domingo, 27 de febrero de 2011

28-29 de febrero Raqueteando en el Pirineo (Coll de la Marrana 2.515m)... y corriendo por Collserola...

Por fin he podido ponerme raquetas esta temporada, que de momento poca nieve trae.
Ayer junto con un grupo de amigos hicimos una salida de raquestas hacia la zona del Ripollés (Pirineo Oriental), sería algo matinal, light, pero ya me parecía genial apuntarme! Necesitaba sobredosis de montaña de la de verdad.
Salimos de Barcelona a las 06.15, lo que me había supuesto dormir menos de 5 horas, realmente estaba agotada al levatarme después de toda la semana, pero las ganas eran el mejor café que me pude tomar para activarme.
No me abrigué excesivamente porque la previsión no era de frío, sinó todo al contrario, almenos por la mañana. Prefería llevar ropa de abrigo pero en la mochila. Dudábamos de la presencia de nieve y Joan Anton, el organizador de todo, me comentó que llevase mochila adecuada para poder colgar las raquetas en caso de poca presencia de nieve.
Conforme llegábamos al primer punto para tomar un café, Ripoll, el día amanecía y la temperatura perfecta.
Ya en Llanás, donde tenía una casa el primo de Joan Anton, estábamos todos reunidos, con las raquetas alquiladas que nos faltaban y habiendo ido disfrutando en los últimos quilómetros de lugares encantadores como Camprodón.
Empezamos a subir para pistas, habíamos quedado en aparcar en el pàrquing de abajo, ya  nos unimos a coches que también quería empezar la jornada de esquí a primera hora.

Nos preparamos al bajar del coche, comimos algo, alguna foto y empezamos la ruta, eran las 09.15. Cielo despejado, temperatura buena y se veía bastante nieve, perfecto!

Dejamos la pista a la  izquierda y empezamos a subir por encima del rio, había algun trozo con nieve blanda y algún agujero dónde podías ver el agua que bajaba, en algún momento dudé de la solidez de la nieve y lo “divertido” que sería meterse en el río, suerte que con bota de montaña todo parece más “fácil” en condiciones de agua/frío.

Seguíamos avanzando, no podía parar de mirar a todos los lados, mi adicción a la montaña siempre irá en aumento, difícil de complacer, siempre necesitando  más y más, e intentando immortalizar aquellas imágenes con la cámara, algo difícil, las sensaciones no las capta un objetivo.

Con nosotros iban subiendo también esquiadores de montaña y raquetistas.
Aprovechamos un trozo de las pistas esquí de Vallter para seguir subiendo, en eso momento, al ver a los primeros esquiadores del día descendiendo por una nieve tan perfecta, hubiese deseado llevar unos esquís en mi mochila y poder disfrutar de esas bajadas, como lo hacía antes, lo cuál me llevó a pensar que he de volver a ponérmelos esta temporada sin falta!

A la derecha nuestra vista topó con el Refugio de Ulldeter.
Entre nosotros estaba Joan, ultrafondista de los cañeros, de esos que sólo ves  a la salida y que cuando tu llegas a meta él lleva horas en su casa, se notaba, un ritmo impecable.
Dejamos la pista y nos incorporamos de nuevo al camino hacia nuestro objectivo. La nieve estaba bastante bien y podíamos ir avanzando sin dificultad. El cielo parecía gris, contrario a la previsión del tiempo.

Entre suspiro y suspiro íbamos riendo y compartiendo experiencias.
Veíamos el objetivo, Coll de la Marrana (sí, lo sé, el nombre no es muy “atractivo” ;) ) yo hacía rato que me había quitado ya alguna capa y a pesar del color del cielo, yo tenía la temperatura corporal alta.

En las paredes del Gran de Fajol podía ver valientes montañeros enfilándoses con cuerdas, bufff, no sé si algún día seré capaz de hacer algo así…
Otros esquiadores y raquetistas que iban siguiendo también nuestra ruta. A lo lejos se podía ver gente ya llegando a la cima de Bastiments.
Me encantó ver bajar a un esquiador con su perro detrás disfrutando y corriendo por la nieve, precioso!!

Empezaba la última subida, buff, ahora sí! Llegábamos al objectivo con un día ya despejado casi todo. Al girarnos podíamos contemplar a lo lejos el Canigó, increible!
El último trozo se complicó un poco por la pendiente y el estado de la nieve pero poco a poco conseguimos llegar arriba, prueba superada! Coll de la Marrana, 2.515m.

Había una planicie y muchas zonas sin nieve.

Compartimos objetivo con otros esquiadores y raquetistas que también aprovecharon para comer algo. Vistas preciosas! A nuestra derecha veíamos la cima de Bastimetns, me hubiese gustado subir pero por temas de horarios no fue posible para todo el grupo, así que me lo apunté para otro día.

Ya se alzaba un aire frío así que empezamos a bajar, se nos unió una mujer que dado la “dificultad” de la primera bajada, la prefería hacer en compañía.

Tuvimos que tomarnos con calma los primeros metros del descenso para no bajar deslizándonos, pero ningun problema, pasamos ese tramo más complicado rápidamente y ya empezaba un descenso fácil, y ahora sí, un sol radiante.

Ohhhh, como hubiese querido tener unos esquís para bajar! Por disfrutar de las bajada! Y también porque bajar con raquetas es  un poco pesado, y más cuando la nieve estaba muy blanda y había zonas que costaba.
En lugar de bajar por encima del río como al subir, preferimos hacerlo por  la pista de esquí, ya que la nieve ya estaba muy deshecha y no nos apetecía bañarnos en el río! ;) Y aún bajando por la pista, era incómodo, las raquetas se hundían en la nieve. Hacía un día totalmente primaveral, me sobrava incluso alguna capa más.

Y ahora sí, llegábamos al pàrquing después de una jornada genial!
Y el domingo para acabar el fin de semana, un entreno-relax por Collserola durante un par de horas. Había previsión de lluvia, y al contrario, antes de salir un sol espléndido, así que me perdí un rato por mis montañas, desde la puerta de casa en menos de 15’ estaba ya pisando tierra. Al ser domingo y ya con el sol bien puesto, abundaba el tránsito de personas para mi gusto, así que rápidamente empecé a desviarme del camino y a buscar nuevos caminos (esto de entrenar con Marc se nota! ;) ). Incluso un hombre al verme subir por una ladera sin apenas camino me dijo, ¿has perdido a alguien?, me hizo sonreir ;)

Descubrí también una cueva, tuve un primer impuslo de bajar pero me contuve, después de ver 127 horas no tenía ganas de aventuras imprevistas, jeje… además llevaba encima pocas “herramientas”. ;)

Con energía 100% para empezar una nueva semana!

2 comentarios:

  1. ¡Hola Bea! Tu paseo por el Pirineo me ha recordado la travesía del Pirineo que hice hace un... porrón de años: En 1988 pasé por el refugio de Ull de Ter y también por el Coll de la Marrana - a mi también me chocó el nombrecito-, guapísimas montañas que me llevaron hasta Font-Romeu y el Etang de Pradeille (creo). Nuria lo dejé de lado pero creo que allí se organiza una buena carrera de montaña. ¡Anda que no hay montañas por ahí para organizar carreras...!

    ResponderEliminar
  2. Qué fotos! qué fácil parece todo cuando se lee :p
    Me encanta este blog! Algún día tendré que hacer una travesía contigo, no pierdo la esperanza ;)
    (Chani)

    ResponderEliminar


Everest Base Camp (September 2012)