Correr en
Chamonix es como correr en casa...
...es el sitio dónde más veces he participado en una carrera y ésta me hacía especial ilusión porque no conocía del todo el recorrido y me llamaba mucho la atención y el año pasado que era la 1ª edición ya me quedé con las ganas.
...es el sitio dónde más veces he participado en una carrera y ésta me hacía especial ilusión porque no conocía del todo el recorrido y me llamaba mucho la atención y el año pasado que era la 1ª edición ya me quedé con las ganas.
Antes de pisar a
Chamonix un petit stage a Geneve a ver a grandes amigos, que al igual que
Chamonix, aterrizar en Ginebra y moverme por esa ciudad forma parte de algo
normalizado.
Al llegar a
Chamonix me quedé como en otras ocasiones a dormir en Servoz y así aprovechar
para visitar grandes amigos allí que sirven para empaparme más todavía de la
esencia de ese lugar tan entrañable para mí, “mi lugar”.
En Servoz en casa de unos amigos |
Las calles de
Chamonix respiraban ambiente de carrera aunque lejos de la masificación de los
días del UTMB. De hecho, dónde normalmente se hace la feria del UTMB, habían
puesto a parte de algunos stands de marcas, la recogida de dorsal porque había
espacio suficiente.
Pavellón recogida dorsal |
Se celebraban diferentes distancias: 10, 23, 42, 80 y Km
Vertical, la de KM Vertical y 42 eran este año pruebas del Campeonato del mundo
con lo cuál se esperaban grandes corredores y entre los favoritos caras
conocidas que esperaba que subieran al podio.
Presentación corredores élite 80k, favoritos categoría masculina |
La 1ª distancia
que empezaba era la mía, la de 80, el viernes a las 04.00 am, ya me habían
dicho que era técnica y había visto fotos que así lo confirmaban, además de lo
que me habían contado mis amigos de allí… La meteo por suerte estaría bien,
rozaba para el final mal tiempo pero seguramente no nos tocaría y así fue.
El día de antes
muchos nervios porque me hacía mucha ilusión pero sabía que no sería fácil, a
parte del tipo de terreno, los tiempos de corte también eran muy justos.
A las 3.20am del
viernes llegaba a Chamonix con la emoción, los nervios… me senté en unos de mis
lugares favoritos en la Place du Triangle de l'Amitié y desayuné tranquilamente
mientras veía a algunos corredores estirar, otros correr, otros charlando y
riendo, otros despidiéndose de la familia… Cada uno su ritual. A las 3.40
decidí ya situarme en la meta para intentar salir en el primer pelotón que
aunque no podría seguir el ritmo al menos no me quedaría muy atrás y la
masificación tiraría más de mis pulsaciones. A mí alrededor casi todos eran
franceses, y apenas ninguna chica. El speaker amenizaba el momento por el micro
pero se hacía extraño no sentir ninguna canción, quizás estoy demasiado mal
acostumbrada a la mítica canción que siempre se escucha en esta plaza… ;)
Y sí, nos
pidieron encender el frontal y cuenta atrás… Y a correr! Agónico salir así pero
era mejor aguantar para luego ir cogiendo lugar.
Tocaba subir de 1.035m
a 2.500 a Le Brévent en 9.8km, ritmo duro, agónico, se agradecía cuando había
algún tramo complicado y el ritmo bajaba, íbamos en fila de uno. Increíble que
antes de las 5.15 ya no hiciera falta el frontal… y justo en un momento, cuando
me faltaba la respiración me giré a la izquierda y vi el Mont-Blanc, creo que
no me hizo falta nada más para llenarme de energía, era tan increíble… unas
vistas fantásticas… Recuerdo que subí a Brevent el 2º verano que pasé en
Chamonix, en 2009, cuando vine a hacer el Tour del Gran Paradiso y pasé antes y
después por Chamonix, pero aquella vez subí en teleférico, tenía poco tiempo y
muchas cosas que hacer jeje…
Poco a poco la
larga cola se fue estirando, pero las pulsaciones no bajaban, miraba adelante y
atrás y todos teníamos la misma cara, unos mejor que otros pero para ninguno
era fácil, la carrera empezaba a situar a los corredores poco a poco aunque
esta subida solo era el aperitivo para lo que vendría después…
Miraba de reojo
mi Suunto, me decía que todavía estaba en tiempo, teníamos 3h45’ para esta subida
y luego bajada hasta la Planpraz que era el primer avituallamiento…. Una vez
arriba del todo y pisando ya los 2.500 empezaba la bajada… Y ahora sí, primer
tramo de nieve, aquí fui demasiado “lista” y fue un error empezar a bajar por
la canal de nieve ya marcada porque cogí tanta velocidad que acabé con un buen
resbalón y golpe en el sacro de esos que duelen… bueno, no fui la única, veía
diferentes caídas y formas de bajar, cada uno como podía, la nieve se
intercalaba con tramos de piedra… En el fondo era divertido jeje… El sol nos
acompañaba y no hacía nada de frío, sólo un poco de fresco.
Y poco a poco el
camino se fue volviendo más agradecido y se transformó en una pista que
permitía correr, menos mal, aunque fuera poco tramo se agradecía, y mientras
pasaban esos metros corriendo me venían a la mente las montañas de Monti
Sibillini hacía menos de 2 semanas en Italia dónde me lo había pasado genial…Y
disfrutando llegó el 1r avituallamiento completo, km 10,8 Planpraz, estábamos a
2.000m, allí aproveché para guardar frontal, coger las gafas de sol porque ya
hacía rato que el sol brillaba con fuerza sobre un intenso azul.
En pocos
minutos cogí algo de frío, así que comí rápido un trozo de bizcocho con
chocolate, llené agua y a bajar de nuevo… aunque no mucho…. Lo que en el mapa
parecía un sube-baja ligero hasta La Flégere, no permitió tampoco mucho
descanso.
En La Flégere ya
km 16… (aquí me venían muchos recuerdos de mi primera CCC, qué cansada y qué
feliz llegué a este penúltimo control), avituallamiento líquido y rápido a
tirar porque ahora sí, otra subida, aunque todavía no era la más sufrida…
Tampoco fue fácil pero las piernas ya estaba calientes y el corazón activado…
Ya desde el principio sabía que no estaba al 100%... me notaba débil, floja al
querer avanzar más rápido aunque no me preocupaba, siempre pasa una vez al mes
aunque cuando coincide con competición es horrible porque me afecta bastante…
en fin… A subir sin pensar hasta Lac des Chéseris, 2.137m, miraba a mi
alrededor y era espectacular, quería sacar la cámara pero sabía que tampoco
estaba para perder mucho tiempo, así que egoístamente me guardaba esos grandes
recuerdos para mí e iba sacando la cámara en contadas ocasiones… Mont-Blanc,
les Drus…
Esta subida se
hizo dura porque creo que pocos esperábamos que fuese exigente pero de nuevo
superada e igual que en Brevent, nieve y más nieve, aquí me di cuenta que no
era del gusto de muchos corredores bajar “esquiando” con las zapatillas de
Trail, pero no había más opción, ni me lo pensé, a bajar como pudiera, intentar
ir por la parte marcada que aun estando pisada resbalaba bastante, esta vez la
nieve se hizo larga, pero lo bueno que avanzabas más o menos rápido, habías de
ir con cuidado de no hundirte en algún punto o de si resbalabas vigilar con las
torceduras sobretodo de rodilla…
y después de un buen rato volvió a aparecer el
verde y las piedras… y llegada a Le Buet, km25,9, a 1.330, avituallamiento
completo, y había llegado de nuevo bien sobre el corte de tiempo. Hacía mucha
calor y los corredores llegaban exhaustos y con mucha sed, y aquí fue donde me
quedé muy sorprendida cuando dijeron que no quedaba agua y que nos habíamos de
esperar, los voluntarios estaban sobrepasados, no daban abasto… En una carrera
de tanto nombre pensaba que algo así no pasaría… Veías a los corredores
bastante desesperados, aunque también muchos agotados, tumbados en el suelo,
algunos acompañados de familias, amigos… Empecé a ver abandonos…
Después de estar
esperando y ver que el agua no llegaba, salí, me imaginé que en algún río
encontraría agua
Ahora sí,
empezaba la peor parte, la que todos me habían advertido, la más dura, la más
técnica, la que tenía nieve, pasos aéreos de ferrata… subíamos de 1.330 a
2.643m en casi 14k.
Al principio era
tranquilo, verde, iba haciendo… No había ni corredores a la vista, habían
muchos acumulados en el control cuando yo decidí salir así que fui haciendo y
como imaginaba encontré agua muy rápido, ya estoy acostumbrada y tampoco me
preocupa beber de ríos y fui haciendo, el calor se notaba y poco a poco el
terreno se empezó a transformar en más montañoso, más auténtico de pura
montaña, de nuevo piedra y a lo lejos ya veías que la nieve se acercaba… era una
subida muy continuada, a tramos de bastante pendiente, y lo que más me
sorprendió fue ver tantos corredores parados a los lados exhaustos, es normal
ver una imagen así que carreras por ejemplo de mucho calor o más extremas pero
aquí me resultaba más extraño…
En algún momento
dediqué 5 minutos a comer algo porque había falta coger fuerzas, por agua sin
problemas porque estábamos rodeados de ella… Mentalmente era un trozo muy duro
porque no se acababa nunca, la antena que había visto ya hacía un par de horas
a lo lejos, todavía estaba igual, lejos. Miraba el reloj y sabía de la
existencia del corte de tiempo pero no me preocupaba en exceso porque pensaba
que llegaría bien.
Y aunque fue un
periplo mental largo y pesado seguir definiéndolo con palabras tampoco podría
aclarar nada más… Así que después de mucho rato subiendo, horas, veía delante a
lo lejos que la subida se transformaba en nieve y allí seguíamos subiendo, era
divertido porque al menos cambiabas de terreno pero se hacía duro porque
resbalabas y tenías la sensación de no avanzar en algún momento, veías que
todos estábamos bastante agotados y necesitábamos llegar arribar ya y costó
mucho más, pero llegamos, y una vez arriba, ahora qué? Pues una larga y
pronunciada pendiente con nieve… Al principio veía algún corredor con intentos
de bajar derrapando, hasta que vi a uno que se preparaba para bajar de culo
simulando un tobogán por una canal ya marcada e hice lo mismo, pensando en no
romperme las mallas y asumiendo que acababas con bastante frío de la nieve… Y
fui haciendo tipo tobogán y tipo derrape, como podía… con algunos corredores
nos íbamos mirando y riendo porque realmente era todo una aventura y no quedaba
otra opción que disfrutar.
Y después de
bastante de bajada sin cesar llegué al
avituallamiento líquido dónde para mi sorpresa no tenían agua, no me lo podía
creer, otra vez igual, y tampoco veías los voluntarios del control muy
estresados por arreglarlo, tocaba esperar de nuevo, pero al igual que antes, al
ver que no venían y el reloj iba contando decidí salir sin agua, sólo restos en
la softflask y algo en la camelback, y me equivoqué porque aquí ya no habían
ríos ni ninguna fuente de agua y lo pasé mal al no poder beber y en consecuencia
tampoco comer…
Había corte de
tiempo en Vallorcine pero al habar tenido que esperar por el agua lo alargaban
un poco más, empezaba a tener dudas de si llegaría al corte de tiempo, quería
avanzar rápido pero sin agua costaba, y antes de la bajada a Vallorcine quedaba
alguna subida y con calor… Y al llegar a Chalet de La Loriaz , km 43, dónde en
principio no había avituallamiento, había un coche de la organización esperando
con botellas de agua pero sólo tenían 2 y veníamos un grupo y con mucha sed así
que tuvimos que volver a esperar un poco de nuevo, yo bebí, llené sólo media
botella y para abajo, todo y que según la tabla de tiempo pusiera que quedaban
3,6km, nos dijo uno de los hombres que un poco más de 4… El tiempo ya era justo
y ya la mayoría de corredores decidieron lanzar la toalla pero yo no… Así que
para abajo lo más rápido posible… Empecé a pasar corredores que se iban
apartando hacía un lado, la mayoría agotados…un par se animaron por delante
y otro por detrás de mí y estuvimos los
4 bajando rato juntos hasta que los dos de delante también pararon y yo seguí
con la esperanza de llegar, con ganas de intentarlo… Veía abajo Vallorcine pero
no llegaba nunca, iba todo lo rápido que podía aunque sabía que luego este
sobreesfuerzo tan acelerado lo acabaría pagando pero lo importante era llegar…
al pisar el asfalto y mirar el reloj fue una alegría pero poco duró… se
desvaneció al ver que todavía quedaba bastante trozo, no llegaba nunca el control
y seguía avanzando sin cesar hasta que un corredor nos indicó que quedaba menos
de 1 km, y al mirar el reloj supe que sería difícil… Pero tenía la esperanza
que hubieran alargado más pero no fue así… al llegar al control me llevé una
gran desilusión cuando por 5’ me dijeron que no… Que habían cerrado ya… Los
corredores que iban llegando no se lo tomaban tampoco muy bien pero para mí fue
una gran decepción… Según me habían informado antes de empezar la carrera, a
partir de este control lo más duro ya estaba hecho y podría haber acabado… pero
en fin, nada que hacer, no tenía ni hambre, me fui para la estación de tren
dónde también iban llegando otros corredores y a esperar el tren, triste,
decepcionada conmigo misma…
Aunque para nada
es un consuelo, al día siguiente me enteré que habían llegado a meta menos de
la mitad…lo que significó que no fue fácil…
Podio femenino de la 80k, genial Emelie en 12h38'!! Seguida de Anna Frost y Magdalena Laczak |
Y poco a poco la
tristeza se fue transformando en una situación que tocaba pensar… Difícil
ponerte objetivos altos cuando realmente la disponibilidad de tiempo para
prepararte es limitada, faltan horas de entrenos, más trabajo de campo, más
descanso de otras obligaciones… y es difícil priorizar….
Y el domingo el
hecho de ver llegar a Kilian a meta como ganador de la 42k fue increíble,
haberlo visto evolucionar hace años... muy grande!
Toda la prensa bajo la lluvia esperando el momento que Kilian cruzara la meta |
Gran momento, campeón del mundo!!! : |
Y ahora sí, mente
puesta en Grindelwald… ;)
Y cada vez menos tiempo ya para finalizar mi sueño 4 deserts, Antárctica de acerca… ;) Gracias Diabalance por el apoyo! Y demás colaboradores, y como no, a esas personas que siempre me apoyáis y animáis en todos mis sueños! :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario