camino. Después de más de 2horas parecía que empezaba a amanecer y en este momento Roberto empezó a trotar, yo me quedé en medio y Carlos se iba quedando muy retrasado hasta que rato más tarde me alcanzó y llegamos juntos y de día al CP1. Justo después de fichar y despedirnos ya de Nelly y Cedric empezamos el camino hasta el CP2 mientras desayunábamos por fin, demasiados quilómetros ya con el estómago vacío. Íbamos hablando, con mente positiva y distraídos, contentos de haber hecho ya 22 quilómetros. Tocaba pista inmensa y larga hasta el CP3, poco a poco empezó a hacerse pesada, el calor empezaba ya a apretar. Jérôme iba pasando con el coche animándonos. Llegué un poco antes que Carlos al CP2, gran alegría cuando me dijo Cedric que ya llevábamos 40km!!! El tibial me dolía bastante de nuevo pero ya salí incluso sin tiping, el doctor me dijo que ya daba igual, que hoy era cuestión de aguantar hasta dónde pudiese. Decidí tomar un antiflamatorio más suave para que no me afectase el sueño ni el dolor de estómago. 

Comí algo y salí un poco antes que Carlos. Jérôme me estuvo explicando lo que venía de camino, me tocaba de nuevo entrar en carretera, sabía que el dolor del tibial con el asfalto se intensificaría... 

Fueron 12 quilómetros interminables, agotadores, no pasaban nunca, y el calor hacía todo más duro. A ratos iba por el arcén y a ratos por la arena de al lado para ir cambiando la pisada. 
Me giraba y a lo lejos veía a Carlos.

Y justo al llegar a una zona de acampada que eran ya sobre las 15h, llegué al CP3, allí estaba Nelly que me animó mucho, yo me sentía floja así que era  momento de empezar a sacar la comida "especial" para la última etapa, una bolsa de frutos secos para ganar energía. Vino Jérôme y le pregunté por el doctor porque necesitaba la crema antiflamatoria para darme un masaje en el tibial, me dijo que le avisaría para que estuviese en el próximo CP.



El camino volvía a entrar en tierra, al poco empezaron a adelantarme algunos corredores trotando, como me hubiese gustado seguirles pero era incapaz, ni la mochila, ni el tibial ni las fuerzas me lo permitían. Pasó Vicente con la furgoneta y la cámara animándome y también venía Federico.

Así que seguí avanzando hasta el CP4.... Todo ya por carretera, los corredores iban pasando trotando... Pasaron Isis, Andrés... Qué envidia, les quería seguir... Les pregunté por Ramón y Carlos y me dijeron que venían detrás.

El día empezaba a apagarse, llegué al CP4 y ya me abrigué y me puse el frontal con pilas nuevas para afrontar la noche que no tardaría en llegar. Al poco de salir me encontré a Jérôme que nos iba poniendo sticks luminosos en la parte posterior de la mochila para que los coches nos viesen. 
Pasó de nuevo también Vicente con su cámara, para animarme y sacarme una sonrisa que tanto costaba en ese momento.




Y ya la noche cayó... Empezaron los ojos a cerrarse también, el cansancio era extenuante y me costaba avanzar porque la línea recta de la carretera hacía que la visión monótona te atontase más. Ya pasaban pocos coches.




Paso Ali, le pregunté por Ramón y Carlos y me dijo que no venían muy atrás y decidí avanzar muy poco a poco y esperarles.


Y después de un rato nos juntamos y mucho mejor, los momentos duros compartidos siempre son mucho mejor y más con grandes compañeros y empezaron momentos muy cómicos. Pasamos el CP5 y a partir de aquí dureza pero risas cuando Carlos volvió a colocare el saco de dormir y le dolían tanto los pies que se puso descalzo y luego se construyó unas "chanclas" con el colchón...


Yo me volvía a dormir, era incapaz de evitarlo, Carlos me dio un "chute de cafeína" que recordaba haber visto en alguna carrera, no soy de "pócimas" así pero en momentos como éste creo que casi todo vale... Y aunque no me quitó el cansancio si evitó durante un rato que se me cerrasen los ojos... 

Y aquí empezó todo a endurecerse mucho, después de horas no llegaba nunca el CP6 ,era imposible, por muy lentos que fuésemos. La señalización de la carretera hacía que a ratos pensáramos que ya llegaba... Hasta que una luz muy clara nos avisó que sí, pero no era el CP6, era Roberto, corredor italiano, muy enfadado porque igual que nosotros llevaba horas caminando y no veía el CP6 y venía con el corredor coreano que pobre al no hablar inglés no entendía nada. Cuando nos juntamos decidimos también esperar un rato a Dario, el corredor suizo que era el último y que hacía rato que veíamos a lo lejos. 

Ya los 6 juntos seguíamos sin entender dónde estaba el CP6 y como que no había pasado ningún coche de la organización por la carretera después de tantas horas cuando nos habían dicho que irían vigilando.
Hacía rato que ni comía ni casi bebía por el cansancio. Lo mágico era mirar el cielo inmenso repleto de estrellas, me recordaba a Atacama, se podía la Via Láctea perfectamente y todas las constelaciones, y fue increíble cuando vi tan claramente una estrella fugaz, pedí desde muy adentro un deseo, sólo quería eso.

Al rato paso una furgoneta con unos de los voluntarios que nos dijo que no localizaban la furgoneta de Nelly y Cedric; que Tun (corredor de Luxemburgo que habíamos compartido quilómetros en alguna etapa), y otro corredor alemán y Juan estaban durmiendo en el CP5 pero que ya venían de camino; y que no sabía lo que quedaba para el CP6 lo cual nos extrañó, le dijimos que queríamos hablar con Jérôme, Roberto sobretodo estaba muy enfadado.... Era todo tan subrealista... Nos dijo que iba a mirar a cuanto estaba el CP6, volvió al rato y nos dijo que a unos 2km, no nos salían las cuentas como podía ser que después de tantas horas no hubiésemos llegado... Algunos opinaban que el CP6 lo estaban montando en ese momento con unas tiendas que nos dijeron y fuego para que pudiésemos dormir un rato si queríamos.

Llegamos y estaban Ale y la otra chica voluntaria nos trataron genial, y entre todos acordamos dormir un rato. Juan que acababa de llegar también se quedó porque no se veía capaz de salir solo, así que estábamos 7. Eran las 3.30, dormir y salir a las 06.00 de allí. Y así fue como volví a sacar de nuevo el saco de la mochila... Hacia tanto frío... Hacia horas que llevaba todo la ropa puesta, la manta térmica encima e incluso unas bolsas de plástico en las manos. 



El hecho del cansancio acumuladoy la pérdida de peso hacía que el frío nos afectase más. Ni inflé colchón, me metí en el saco y enseguida me quedé dormida y rato antes de las 06.00 nos despertaron.
Me dolía muchísimo el tibial y hacía mucho frío pero al menos estaba más descansada y no se me cerraban los ojos. Y empezamos a avanzar, parecíamos heridos de guerra por como andábamos, cada uno con sus dolores, era muy cómico.
Al hacerse de día poco a poco el grupo empezó a estirarse y Juan y el coreano tiraron para adelante.

Yo estaba agotada y el tibial más todavía pero íbamos haciendo, costó mucho psicológicamente también pero llegamos al CP7 después de 17km dónde estaban Cedric y Nelly, el último CP antes de la meta. Ramón y Carlos salieron sin esperar, y Roberto un poco más tarde. Dario y yo preferimos comer algo, saqué la última comida reservada para la última etapa y la compartí con Dario, Cedric y Nelly, unas risas para intentar afrontar de la mejor manera los últimos quilómetros. 


Con Dario y Cedric
Y a sacar las fuerzas de dónde fuese para hacer los últimos 16km de los 521km. Le dije a Dario que si estaba mejor que yo tirase pero me dijo que prefería quedarse conmigo y compartir estos últimos momentos duros pero que a la vez serían los más felices.

Mentalmente costaba pensar en lo que tardaríamos en hacerlos, Cedric y Nelly nos iban acompañando y marcando los que llevábamos parándose cada 2km con la furgoneta. Dario me dijo que intentásemos coger buen ritmo, y empezamos a hablar de cosas diferentes a la carrera para ir pasando los quilómetros sin pensar.

Como ya estábamos acostumbrados en esas carreteras, iban pasando 4x4 espectaculares o increíbles caravanas, nada de coches, y la gente muy amablemente siempre saludaban y se cambiaban de carril.
A ratos nos dábamos cuenta que estábamos agotados, yo iba ya muy coja. Ver el Uluru al final aunque lejos nos animaba.

Apareció Ale con la furgoneta y nos dijo que él nos acompañaría hasta el final.

Y fue increíble cuando nos dijo que se acaba la carretera y que nos quedaban los últimos 4 quilómetros de arena para llegar a la meta. Aprovechamos para quitarnos ya la ropa de abrigo y afrontar esos últimos quilómetros, que emoción, estábamos agotados, el tibial me dolía ya muchísimo pero era un gran momento, la felicidad era tan inmensa... 

Los últimos 500m empezaron a aparecer corredores para acompañarnos, ya veíamos a lo lejos la meta, y empezábamos a sentir los aplausos, me empezaron a caer las lágrimas sin poder parar, incluso ahora escribiéndolo me emociono. 








Me había costado tanto llegar allí, tantos momentos duros, a punto de cruzar la meta alrededor de Dario y mío todo eran aplausos y gritos, nos cogimos de la mano para compartir ese gran momento y cuando crucé la meta me fundí en una abrazo con el doctor por todo lo que me había ayudado y con Jérôme y con todas las personas que habíamos compartido esa gran aventura, eran feliz por haberlo conseguido... No podía dejar de llorar, nunca me había pasado, supongo que me estaba saliendo todo el sufrimiento fuera, era una mezcla del dolor acumulado que salía hacia fuera y de la felicidad que sentía...


Línea de meta
Con Carlos
521 quilómetros de auténtica aventura, mi pasión! Y ahora llegaba el momento de empezar a disfrutar de TODO!!
Entrega de la medalla de Finisher con Cedric y Jérôme

Y como no, acabar con el mayor agradecimiento primero a la persona que ha confiado en mí y ha hecho posible que pudiese cumplir este sueño, mil gracias JP y a Pharmacie Principale por todo el apoyo! Y al resto de marcas que me apoyan: Salomon, Suunto, Salice, Lurbel, Dexcom.

Y como no a las personas que hemos estado conviviendo durante todo esta aventura The Track que hemos compartido todo, momentos buenos y malos y habéis hecho posible que cruzase esa meta: organización, corredores y voluntarios!

Y como siempre, a los que no me acompañáis físicamente en mis aventuras pero siempre correis conmigo dentro de mi mochila enviándome fuerza y ánimos.

Ahora a disfrutar de este gran momento, asimilar la experiencia vivida, recuperar la lesión, los quilos perdidos, cuidar el cuerpo...

...y a pensar en la próxima! ;)


Pd. Mil gracias al autor de las fotos, Vincent Kronental!! Cada imagen refleja un momento, un sentimiento, es el mejor recuerdo que me puedo llevar! :) 

Everest Base Camp (September 2012)