miércoles, 25 de julio de 2018

12 julio de 2018 Cima del Elbrus 5.642m (Rúsia)


Aprovechando el verano antes del sueño del Elbrus ;)

13 de junio, escalando en Predicadera















23 de junio, escalando en Panticosa 3 vías (Vía del Nano + Espolón de Rebollón + vía Arista Mowgli)





















24 de junio, barranco D'Os Lucas


















30 de junio, escalada en Collbató





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Elbrus, la montaña más alta de Europa con sus 5.642 metros estaba en mi lista de deseos pero hasta este mes de julio no había cuadrado hacerla.


Como no, confiaba en Aragón Aventura para la organización de todo.
Rusia no estaba en mi lista de países con ganas de visitar y tampoco pensaba que el Caucaso me captivaría como lo hizo.
Quizás a simple vista puede parecer una montaña fácil pero no fue así por las condiciones que encontramos 
Como guía teníamos al mítico Juanito Oialzabal, había escuchado mucho sobre él pero prefería ir con la mente libre de prejuicios y hacerme mi propia opinión.

Éramos un grupo de 8 más Juanito, y resultó ser un grupo majísimo: Andrés y Carolina pareja de Madrid, Pepe de Madrid, Luis del País Vasco que ya nos conocíamos, Ángel de Zaragoza, Gabi de Alicante y José Luis de Toledo.

Salían todos de Madrid menos yo de Barcelona y nos vimos todos en Moscú la madrugada del 6 al 7 de julio para coger otro vuelo a Mineralney Wody.




Y llegamos a Mineralney a primera hora de la mañana, allí nos esperaba un transfer con conductor y el guía de montaña local (Alexis), que nos llevaría a Terksol.
Al montarnos en la furgoneta ya nos avisó que el pueblo al que íbamos se había quedado completamente sin luz porque se había dañado la instalación por el gran volumen de agua que llevaba el río, y que no sabían cuando se arreglaría.

Por el camino empezamos a respirar la realidad de la zona. Aunque la sorpresa fue su arriesgada forma de conducción aún con vacas que se iban paseando como si nada por el medio de la carretera.

Al llegar al hotel, Elena que sería nuestra persona de contacto durante toda la expedición, nos dijo que había luz por el generador que tenían (aunque por la noche se fue un rato y tuvimos que sacar frontal) pero lo que no había de momento era agua caliente y wifi...
El hotel estaba muy bien, en medio del bosque y al lado de la zona más turística.

Terksol respiraba el ambiente soviético que había imaginado en las caras de sus habitantes, edificios por acabar, y trastos y basura desperdigados... Eso sí, con preciosas montañas que nos rodeaban.


Terksol




El mercado del pueblo tenía los productos típicos de la zona a precios muyyy económicos pero me quedo con el divertido recuerdo de las pelucas, y los bonitos calcetines de pura lana.




Lo que nadie nos había avanzado es que a las 4h de la madrugada ya era de día.

Al día siguiente empezamos ya el primer día de aclimatación llegando a casi 3.000 pero sin hacer cima por problemas políticos por la frontera.





Con Carolina y Juanito Oiarzabal


Subimos cómodamente y con buena temperatura, y luego comida típica. Genial llegar al hotel y que ya funcionase el wifi, y por la mañana ya me pude duchar con agua caliente, menos antes de enjabonarme.

Tarde para prepararnos la mochila, al día siguiente ya subíamos al Campo Base aunque nos llevábamos petate porque se subía empalmando varios teleféricos y una snow track. En el hotel pudimos dejar alguna cosa que no íbamos a utilizar hasta la vuelta.
La previsión el día de cima no era muy buena pero era pronto para mirarlo.




Al llegar al refugio no estábamos en el mítico Barrels sinó un poco más arriba con mejores condiciones.
La verdad que nuestro módulo estaba genial, cómo éramos 9 nos sobraba una plaza, y estaba todo forrado de madera.



Aunque ya lo había leído, me sorprendió y me entristeció ver tanta basura desperdigada por todo el Campo Base.
Las vistas eran increíblemente espectaculares, todo nevado y muchos picos a nuestro alrededor pero capitaneados por el Elbrus.






De momento no hacía tanto frío como había imaginado pero era sólo por la mañana.
Tocaba seguir hidratando muyy bien para ayudar a una correcta aclimatación.
Esperaba tener mejores sensaciones que para Aconcagua.

Juanito nos dijo que cogiéramos ropa, botas, crampones... Íbamos a subir a aclimatar un poco, ya estábamos alojados a casi 3.800m y subimos hasta unos 4.200m aprox.







Bajamos con muy buenas sensaciones, un poco de relax y cena pronto a las 19h, al día siguiente tocaba aclimatación hasta 4.800m aprox.
Meteo de momento se mantenía bien.

Al día siguiente seguíamos sumando y tocó subir a casi 5.000m, un poco más arriba de "Pastuckhova Rocks", y de nuevo la jornada fue bien, buenas sensaciones :)









Al día siguiente tocaba descanso y preparar todo para el día siguiente ataque a cima.

La previsión de meteo no acompañaba por las grandes ráfagas de viento previstas.

Pepe y Gabi decidieron no utilizar la snowtrack que te ahorraba unos 800m y entonces salieron a las 23.30h con un segundo guía local (Defan) para juntarse con nosotros sobre 2.30h de la madrugada aprox.

Nosotros desayunamos a la 1h de la madrugada y a las 2h estábamos preparados para salir con la snowtrack.

Y genial porque llegamos casi a la par con Pepe y Gabi y empezamos a ascender todos juntos en zig zag, la nieve estaba en buenas condiciones y se avanzaba bien. Tenía un poco de calor pero prefería no parar y salirme de la línea del grupo, ya que suponía que en breve refrescaría.
De momento no se notaba mucho viento. 
Como amanecía a las 4h llevamos muy poco rato el frontal.
Me encotraba muy bien y con buenas sensaciones.
Llegamos más o menos a la diagonal y se notaba un poco de viento ya. Parecía que la pendiente se relajaba un poco. Se veían varias cordadas, nosotros adelantamos a un par.
El grupo iba más o menos compacto, avanzábamos en fila. Los paisajes eran espectaculares
El viento empezaba a aumentar y ya cuando hicimos el giro hacia la derecha entre el collado de las dos cumbres el viento nos golpeó fuertemente. Empezamos a subir la cumbre oeste (la más alta, con tan solo una diferencia de 21 metros con la este), y a pocos metros cuando ya nos daba el sol hicimos una parada ya muy necesaria, casi ni nos escuchábamos del fuerte viento. Intenté comer algo y beber, y ya saqué el plumas grande y las manoplas, lo importante era no coger frío. Ya se notaba en la cara de todos que las circunstancias no eran nada fáciles.
La parada no fue muy larga para no enfriarnos y para evitar que el grupo que venía detrás nos cogiese y fuese más complicado progresar por la cuerda fija.

Una cuerda fija que sin viento quizás no es necesario ni atarse pero en esas circunstancias era más que necesario. Al poco de empezar a progresar por la cuerda el grupo se empezó a espaciar, las ráfagas de viento eran fortísimas, te llegaban a tirar al suelo. Juanito nos confirmó a la vuelta que llegaron a los 70km/h. Seguimos avanzando, con la ropa que llevaba no tenía frío pero luchaba por tenerme en pie, incluso costaba cambiar el mosquetón de la cuerda fija en cada empalme, me tenía que agachar para no caerme. 

Juanito se situó delante con Luis, y yo iba detrás, y Carolina detrás de mí. Y el resto no sabía dónde estaban porque casi no me podía girar hacia atrás. Hubo un momento que Juanito le dijo a Carolina que se pusiese detrás de él y fueron avanzando los tres. Yo iba a pocos metros después con Pepe que se juntó conmigo. Hubo un momento que el viento me tiró hacia la derecha de la pendiente y me caí, suerte del cabo de anclaje… Pero el viento era tan fuerte que no era capaz de subir, no tenía fuerza. Y Pepe me ayudó a subir, y me dijo que era mejor que pasásemos en ese tramo por dentro de la línea de vida. Luego volvimos a pasarnos, según como estaba el fino camino de nieve dónde apenas cabían los crampones en posición plana. Iban bajando algunos alpinistas ya de la cima.

Parecía que no llegaba el final y la falta de fuerzas se empezaba a notar. De repente ví a Carolina parada, le dijo que tirase, me dice que pasara y pensé que estaría descansando o esperando a Andrés, su marido, que venía detrás.

Y seguí, a unos metros más o menos veía a Juanito y Luis que iban los primeros, y Pepe y yo seguíamos avanzando. Al final Pepe pasó delante porque el viento podía conmigo. Se estaba haciendo duro, no tenía claro si podríamos llegar a cima, no sabía lo que quedaba pero las circunstancias eran muy duras. 

Y de repente ví que Juanito y Luis giraban un poco hacia la izquierda y se salían de la línea de vida, y oí que Juanito me chillaba algo pero no entendía nada con el viento. Se había acabado esa parte, la cima se veía delante nuestro, en menos de quince minutos parecía que podríamos llegar. El fuerte viento seguía pero al menos íbamos por una esplanada ancha y fuimos progresando Juanito, Luis, Pepe y yo juntos. Juanito me felicitó ya, me recolocó el plumas, me abrazó y me dijo que ya estaba, que último esfuerzo. Luis me iba cogiendo por la mochila porque entre el viento y el desgaste del último tramo me costaba avanzar sin dejarme llevar por el viento… Y ya últimos metros por una pequeña arista y cima!!!!!!!!!!!!! 


Cima del Elbrus (5.642m)


Últimos metros antes de la cima

Todo el grupo en la cima

La verdad que con el fuerte viento y el cansancio no fue una meta 100% disfrutada pero sí que fui consciente del momentazo, de haberlo conseguido cuando en algún momento parecía imposible. Juanito me gritaba y me abrazó y nos felicitó. Nos hicimos fotos y ya poco a poco fue llegando el resto del equipo, todos super felices. Aunque apenas nos escuchábamos por el viento, y las caras no se veían por las gafas y el plumas, se olía a mucha felicidad. A lo lejos se veían más alpinistas que venían a intentar hacer la cima.

Y ya Juanito avisó que era momento de empezar a bajar. Me dijo que fuese detrás de él.


Bajando de la cima detrás de Juanito Oiarzabal

Subían algunas cordadas, al principio intentamos ir bajando por el lado de dentro de la línea de vida, poniendo y sacando el mosquetón cada vez que subía alguien pero con el fuerte viento que nos tiraba y el cansancio vimos que no era una “forma eficaz” de bajar rápidamente y “fácilmente”, Juanito empezó a subir para arriba y intentar bajar en diagonal por libre sin atar, me gritó y me dijo que le siguiese, así que me salí de la línea de vida y para arriba. Al principio no lo vi seguro porque el viento me tiraba y intentaba clavar el piolet fuerte para no irme, pero estaba claro que íbamos bajando muy rápido… Y por fin, llegamos al collado y pudimos respirar. Seguía el viento pero ya pudimos descansar un poco y esperar a que fuesen bajando todos y agruparnos. Tocaba beber, comer algo, ponerse insulina… Y empezar a ser conscientes de lo que habíamos conseguido. Fue allí cuando me enteré que Carolina no había hecho cima y se había dado la vuelta justo en el momento que yo la vi, joooo que lástima!! Si lo hubiese sabido en el momento que vi que se paraba le hubiese intentado estirar.

Finiquitado el descanso, empezamos a bajar ya más ligeros, más cómodamente porque el viento en esa parte había aflojado y el camino era más cómodo. Nos fuimos separando de nuevo, iban Juanito y Pepe delante, Luis y yo poco después, y resto más atrás.
Los primeros metros en silencio, asimilando todo, disfrutando del momento… Nos juntamos Juanito, Pepe, Luis y yo y fuimos tirando, paramos al acabar la Diagonal y bajar unos  metros, esperamos un rato y al ver que el resto del grupo venían más atrás con Alexis, decidimos ir bajando. Me quité ya el superplumas, manoplas… Se notaba ya calor y el viento ya flaqueaba a 5.000 metros.




Al ir bajando más y estar cerca del Campo Base vimos que la nieve estaba muy agualida y costaba mucho avanzar, te ibas hundiendo mucho… Un buen postre para una gran jornada ;)

Pero igualmente estas condiciones no me eclipsaban la felicidad que sentía

… Y ya, llegamos al Campo Base!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Qué felicidadddd!! Es diferente a un Ultra o a una carrera de etapas pero el momentazo es como si cruzases la línea de Finisher ya que la ascensión a un pico no se acaba cuando lo coronas sinó cuando llegas de nuevo al punto de inicio.

Ahora tocaba disfrutar del momento, comentarlo con el grupo, asimilarlo… Es difícil explicar la felicidad que sientes como cuando cruzas una línea de meta después de muchas horas, días, quilómetros, desnivel positivo…


Todo el grupo antes de irnos del Campo Base

Con Carolina y nuestra cocinera Fátima


En la snowtrack para irnos


Y a aprovechar los últimos días en ese inmenso y fascinante país, increíbles montañas…


Con Carolina en la entrada de la Fan Fest de la Final del Mundial













Todo el grupo antes de coger el v uelo de Moscú a España de vuelta



…Y a seguir cumpliendo sueños!! :)






Everest Base Camp (September 2012)