domingo, 29 de enero de 2023

Atlas: Toubkal, Timezguida (4.089m), Ras (4.083m) y Akioud (4.030m)

Pendientes de la meteo para la semana que teníamos de vacaciones justo después de Reyes, apuramos a mirar a casi una semana vista, y lo que iban a ser un par de días malos, de repente nos daba una previsión de toda la semana de mal tiempo en general en todos los Alpes. Y sumado al hecho de la poca cantidad de nieve que había en todas las estaciones, decidimos que teníamos que optar por el Plan B.

Eran un plan B que propuse porqué hacía unos años que ya lo tenía en mi lista aunque tampoco en invierno, pero al plantearlo incluso me apetecía más porqué habría menos gente y tendríamos nieve. El Atlas es una cordillera donde se esquía en invierno aunque como en España, los últimos años no habían tenido un manto blanco en abundancia, y este año igual que aquí, no estaba para esquiar.

En 2 días, y a ratos entre el trabajo y demás obligaciones, organizamos el viaje, vuelo y a través de una agencia que nos habían recomendado y que tenía contactos con guías en España por trabajar bastante con gente de aquí, nos organizaron la parte logística. Así que para el Atlas que nos fuímos.

Cuando abro el armario y saco el petate y el pasaporte siempre me inunda una sensación de emoción e ilusión.

El día 7 de enero a última hora del día volábamos a Marrakech, mi segunda vez en ese país (la 1a vez fue en octubre de 2021 para correr el Marathon des Sables), y ya recordaba que aunque no hacía falta visado, el control de entrada al país y de salida era estricto, y antes de salir del aeropuerto has de pasar varios controles.

Noche fugaz en Marrakech, era una casa particular (via Booking) que alquilaban varias habitaciones exquisitamente decoradas al estilo marroquí y rápido vimos que volveríamos a casa con quilos de más, cena, desayuno, té con galletitas... Todo en cantidad y buenísimo!



Me encontraba regular por el catarro que mi sobrino le pasó a mi madre y luego cogí yo, y a pesar de pasar el día de Reyes con fiebre, ya estaba un poco mejor pero no para dar saltos.

Al día siguiente en la mezquita nos recogía un transfer y rumbo a Imlil, un pueblecito a 1.700 metros situada en la puerta de la cordillera del Atlas, algo así como un Chamonix al estilo marroquí. De camino paramos en una cooperativa y el conductor muy amable además nos iba explicando lo que íbamos viendo. 



Cooperativa 


En Imlil había turistas aunque no como en plena temporada. Nos alojamos en un albergue increíble (Dar Assarou) que nos encantó. Lo mismo, se comía de lujo, trato genial por parte del personal y desde un precioso patio situado en la parte de arriba divisabas ya el objetivo principal, el Toubkal. Habitaciones también decoradas con estilo marroquí. A pesar de que hacía muchísimo frío en el pueblo, en la habitación había radiador, mantas que parecían estufas y ducha muy caliente. Y wifi!



Por la tarde no me encontraba muy bien por el catarro y me tocó meterme en la cama. Después de una larga siesta me desperté mucho mejor.

Esa noche después de cenar ya se presentó quién sería nuestro guía los próximos días (Ibrahim). Ya hace unos años que para entrar en el Parque Nacional del Toubkal es obligatorio ir con un guía.




Por la mañana salimos de camino al Refugio del Toubkal, un camino muy bonito, con un ir y venir de mulas cargadas con "de todo", vimos una hasta que llevaba una silla de ordenador! 


Me recordaba a Nepal, pero al final es la realidad, no hay carreteras y tampoco se pueden permitir vuelos de helicópteros para portear así que es la solución, menos cuando llegan las fuertes nevadas que la pobres mulas no pueden pasar. Aunque están acostumbradas me da bastante pena verlas tan cargadas. 

Justo antes de entrar al parque hay un puesto con varios hombres y allí te piden el pasaporte y chequean que vayas con guía. Por suerte todos se conocen, e Ibrahim estuvo hablando con ellos pero claro no entendíamos nada.

Iba subiendo poco a poco porqué notaba los efectos del catarro y la falta de entreno. A pesar del día soleado, la temperatura era fría. Había poca gente, así que genial! Pero para los puestecitos que ibas viendo por el camino claro está que prefieren gran afluencia de turistas porqué de eso comen. 





Pasamos por una pequeña aldea, Sidi Chamharouch, con una enorme piedra blanca. Es un lugar de peregrinaje por las creencias que existen de las propiedades de la piedra y las aguas. 






Paramos en un pequeño puesto a descansar y en ese punto nos alcanzó nuestra mula con los petates y su correspondiente mulero, un hombre de aparencia mayor y muy agradable. 




A medida que nos íbamos acercando al refugio iban apareciendo las montañas nevadas y el suelo pasó de una gran cantidad de polvo a pequeñas placas de hielo. Y al mediodía llegamos al Refugio del Toubkal, el CAF, el francés. Hay otro justo abajo a 1 minuto pero nosotros nos quedábamos en éste, fundado por franceses pero que ya hace unos años que llevan personas locales. Está situado a 3.207metros. Justo arriba hay un edificio también como el refugio que nos contó nuestro guía que en unos meses llegarían allí militares, médicos y profesionales para los rescates del parque.





Nada más llegar nos sirvieron la comida y lo mismo, a pesar de estar en un refugio, muucha cantidad y buenísimo! Al ser mediodía habían gente que había bajado de la cima y estaban comiendo también. Estábamos fuera proqué el sol calentaba pero sabíamos que en el momento que el sol se fuese haría mucho frío.

La previsión para los próximos días era nada de precipitaciones pero mucho frío, llegando el último día a una sensación térmica de -17 grados.

Ya vimos, y nos contó nuestro guía, que nada más salir del refugio hacía falta ponerse los crampones. Alrededor se veían varias cascadas de hielo, Nacho se arrepintió de no traer material para escalar en hielo algún día. A pesar de no encontrarnos a casi nadie por el camino, durante la tarde fueron llegando bastante personas.

Cena y desayuno en cantidad, y no salimos muy pronto del refugio, a las 8h caminando, y para arriba, a la cima objetivo del viaje, el Toubkal (4.167m). Ir pisando nieve me encanta, y así fue todo el camino menos los últimos metros. La verdad que me encontraba muy floja, subir a 4.000m con los efectos del catarro y sin entrenar se notaba muchísimo pero conseguido!! El triángulo de metal que había visto en tantas fotos. El único material que hizo falta fueron los crampones y un tramo que nos encordamos con Nacho, una pequeña pala justo antes de la cima que hacía una semana se había matado un guía con 2 clientes locales, y nos contó nuestro guía que debido al suceso se habían anulado bastante reservas. A pesar de ser una cima sin ninguna complicación en invierno la montaña requiere un plus de seguridad.

Cima de Toubkal



Sombra del Toubkal




Vistas desde la cima


En la cima, delate del "triángulo"

Últimos metros

Llegando a la cima

Llegamos pronto al refugio, comimos algo y a descansar. Esa tarde si que llegó muchísma gente y teníamos la habitación de 16 plazas casi llena, igual que el resto de habitaciones. Al día siguiente tocaba madrugar más, el plan era Timezguida (4.089m) y Ras (4.083m).

Este segundo día de actividad ya me encontré genial, y muchísimo mejor ritmo que el día anterior. Fueron dos cimas que hubo algun tramo de trepar y de ir con cuidado y donde prefería encordarme a Nachos en algunas partes. El día genial y a las 12.30 ya estamos de nuevo en el refugio con los dos 4000s hechos!! Al llegar tan pronto estaba el refugio prácticamente vacío así que aprovechamos para darnos una ducha y una muyyy buena comilona. 


Cima Ras


Cima Timezguida


Llegando a la cima del Ras







Cima del Timezguida

Llegando a la cima del Timezguida


Desde la cima del Ras


Bajando del Timezguida


Cima del Ras

Tarde de relax y ya al día siguiente último día de actividad!  

Era el día más frío. Salimos con el frontal y cielo estrellado, iba a ser un día largo porqué después de la cima tocaba bajar primero al refugio y luego ya hasta el pueblo. El objetivo del día era la cima del Akioud (4.030m) por el corredor del mismo nombre. Bonita ascensión, nieve como todos los días en perfectas condiciones, y ya antes de entrar al corredor, encordados con Nacho. Ibrahim iba delante sin encordar. El corredor estaba en geniales condiciones, y ya en el collado, se veía la cima. Tenías que progresar con cuidado, y disfrutar de ver amancer, había unos colores espectaculares. Y llegamos a la cima, el gran colofón final a unos días increíbles. A pesar de que el protagonismo se lo lleva el Toubkal como rey del Atlas, esta fue la que más nos gustó de todas. Hacía muchísimo frío. Unas fotos y rápido para abajo. 

Vistas espectaculares desde la cima del Akioud


Mi chico con nuestro guía Ibrahim

Llegando al inicio del corredor

Subiendo para la cima


Últimos metros a la cima



De camino a la cima


Avituallando ya después de la cima y de bajar el corredor


Vistsa desde la cima

Subiendo el corredor

Cima del Akioud

En el collado nos encontramos cuatro españoles que iban con un guía local que les dijo que no podían subir a la cima. Bajamos el corredor rapidísimo y mientras nos quitábamos el material abajo me impresionaban porqué pobres iban sin encordar y muy poco a poco con bastante respecto porqué un resbalón y se iban abajo...Yo en una situación así no hubiese arriesgado.

Comimos algo y bajamos los 3 a ritmo rapidísimo y a las 10.30 estábamos en el refugio, y como las mulas no habían bajado todavía pudimos cambiarnos, ropa más ligera, material en el petate, y ya bajada a Imlil. Hacía un fríooooo... Y no podía irme de Imlil sin alguna caída, y salir del refugio, al poco placa de hielo y gran culetazooo jeje... Y siguiendo con la tónica, muy buen ritmo, y llegamos a muy buena hora a Imlil, para comer y esperar al transfer. Nos despedimos del mulero y de Ibrahim, y al transfer.

Siempre que voy a un país con pocos recursos y convivo con gente que tiene mucho menos que yo, doy una propina que aunque ni mucho menos soy millionaria y tengo que trabajar mucho para permitirme estos viajes, a mi me supone casi nada y para ellos es un gran regalo. La cara del mulero cuando le dí el billete, de agradecimiento y sus palabras fue un regalazo, ese pobre hombre me dió más que lo que yo lo dí a él. Y lo mismo con Ibrahim. También siempre regalo algo de material, porqué pobre gente van con material muy antiguo y sencillo. Y le regalé a Ibrahim mi mochila, que ya no estará en mi armario y se saldrá de vez en cuando, ahora disfrutará de estar todos los días subiendo y bajando por el Atlas.

Y llegamos a Marrakech, al mismo alojamiento que de nuevo nos recibieron amablemente, ducha, relax, cena riquísima y a descansar. Al día siguiente mañana en Marrakech, observante de su cultura, de un lugar tan peculiar y diferente, merece la pena unas horas para visitarlo. 


Y ya al mediodía al aeropuerto. Se acaba otra gran aventura, con la persona que quiero a mi lado, descubriendo otro lugar increíble, coronando nuevas cimas, haciendo lo que me gusta, y en definitiva, disfrutando de la vida como quiero. Gran comienzo del 2023! :)








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