jueves, 9 de septiembre de 2021

24-29/08/2021 Una TDS que nadie esperaba

La recuperación de la fractura del dedo pulgar de la mano derecha me llevó hasta finales de julio con lo que la participación en la carrera Lavaredo Ultra Trail en Italia a finales de junio tuvo que ser cancelada. A parte de no poder hacer nada de escalada, crestas... 

El mal tiempo también hizo que anulásemos la semana prevista a finales de julio en Alpes, en un año con una meteo atípica en todo el mundo visible con el impacto que ha tenido en muchos lugares. Y que en Alpes se ha manifestado con mal tiempo y mucha nieve.

Pero igualmente he aprovechado para otras "actividades" y seguir disfrutando! :)


22/06/2021 Queralbs-Nou Creus-Núria


27/06/2021 Pico Collarada




02/07/2021 Grèixer - Canal de la Serp - Penyes Altes - Niu de l'Àliga - Grèixer


17/07/2021 Cresta de los 15 Gendarmes





























01/08/2021 Pico Palas por la Cresta de los Geodésicos































07-08/07/2021 Arbitrar Subida a Oroel



La pandemia, la fractura del dedo... Hizo no decidirme a participar en el UTMB hasta principios de agosto, donde me ví con alguna posibilidad de acabar. Este 2021 estaba apuntada a la distancia TDS, 145 quilómetros y 9.100 metros positivos con un máximo de 44 horas para acabar. 

Este año era mi 9a participación en una de las carreras del UTMB. La TDS, que ya la había hecho en 2016 y fue dura pero con buenas sensaciones, y que ahora tenía una nueva versión donde habían añadido más quilómetros, más desnivel... Una carrera más salvaje y aventurera que la UTMB clásica y la CCC.

La previsión de meteo llevaba fluctuando días pero no pintaba mal. Estaba apuntada con dos amigos que ya hemos compartido muuuchas carreras y entrenos, Roque y Esteban. Con la pandemia, la salida se dividía en 5 grupos de corredores a diferentes horas entre las 15h y las 16h. A mi me tocaba a las 15:30 y a ellos a las 16h. Saliamos de Courmayeur. 

Llegamos el lunes a Chamonix. Y preparativos de siempre, recoger dorsal, Salón UTMB, saludar amigos, comprar alguna cosilla en el super y a preparar la mochila.



Con Patrick Bauer, director de la 
Marathon des Sables, en el Salón de UTMB

El lunes por la tarde nos llegaron 2 sms, uno donde nos indicaban que finalmente no haría falta ni el "kit de frío" ni el "kit de calor", y otro que nos alertaban que había riesgo de chubascos fuertes y frío para el martes por la tarde. 

Parece obvio pero yo que siempre voy a tope de cosas y durmiendo menos horas de las que necesitaría, sé que para venir aquí hay que hacer bondad y los días antes dormir mucho. Y lo cumplí al pie de la letra. No tenía ninguna molestia y todo estaba controlado así que no había nada que me impidiese tener algo de esperanza que podíamos acabar la carrera a pesar de la dureza de la prueba y que faltaban horas de entrenos, y a ver hecho alguna carrera del estilo previamente.

Llevo compitiendo desde 2007 y sigo con los mismo nervios y sensaciones. Esa emoción e ilusión que me hacen apuntarme y que me acompañan hasta 2 días antes de la carrera y que el día antes de la carrera se convierten en nervios, en preguntarme a mi misma sinó es momento ya de retirarme, en fin... Cosas que luego se olvidan cuando empieza la carrera y sobretodo cuando llegas a meta.

El martes me desperté con buenas sensaciones pero sin poder obviar los nervios. Mañana tranquila, a las 13:15 tocaba coger el autocar. 

Nos llegó un sms que teníamos que estar 30' antes para coger el autocar por el tráfico que había en el túnel del Montblanc para llegar a Italia.

Concentración para no dejarme nada, protocolos de preparativos de siempre, y nos vamos! Estábamos alojados en el centro así que en pocos minutos llegamos a la salida de los autocares. Nos habían dicho que pedían el certificado de vacunación antes de coger el autocar pero no fue así, ni para corredores ni para acompañantes. Realmente el túnel del Montblanc estaba colapsado, por suerte llegamos bien de tiempo a Courmayeur. Los que salíamos en los 2 primeros grupos estábamos un poco más arriba pero muy cerca. Estaba todo mojado, debía haber llovido por la mañana. Y el cielo estaba gris y con pinta de volver a caer.

Qué nervioss, era un ir y venir de corredores, algunos se metian en las cafeterías de al lado, otros descansaban en el suelo, otros estaban estirando, otros calentando, otros comiendo, otros con la familia... Cada uno pasando esos últimos momentos como le iba mejor. Aprovechámos a comer, yo para no perder la costumbre, si la carrera sale al mediodía, pues me como un bocadillo de jamón integral y un buen pan de cereales y a disfrutar. Nos llegó otro sms que el primer grupo que salía a las 15h se pasaba a las 15.30, era por el retraso de autocares que todavía no habían llegado.


No decían nada de las otras carreras, sólo que la última salida sería a las 16h, que esa no la modificaban. Así que como vimos más tarde, cada 5-10' iba saliendo un grupo.


Ahora sí que sí, últimos minutos. Carmen la mujer de Roque me acompañó a la salida, entre el área de salida y ya se oía el speaker que iba a dar la salida al primer grupo donde estaban los élite. Y nosotros ya nos empezábamos a mover también. Miré el reloj y eran cerca de las 15:45h. Roque y Esteban salían a las 16.00h así que genial, con el cambio de hora podríamos llegar a juntarnos más fácilmente.

Segundos antes de la salida

3, 2, 1... Salida! Lo peor, esos primeros quilómetros donde todos los corredores lo dan todo y piensas, a ver, si tenemos por delante los que menos 20 horas y los que más 43 horas 59 minutos 59 segundos, para que agonizar ahora estos primeros quilómetros?? No merece la pena, en fin jeje... Decidí parar y caminar. Por suerte rápido se inclinó el camino y empezaron los ritmos a aflojar, pero no para todos, los primeros ya hacía rato que habían tirado para adelante.

Buff que agonía, de repente nos metemos ya en la pista de esquí, la misma por donde bajamos cuando estamos haciendo el UTMB y entramos dándolo todo a Courmayeur, meridiano de la carrera. Por suerte, en esta carrera seguimos la pista de esquí y así nos evitamos el zig zag de UTMB dónde se habrían hecho tapones.

Bajo "un punto" el ritmo, intento respirar pero no me llega el aire, me doy cuenta que este asma alérgico que me diagnosticaron hace unos meses empieza a manifestarse y necesito el inhalador. No quiero parar para no perder la rueda pero al final no me queda remedio, paro y a los pocos minutos lo agradezo, empiezo a poder respirar mejor. 

Me cogen esos minutos de desanimo al no poder con estas salidas tan agónicas y tener ganas de abandonar, sé que lo debo pasar y no dejarme llevar por estos pequeños momentos de agonía pero eso lo digo ahora desde la distancia en mi casa tranquila pero cuando estoy allí me desanimo y quiero darme la vuelta y abandonar pero por suerte aunque lo piense nunca tengo el valor de hacerlo, menos mal jeje...

Llego al primer control, km 6,8, intento relajarme 2', había bastante gente todavía porqué detrás de mi salida habían 2 más. De hecho ya lo había notado por el ritmo de los corredores que me pasaban, cuando de repente corrían era que ya me habían cogido los de un grupo que había salido detrás mío.

Salgo del control un poco más tranquila pero la agonía continua porqué la subida sigue incesante aunque ahora que el inhalador ya ha hecho su efecto completo puedo respirar más profundamente y coger aire bien. Llego arriba, parece que la cosa ya se relaja y empieza la bajada a Lac Combal, ya me relajo y por primera vez desde que ha empezado la prueba empiezo a sonreir. 



Voy haciendo, bajando pulsaciones después de la larga subida, dejo que me pasen los que bajan más rápido y llego a Lac Combal, una zona mágica como siempre, el avituallamiento está situado en el mismo sitio que para el UTMB pero en este caso llego por el lado contrario. 





En la zona había bastantes turistas, y ya en el avituallamiento bastantes corredores. Genial sorpresa encontrarme a Néstor Bohigas que estaba controlando el crono, una buena charleta, me lo tomo con calma, aprovecho que hay lavabo y para no parar más tarde ya voy allí. La gente se abriga mucho porqué al bajar el ritmo y parar se nota el frío pero venía de nuevo subida así que yo me pongo sólo el chaleco cortavientos y dejo manguitos a mano.

No me lo puedo creer, mientras comía algo aparece Roque, qué ilusión! Me cuenta que Esteban ha plegado en el primer avituallamiento. Ha sido un bajón mental porqué sin duda estaba muyyy fuerte. Qué pena! Roque llena agua, come algo y salimos juntos.

Empezamos la subida a Col Chavannes de casi 600m positivos. Vamos haciendo, buenas sensaciones y vistas espectaculares! 

Parece que llegamos a un bonito llaneo en el valle y aprovechamos para coger aire.




La alegría dura poco, empieza la segunda parte de la subida, ya más intensa.



Se nota que ya queda poca luz, y empiezan a bajar más las temperaturas. La gente empieza a quedarse ya durante la subida, ceden el paso o simplemente se sientan a descansar. Nosotros vamos haciendo, las sensaciones son buenas. Y al llegar arriba ya negra noche, una bajada tendida y cómoda donde paramos a abrigarnos porqué se nota ya bastante frío.

Nos vienen ahora otros 500m positivos que se hacen bastante bastante largos,  a simple vista nos habíamos ilusionado que los haríamos rápido por el perfil que vemos pero se hace interminable. Llegamos arriba justos de tiempo y ya para abajo.

Una larga bajada no tan cómoda como la anterior pero vamos haciendo. El sueño de momento no hace acto de presencia, se notan las horas dormidas los días anteriores. Miro el reloj, empiezo a ver que ya el crono es justo. Pasa rato, seguimos bajando y parece que nos acercamos ya "a la civilización" y aparece el control pero no era Burg todavía, era Séez, cogemos rápido agua, nos quedaban 3 quilómetros para Bourg Saint-Maurice. Roque se empieza a desanimar y me dice que el abandonará, yo no contemplo esa opción, hasta que aguante. Al llegar al control nos vendrían 2.000m de subida y luego la bajada más técnica de toda la carrera con cuerdas, pero no me asustaba, iba cansada pero me encontraba bien y lo quería intentar! Escuchamos un helicóptero, qué raro porqué de noche no suelen volar los helicópteros. Nos miramos, Roque ya me comenta que igual ha pasado algo. Y sí, al llegar al control de Bourg Saint-Maurice a parte que llegamos tarde y ya no se podía continuar, había habido un accidente con un corredor y de ahí el helicóptero. Dentro del pavellón había corredores que habían abandonando esperando la repatriación. Por suerte vino rápido el autocar, y ya en el autocar el rumor del accidente se había corrido y vimos el tuit del UTMB donde lo anunciaban. Era en el tramo de cuerdas que yo pasé ya en la TDS de 2016 y que nos tocaba pasar de camino al siguiente control si hubiésemos podido continuar.

El tuit también decía brevemente que los corredores que no habían llegando al lugar del accidente ya no podrían continuar, vaya, estábamos hablando de 1.100 corredores casi. Por delante del km.62,5 sólo habían los 300 primeros. La situación era complicada, a ver que harían con todos esos corredores, de noche y con el frío que hacía, y la lluvia que caía por allí. La cifra demuestra lo dura que es esta carrera si en este tramo de 10km que había entre Bourg y el lugar de accidente habían metidos 1.100 corredores. descontando los que nos habían parado ya en Bourg.

Llegamos a Courmayeur para coger otro autobús que nos llevaba a Chamonix y ya había también dentro de un bar un gran grupo de corredores que habían abandonado y esperaban el autobús y la organización dejaba pedir algo caliente, pero cuando íbamos a pedir llegó el bus y ya para Chamonix, ya estaba amaneciendo.

Por suerte el apartamento estaba practicamente al lado de la parada del autobús, una ducha y a dormir, aunque con todos los acontecimientos ya casi no dormirmos. La organización al poco anunció que a las 9h de la mañana daría una rueda de prensa para dar parte de la sucedido. Por mi trabajo, pensaba en la situación de crisis de la organización a nivel de comunicación (no era nada fácil, y era el  primer año al mando para la hija de los Polletti), la gestión de los grupos de socorro para evacuar a tanta gente que ya se decía que algunos estaban con hipotermia por estar tanto rato parados y no llevar el material adecuado (ni quizás el obligatorio...), y sobretodo, no quería ser pesimista pero no pintaba bien lo del accidente. Y así fue, en la rueda de prensa se comunicó el fatal desenlace del accidente, el corredor checho había muerto. Qué pena. 

Me pareció periodismo basura que un medio como 20 Minutos que no creo que tuviese un enviado especial aquí, publicase al poco que el corredor tuvo el accidente porqué no se cogió a las cuerdas para bajar... Y qué sabían ellos? No creo que si había algun testimonio, hubiese hecho esa declaración, pasara lo que pasara, en fin, lo que se hace por ganar audiencia.

Desconcierto... Para nada la TDS que esperaba pero no me quejaba por nada, yo podría volver otro año pero ese corredor que había muerto ya no. Pensé en irme al día siguiente, pero al final decidí quedarme y disfrutar de esas montañas, de esos caminos, e hice buenos recorridos, a parte de disfrutar del ambiente de Chamonix, ver amigos, animar a corredores que llegaban a meta, ver la mítica salida del UTMB que nunca la había vivido como espectadora, sólo cuando estuve trabajando pero no se disfruta igual... Chamonix nunca defrauda!









Me sorprendió negativamente que la organización dejase continuar a esos primeros corredores de la TDS y la meta se celebrase como si nada. Bajaron un poco la explosión de celebración pero no mucho, y creo que por respeto se tendría que haber parado la carrera para todos, aunque eso les supusiera pérdidas económicas.

En fin, aquí demuestra como UTMB, al menos en mi opinión, ha perdido su esencia, se ha dejado llevar por la avaricia económica. Y aunque para una persona que vaya por primera vez le parecerá genial, ya no es lo que era. Aunque sí que es cierto también que correr allí siempre gusta, y si se da la ocasión, la aprovecharé sin duda porqué Chamonix no sólo es el UTMB, es algo más especial para mi, me ha dado mucho, me enamoré de Chamonix cuando llegué por primera vez allí y no sabía lo que era el UTMB. Volveré, sin duda.

Ahora a pensar en lo que llega que no es poco! ;)




Everest Base Camp (September 2012)