domingo, 17 de enero de 2021

El precio de cumplir un sueño

Normalmente, y por falta de tiempo, siempre suelo escribir para explicar alguna aventura o competición pero hay días como hoy que tenía la necesidad y las ganas de encontrar un rato para escribir lo que me pasaba por la cabeza.

Hace unos días mi gran amigo y alpinista Fernando Garrido ponía en Facebook una frase de esas que te hacen pensar: "Hay alpinistas valientes. También hay alpinistas viejos. Lo que casi no hay son alpinistas valientes viejos". A partir de aquí, que cada uno reflexione lo que quiera.

Ayer recibí un whatsapp donde me alertaban de una noticia que todavía no se había empezado a difundir como lo hizo rato después. Sergi Mingote había muerto mientras descendía del K2. Me quedé atónita, helada, no me lo podía creer. No le conocía directamente pero en mi trabajo (TV) habíamos seguido su trayectoria como alpinista hacía ya muchos años y esta última vez lo hicimos de nuevo antes de que partiese. Y estos días, yo como todos los amantes del alpinismo a nivel mundial, había estado siguiendo el día a día del que podía ser un hecho histórico del alpinismo mundial: coronar el K2 invernal, nunca antes conseguido.

Lamentablemente, muchos de los accidentes en la montaña ocurren bajando, por lo que la celebración en la cima nunca es la celebración final. Ésta llega cuando vuelves por tu propio pie al lugar de origen. 

Hoy en día mucha gente se enzarza en aventuras y retos careciendo de la experiencia necesaria pero motivados por conseguir un reto, una azaña, pero quizás sin la experienca necesaria. Éste no era el caso de Sergi Mingote, que con 49 años ya había coronado diez 8.000 además de muchas otras gestas deportivas. Y actualmente estaba persiguiendo su reto de coronar los 14 ochomiles en 1.000 días. Su vinculación política por ejercer de alcalde de una población de Cataluña durante 7 años y su colaboración con fines sociales, además de su poder de difusión mediática, lo habían hecho protagonista de muchos titulares.

Cuando en 2019 murieron David Lama, Hansjörg Auer y Jess Roskelly por una avalancha en las rocosas canadienses seguí mucho la noticia. La mujer de Jess hizo muy palpable su dolor a través de las redes sociales y no puedes evitar pensar que debe ser un dolor tan grande que no deseas por nada del mundo que te pase a ti aunque tu pareja también se dedique profesionalmente al mismo medio. Qué deben sentir unos padres, la pareja o los hijos de cualquier alpinista que pierda la vida en la montaña? Ayer pensé en la mujer y en la hija de Sergi y en como se debían sentir. Cuando un alpinista se enfrenta a un reto alpinístico de estas dimensiones supongo que en su interior sabe que hay un riesgo inevitable de evitar. Igual que también lo deben saber sus familias pero no puedan hacer nada por intentar cortarle las alas. De hecho, todos los que practicamos alpinismo aunque no sea en un 8000 sabemos que hay momentos en que no te puedes equivocar, y también que hay veces que la montaña nos puede sorprender porqué no todo es 100% precedible ni inevitable. Lo que le pasó a Juanjo Garra en 2013 en el Dhaulagiri también fué una desgracia.

Ayer un grupo formado por diez nepalís de tres expediciones diferentes lograron la primera ascensión invernal al K2, aunque nunca podrá ser recordado con alegría, siempre quedará la sombra del fallecimiento de Sergi Mingote. Y ahora sí, las catorce cimas más altas del mundo ya han sido coronadas en invierno. Pero a qué precio? 

Cuando estuve en 2012 en el Campo Base del Everest y me explicaron que de camino a la cima depende de las condiciones puedes llegar a pisar cadáveres me pareció duro. Cómo debe ser el deseo de intentarlo aún sabiendas del riesgo que hay? Supongo que es lo me hizo declinar la propuesta que me hicieron de intentarlo. Sé que cuando deseas algo de corazón, luchas hasta el final por conseguirlo, será éste el motivo que empuja a tantos alpinistas a querer coronar un 8000. Ahora parece que coronar un 8000 puede llegar a estar al alcance de mucha gente pero creo que sigue siendo algo que sólo unos pocos pueden llegar a conseguir. Como cuentan muchos alpinistas, muchas veces el riesgo es mayor intentando coronar montañas más bajas y/o con vías más difíciles, parece que el tiquet para el Everest con oxígeno lo vendan en el Mercadona.

Aunque la actualidad del alpinismo pocas veces copa portadas de medios generalistas, ayer la mala noticia abrió los deportes de muchos informativos en detrimento de un vanagloriado deporte como es el futbol. Fue sorprendente como la muerte de Sergi Mingote no se confirmó hasta que el ministro de Sanidad Salvador Illa hizo un tuit a las 14:30 lamentando el fallecimiento, y media hora más tarde lo hizo en la misma red social el presidente del Gobierno.


Sergi, DEP.



Everest Base Camp (September 2012)