jueves, 3 de julio de 2014

27-28 junio 2014 Mont-Blanc 80km 6.000m positivos que quedaron en 46.6km y 3.579m +


Correr en Chamonix es como correr en casa...

...es el sitio dónde más veces he participado en una carrera y ésta me hacía especial ilusión porque no conocía del todo el recorrido y me llamaba mucho la atención y el año pasado que era la 1ª edición ya me quedé con las ganas.
Antes de pisar a Chamonix un petit stage a Geneve a ver a grandes amigos, que al igual que Chamonix, aterrizar en Ginebra y moverme por esa ciudad forma parte de algo normalizado.


Al llegar a Chamonix me quedé como en otras ocasiones a dormir en Servoz y así aprovechar para visitar grandes amigos allí que sirven para empaparme más todavía de la esencia de ese lugar tan entrañable para mí, “mi lugar”.

En Servoz en casa de unos amigos
Las calles de Chamonix respiraban ambiente de carrera aunque lejos de la masificación de los días del UTMB. De hecho, dónde normalmente se hace la feria del UTMB, habían puesto a parte de algunos stands de marcas, la recogida de dorsal porque había espacio suficiente. 
Feria del corredor
Pavellón recogida dorsal
Se celebraban diferentes distancias: 10, 23, 42, 80 y Km Vertical, la de KM Vertical y 42 eran este año pruebas del Campeonato del mundo con lo cuál se esperaban grandes corredores y entre los favoritos caras conocidas que esperaba que subieran al podio.


Presentación corredores élite, en este momento entrevistaban a Núria,
Emelie y Anna estaban detrás

Presentación corredores élite 80k, favoritos categoría masculina

La 1ª distancia que empezaba era la mía, la de 80, el viernes a las 04.00 am, ya me habían dicho que era técnica y había visto fotos que así lo confirmaban, además de lo que me habían contado mis amigos de allí… La meteo por suerte estaría bien, rozaba para el final mal tiempo pero seguramente no nos tocaría y así fue.
El día de antes muchos nervios porque me hacía mucha ilusión pero sabía que no sería fácil, a parte del tipo de terreno, los tiempos de corte también eran muy justos.



A las 3.20am del viernes llegaba a Chamonix con la emoción, los nervios… me senté en unos de mis lugares favoritos en la Place du Triangle de l'Amitié y desayuné tranquilamente mientras veía a algunos corredores estirar, otros correr, otros charlando y riendo, otros despidiéndose de la familia… Cada uno su ritual. A las 3.40 decidí ya situarme en la meta para intentar salir en el primer pelotón que aunque no podría seguir el ritmo al menos no me quedaría muy atrás y la masificación tiraría más de mis pulsaciones. A mí alrededor casi todos eran franceses, y apenas ninguna chica. El speaker amenizaba el momento por el micro pero se hacía extraño no sentir ninguna canción, quizás estoy demasiado mal acostumbrada a la mítica canción que siempre se escucha en esta plaza… ;)



Y sí, nos pidieron encender el frontal y cuenta atrás… Y a correr! Agónico salir así pero era mejor aguantar para luego ir cogiendo lugar.
Tocaba subir de 1.035m a 2.500 a Le Brévent en 9.8km, ritmo duro, agónico, se agradecía cuando había algún tramo complicado y el ritmo bajaba, íbamos en fila de uno. Increíble que antes de las 5.15 ya no hiciera falta el frontal… y justo en un momento, cuando me faltaba la respiración me giré a la izquierda y vi el Mont-Blanc, creo que no me hizo falta nada más para llenarme de energía, era tan increíble… unas vistas fantásticas… Recuerdo que subí a Brevent el 2º verano que pasé en Chamonix, en 2009, cuando vine a hacer el Tour del Gran Paradiso y pasé antes y después por Chamonix, pero aquella vez subí en teleférico, tenía poco tiempo y muchas cosas que hacer jeje…


Poco a poco la larga cola se fue estirando, pero las pulsaciones no bajaban, miraba adelante y atrás y todos teníamos la misma cara, unos mejor que otros pero para ninguno era fácil, la carrera empezaba a situar a los corredores poco a poco aunque esta subida solo era el aperitivo para lo que vendría después…



Miraba de reojo mi Suunto, me decía que todavía estaba en tiempo, teníamos 3h45’ para esta subida y luego bajada hasta la Planpraz que era el primer avituallamiento…. Una vez arriba del todo y pisando ya los 2.500 empezaba la bajada… Y ahora sí, primer tramo de nieve, aquí fui demasiado “lista” y fue un error empezar a bajar por la canal de nieve ya marcada porque cogí tanta velocidad que acabé con un buen resbalón y golpe en el sacro de esos que duelen… bueno, no fui la única, veía diferentes caídas y formas de bajar, cada uno como podía, la nieve se intercalaba con tramos de piedra… En el fondo era divertido jeje… El sol nos acompañaba y no hacía nada de frío, sólo un poco de fresco.
Y poco a poco el camino se fue volviendo más agradecido y se transformó en una pista que permitía correr, menos mal, aunque fuera poco tramo se agradecía, y mientras pasaban esos metros corriendo me venían a la mente las montañas de Monti Sibillini hacía menos de 2 semanas en Italia dónde me lo había pasado genial…Y disfrutando llegó el 1r avituallamiento completo, km 10,8 Planpraz, estábamos a 2.000m, allí aproveché para guardar frontal, coger las gafas de sol porque ya hacía rato que el sol brillaba con fuerza sobre un intenso azul. 


En pocos minutos cogí algo de frío, así que comí rápido un trozo de bizcocho con chocolate, llené agua y a bajar de nuevo… aunque no mucho…. Lo que en el mapa parecía un sube-baja ligero hasta La Flégere, no permitió tampoco mucho descanso.






En La Flégere ya km 16… (aquí me venían muchos recuerdos de mi primera CCC, qué cansada y qué feliz llegué a este penúltimo control), avituallamiento líquido y rápido a tirar porque ahora sí, otra subida, aunque todavía no era la más sufrida… Tampoco fue fácil pero las piernas ya estaba calientes y el corazón activado… Ya desde el principio sabía que no estaba al 100%... me notaba débil, floja al querer avanzar más rápido aunque no me preocupaba, siempre pasa una vez al mes aunque cuando coincide con competición es horrible porque me afecta bastante… en fin… A subir sin pensar hasta Lac des Chéseris, 2.137m, miraba a mi alrededor y era espectacular, quería sacar la cámara pero sabía que tampoco estaba para perder mucho tiempo, así que egoístamente me guardaba esos grandes recuerdos para mí e iba sacando la cámara en contadas ocasiones… Mont-Blanc, les Drus…






Esta subida se hizo dura porque creo que pocos esperábamos que fuese exigente pero de nuevo superada e igual que en Brevent, nieve y más nieve, aquí me di cuenta que no era del gusto de muchos corredores bajar “esquiando” con las zapatillas de Trail, pero no había más opción, ni me lo pensé, a bajar como pudiera, intentar ir por la parte marcada que aun estando pisada resbalaba bastante, esta vez la nieve se hizo larga, pero lo bueno que avanzabas más o menos rápido, habías de ir con cuidado de no hundirte en algún punto o de si resbalabas vigilar con las torceduras sobretodo de rodilla… 








y después de un buen rato volvió a aparecer el verde y las piedras… y llegada a Le Buet, km25,9, a 1.330, avituallamiento completo, y había llegado de nuevo bien sobre el corte de tiempo. Hacía mucha calor y los corredores llegaban exhaustos y con mucha sed, y aquí fue donde me quedé muy sorprendida cuando dijeron que no quedaba agua y que nos habíamos de esperar, los voluntarios estaban sobrepasados, no daban abasto… En una carrera de tanto nombre pensaba que algo así no pasaría… Veías a los corredores bastante desesperados, aunque también muchos agotados, tumbados en el suelo, algunos acompañados de familias, amigos… Empecé a ver abandonos…
Después de estar esperando y ver que el agua no llegaba, salí, me imaginé que en algún río encontraría agua
Ahora sí, empezaba la peor parte, la que todos me habían advertido, la más dura, la más técnica, la que tenía nieve, pasos aéreos de ferrata… subíamos de 1.330 a 2.643m en casi 14k.
Al principio era tranquilo, verde, iba haciendo… No había ni corredores a la vista, habían muchos acumulados en el control cuando yo decidí salir así que fui haciendo y como imaginaba encontré agua muy rápido, ya estoy acostumbrada y tampoco me preocupa beber de ríos y fui haciendo, el calor se notaba y poco a poco el terreno se empezó a transformar en más montañoso, más auténtico de pura montaña, de nuevo piedra y a lo lejos ya veías que la nieve se acercaba… era una subida muy continuada, a tramos de bastante pendiente, y lo que más me sorprendió fue ver tantos corredores parados a los lados exhaustos, es normal ver una imagen así que carreras por ejemplo de mucho calor o más extremas pero aquí me resultaba más extraño…
En algún momento dediqué 5 minutos a comer algo porque había falta coger fuerzas, por agua sin problemas porque estábamos rodeados de ella… Mentalmente era un trozo muy duro porque no se acababa nunca, la antena que había visto ya hacía un par de horas a lo lejos, todavía estaba igual, lejos. Miraba el reloj y sabía de la existencia del corte de tiempo pero no me preocupaba en exceso porque pensaba que llegaría bien.
Y aunque fue un periplo mental largo y pesado seguir definiéndolo con palabras tampoco podría aclarar nada más… Así que después de mucho rato subiendo, horas, veía delante a lo lejos que la subida se transformaba en nieve y allí seguíamos subiendo, era divertido porque al menos cambiabas de terreno pero se hacía duro porque resbalabas y tenías la sensación de no avanzar en algún momento, veías que todos estábamos bastante agotados y necesitábamos llegar arribar ya y costó mucho más, pero llegamos, y una vez arriba, ahora qué? Pues una larga y pronunciada pendiente con nieve… Al principio veía algún corredor con intentos de bajar derrapando, hasta que vi a uno que se preparaba para bajar de culo simulando un tobogán por una canal ya marcada e hice lo mismo, pensando en no romperme las mallas y asumiendo que acababas con bastante frío de la nieve… Y fui haciendo tipo tobogán y tipo derrape, como podía… con algunos corredores nos íbamos mirando y riendo porque realmente era todo una aventura y no quedaba otra opción que disfrutar.
Y después de bastante de bajada  sin cesar llegué al avituallamiento líquido dónde para mi sorpresa no tenían agua, no me lo podía creer, otra vez igual, y tampoco veías los voluntarios del control muy estresados por arreglarlo, tocaba esperar de nuevo, pero al igual que antes, al ver que no venían y el reloj iba contando decidí salir sin agua, sólo restos en la softflask y algo en la camelback, y me equivoqué porque aquí ya no habían ríos ni ninguna fuente de agua y lo pasé mal al no poder beber y en consecuencia tampoco comer…
Había corte de tiempo en Vallorcine pero al habar tenido que esperar por el agua lo alargaban un poco más, empezaba a tener dudas de si llegaría al corte de tiempo, quería avanzar rápido pero sin agua costaba, y antes de la bajada a Vallorcine quedaba alguna subida y con calor… Y al llegar a Chalet de La Loriaz , km 43, dónde en principio no había avituallamiento, había un coche de la organización esperando con botellas de agua pero sólo tenían 2 y veníamos un grupo y con mucha sed así que tuvimos que volver a esperar un poco de nuevo, yo bebí, llené sólo media botella y para abajo, todo y que según la tabla de tiempo pusiera que quedaban 3,6km, nos dijo uno de los hombres que un poco más de 4… El tiempo ya era justo y ya la mayoría de corredores decidieron lanzar la toalla pero yo no… Así que para abajo lo más rápido posible… Empecé a pasar corredores que se iban apartando hacía un lado, la mayoría agotados…un par se animaron por delante y  otro por detrás de mí y estuvimos los 4 bajando rato juntos hasta que los dos de delante también pararon y yo seguí con la esperanza de llegar, con ganas de intentarlo… Veía abajo Vallorcine pero no llegaba nunca, iba todo lo rápido que podía aunque sabía que luego este sobreesfuerzo tan acelerado lo acabaría pagando pero lo importante era llegar… al pisar el asfalto y mirar el reloj fue una alegría pero poco duró… se desvaneció al ver que todavía quedaba bastante trozo, no llegaba nunca el control y seguía avanzando sin cesar hasta que un corredor nos indicó que quedaba menos de 1 km, y al mirar el reloj supe que sería difícil… Pero tenía la esperanza que hubieran alargado más pero no fue así… al llegar al control me llevé una gran desilusión cuando por 5’ me dijeron que no… Que habían cerrado ya… Los corredores que iban llegando no se lo tomaban tampoco muy bien pero para mí fue una gran decepción… Según me habían informado antes de empezar la carrera, a partir de este control lo más duro ya estaba hecho y podría haber acabado… pero en fin, nada que hacer, no tenía ni hambre, me fui para la estación de tren dónde también iban llegando otros corredores y a esperar el tren, triste, decepcionada conmigo misma…
Aunque para nada es un consuelo, al día siguiente me enteré que habían llegado a meta menos de la mitad…lo que significó que no fue fácil…

Podio femenino de la 80k, genial Emelie en 12h38'!!
Seguida de Anna Frost y Magdalena Laczak

Y poco a poco la tristeza se fue transformando en una situación que tocaba pensar… Difícil ponerte objetivos altos cuando realmente la disponibilidad de tiempo para prepararte es limitada, faltan horas de entrenos, más trabajo de campo, más descanso de otras obligaciones… y es difícil priorizar….
Y el domingo el hecho de ver llegar a Kilian a meta como ganador de la 42k fue increíble, haberlo visto evolucionar hace años... muy grande!

Toda la prensa bajo la lluvia esperando el momento que Kilian cruzara la meta
Gran momento, campeón del mundo!!! :
Y ahora sí, mente puesta en Grindelwald… ;)

Y cada vez menos tiempo ya para finalizar mi sueño 4 deserts, Antárctica de acerca… ;) Gracias Diabalance por el apoyo! Y demás colaboradores, y como no, a esas personas que siempre me apoyáis y animáis en todos mis sueños! :)


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