miércoles, 18 de mayo de 2011

14-15 mayo 2011 Marxa Romànica de Navàs 80.2km 4.600m desnivel acumulado

R.I.P., my camera is dead.
Y lástima, porque desearía enormemente tener fotos para ilustrar lo vivido este fin de semana, no creo que ni las más acertadas palabras fuesen capaz de transmitir las imágenes.
El año pasado esta marcha me dejó tan buen sabor de boca que este año decidí descartar el Ultra de BCN e inscribirme de nuevo a esta prueba.
La previsión era de tormentas a partir de la tarde, pero cuál fue mi sorpresa al despertarme, después de casi 10horas de gran descanso, que hacía un sol espléndido con un cielo raso precioso, pero igualmente decidí meter en la mochila lo necesario en casa de lluvia (no diluvio).
Quedé con Joan Anton, un compi de marchas, para ir hasta allí. Ya al salir de casa ese cielo azul se había transformado en gris. Y conforme nos acercábamos al punto de destino, Navás, el tiempo fue a peor, cielo tapado completamente, gotas, lluvia, diluvio, granizo… pero mágicamente al llegar a Navás, la lluvia cesó y pudimos ir a recoger el dorsal sin mojarnos, aunque ya presentíamos que el terreno estaría fatal…
Ya en la plaza nos reunimos todo el grupo y nos pusimos al día de lo acontecido los últimos días.

18.00 Empieza la carrera…
Esta semana tenía claro que no tenía muchas ganas de correr, simplemente de disfrutar la marcha.
Nada más salir nos fuimos posicionando, yo me quedé en medio con otro compi del club, Víctor, y fuimos avanzando.

Me hizo gracia cuando vi en el camino el primer gran charco de la prueba, que era imposible no meterse dentro para avanzar, y a varios participantes sacándose las bambas y calcetines para pasar… se notaba que era la primera vez que hacían esta marcha, porque el año pasado, aún sin llover, ya nos mojamos los pies bastante.

Justo antes de llegar al primer control me avisaron que iba en 3ª posición en la categoría femenina, cosa que me sorprendió… Minutos después de esta noticia el agua volvía a estar presente, paramos a “equiparnos” aunque yo no tenía claro si valdría la pena, al poco vi que paraba y me saqué el Gore pero fue por poco tiempo, porque instantes después me lo tuve que volver a poner y ya hasta el final de la prueba.
Y después de un rato,  ya empezó a valer la pena en serio.

Llegamos al primer control (km 10.6) bajo una carpa, dónde había organización y marchadores, unos intentando controlar a los participantes que iban llegando, y otros cubriéndose como podían para comer un trozo de naranja o cambiarse de ropa. Nosotros unos segundos y salimos.
Ésto era sólo el comenzamiento, gloria para lo que nos esperaba...
Y la lluvia iba a más y más, hasta que percibimos que teníamos la tormenta justo encima porque después del rayo se sentía el trueno sin apenas segundos de diferencia.
Los pies hacía rato que ya estaban más que mojados.
Poco a poco los caminos se fueron transformando en ríos, era impresionante ir subiendo y que bajase el agua ya con algo de fuerza y volumen por el mismo camino que subíamos.

Y llegaba la primera bajada complicada, antes del 1er avituallamiento, y decidí que era momento de hacer uso de los palos, suerte que los cogí porque fueron de gran ayuda toda la prueba…
Y poco a poco fuimos bajando sin ningún incidente pero oías resbalones y caídas… y llegamos al 1er avituallamiento, km. 18.6 Santa Fe de Valldeperes, estaba un porche de un almacén y era un aglomeración, así que cogimos el bocadillo  y nos medio refugiamos en un techo que cubría maquinaria agrícola con un gran “perfume” bovino/porcino… rápido el bocadillo, nos pusimos el frontal y ahora sí, empezaba la noche, y seguía la lluvia (en este momento ya me avanzó otra corredora y perdí la 3ª posición, algo que no me suele importar pero esto de ir 3ª era un placer, jeje…).

Empezaba la aventura, tormenta fuerte, ríos, chacos que ocupaban el ancho del camino, bajadas de barro esquiando, subidas que te resbalabas para abajo, y los pies seguían en remojo.
En el 2º avituallamiento, km. 31.7, nos cruzamos con Xavi y Blas que salían. Aquí tampoco paramos apenas rato. Parecía que aflojaba un poco la lluvia pero fue una falsa esperanza.
Avanzábamos km’s sin hablar, yo al menos inmersa en mis pensamientos, y deseando poder retratar con imágenes aquella miniaventura, ya que la capucha de alguna manera te aisla del mundo, porque resulta complicado escuchar incluso.

Y así fuimos avanzando, y nos juntamos con un grupo de compis de marchas, dos de los cuáles conocí el año pasado en el Ultra de Mallorca y que hemos ido coincidiendo, en los Alpes, la Matagalls… y alguna más. Y fue distraído ir compartiendo aventuras durante un rato que parecía que el agua, aún sin desaparecer del suelo, al menos no caía del cielo.
Este año eché en falta al anciano que nos esperaba en una casa en medio de la nada, contando uno a uno, todos los corredores que pasaban, diferenciando incluso la clasificación femenina, y dándonos algo de avituallamiento, el año pasado nos contaba que su mujer había fallecido y que se sentía solo. Qué buen hombre! Recuerdo incluso haciéndonos una foto con él.

Y llegó el momento más IN de la carrera, cruzar la Riera de Merlès, km. 53.2. El año pasado ese mismo cruce estaba iluminado con un gran foco y el agua apenas te llegaba por el tobillo, y pasamos bromeando. Este año sin foco pero con muuucha agua, a lo lejos había escuchado a Xavi y a Blas que estaban pasando y cuando llegamos nos quedamos todos parados… Éramos un grupo de unos 10, yo en 2ª posición, el 1º no se decidía a pasar y nadie decía nada, así que me lancé! Y ahora que lo pienso, como una inconsciente. Nunca me ha dado miedo el tema de atravesar un río, ni el agua… pero cuando dí el 2º paso, y el agua me cubrió por medio abdomen y me tiraba hacía abajo, intentaba recordar que había que hacer en caso de caer río abajo…
El agua tenía mucha fuerza y me costaba avanzar hacía el otro lado, y error que paga el 1º que pasa, escogí el lado erróneo y no podía subirme a ninguna piedra. Pero poco a poco fui avanzando, al menos sin caerme, y llegué!! Buffffffff, mojada hasta casi el pecho, y sin pensarlo, mi cámara de fotos, el móvil, el glucómetro… habían padecido conmigo… all dead, bueno el glucómetro al menos funcionó hasta el domingo por la noche y ya murió, y el móvil ha sobrevivido pero en condiciones pésimas, lo peor, mi cámara de fotos, no puedo vivir sin imágenes!! Sin poder inmortalizar momentos, instantes, vivencias…
Suerte que pasado ésto llegaba una subida y entraría en calor, notaba los pies ya bastante mal, y rozaduras por las piernas de llevar las mallas incrustadas a la piel y chorreando tantas horas.
Después de este momento, no sé acabo el agua pero la adrenalina generada hacía que lo siguientes ríos, charcos… fuesen chorradas.
Conforme los km’s avanzaban el día ya despertaba y lo hacía con un cielo raso, azul… Igual que el año pasado, notaba más frío en ese momento que en toda la noche.
Qué diferente se veía todo con luz, el agua y el barro no perdían protagonismo pero la luz del día eran de gran ayuda logística y anímica.
Antes de llegar al penúltimo control nos encontramos el avituallamiento pirata que hay cada año en medio del camino con fruta buenísima y agua, este año incluso en una mesa!
Nos juntamos este último trozo con Bufurull, otro incondicional de las marchas, que me hizo pasar un buen rato hasta la llegada. Que no fue fácil, todavía quedaba alguna bajada complicadilla pero muyyy contenta, pasadas las 10.00 entrábamos en meta, síííí!!
Después de fichar lo primero que hice, y que deseaba desde hacía horas, era quitarme las bambas y los calcetines y ponerme al sol, qué dolor! Ni sentía los pies, así que me quedé ahí intentando no dormirme hasta que poco más de 2h más tarde, llegaron el resto de compis y ya para casa!
Y las estadísticas finales fueron:
282 participantes salieron (44 mujeres) y llegaron a meta sólo 141 participantes (13 mujeres), justo la mitad! Al final quedé 4ª chica en la clasificación femenina y 80ª en la general. Y aunque hubiese quedado la última, igual de feliz!! J
Siento la falta de imágenes para ilustrar esta aventura! (pude salvar la tarjeta y tengo las únicas que pude hacer).
Ahora sí, un par de semanas de descanso, intentaré hacer terapia de desintoxicación para no caer en la tentación de apuntarme a nada ;)

6 comentarios:

  1. Beaa, eres una CAMPEONA, quedes en la primera, tercera, cuarta, o última posición!!! Un besazoo y sigue así!! :)
    Noe.

    ResponderEliminar
  2. Vaya pedazo de aventuras que te metes Bea !!!!

    Una pena lo de la cámara, lo bueno es que la próxima será mejor y más barata ¡ánimo!

    Como buen amigo tuyo que me considero, TE ORDENO que el próximo finde descanses y sólo camines un poquito para comprar el pan y el periódico. ¿OK? ¡Y no te mojes!

    ¡¡A descansaaaaaaaaaaaar!! Pedazo de máquina.

    ResponderEliminar
  3. Esto si es barro y no lo de la cueva del Gato, jajaja...veo el gadgetobrazo en plena forma para la toma de fotos! enhorabuena, me descubro ante tu poderío físico, yo desde el lunes ya dándole fuerte y flojo...objetivo UTMB....

    ResponderEliminar
  4. Hola Carlos!! sí, jeje... esta semana descanso! sobretodo porque tengo las plantillas en el taller y sin ellas no salgo de casa!! ;) // killo hay que ensayar para el UTMB y preparar estrategia! ;) ves pensando.... ;) // Niña gràciesssssss!!!

    ResponderEliminar
  5. Enhorabona Bea; també la vaig fer i m'ha agradat molt com ho expliques, encara que sap greu que la riera no ens ha deixat veure com vas acabar, per que la màquina de retratar es va mullar. També el glucòmetre: encara molt més important.
    Enhorabona i segueix gaudint com fas. Pep

    ResponderEliminar
  6. Fantastico campeona, las inclemencias metereologicas no pueden contigo ,ahora a descansar y ha prepararse para la proxima carrera.
    Cuidate

    ResponderEliminar


Everest Base Camp (September 2012)