viernes, 14 de agosto de 2020

7/08/2020 Cim Matterhorn/Cervino (4.478m)

Han pasado poco más de tres meses desde la última vez que escribí y aunque el famoso "coronavirus" sigue en nuestras vidas a ratos mejor y a ratos peor, desde del primer minuto que nos dejaron movernos, he intentado disfrutar y aprovechar el tiempo al máximo:


18 junioTaga (2.038m) nocturno


23 junio Espolón Central al Puig Campana


















25 de junio Espolón Limabán en la Sierra de Toix




















30 de junio intento de Puigmal nocturno (sólo hasta Fontalba, nos dimos la vuelta por tormenta eléctrica)

NO FOTOS 😅


8 julio Creta Costerillou al Balaitous  (3.145m)






























16 julio Besiberri Norte (3.015m)















20-21 julio Cavalls del Vent (84,2km 5.600m positivos)


















27-28 julio otro Cavalls del Vent, pero este nos dejamos el último refugiospor un problema logístico (de Estasen a Cortals)


Y ya la semana pasada, tocaba cumplir un sueño pendiente. Cada año a parte de las competiciones, pongo en mi "lista de sueños" algunas montañas que me encantaría subir, o actividades de alpinismo. Este año eran 2 montañas, una no podrá ser por el virus pero la otra la conseguí hace unos días, muyyy feliz!!!

Iba realmente muy nerviosa, el famoso Matterhorn o Cervino no es una montaña conocida por su altura, sinó por su singular belleza y su exigencia que marca las posibilidades de cima, y de volver al refugio sin ningún rasguño.

Cada año hay pérdidas mortales, y yo iba con sumo respeto. Era diferente de la sensación que había tenido ante otras montañas. He subido a más de 7.000 metros el año pasado cuando coroné el Lenin pero no tenía esta sensación que me abrumaba por una montaña que no llega a los 4.500metros.

Es una montaña que prácticamente desde que sales del refugio hasta que vuelves has de estar al 100% mentalmente sobretodo, es muy demandante. No te puedes equivocar. Sobretodo en la bajada. Cuando llegas a la cima te invade una felicidad enorme, estaba muyyy contenta pero era consciente de que faltaba lo peor. Vimos a mucha gente abandonar, a los helicópteros sacando a gente pero nosotros tuvimos mucha suerte. Es una montaña que el ratio es 1 guía - 1 cliente, y yo tuve la gran suerte de compartirla con mi chico que es un gran guía, con lo cuál fue genial!!

Este era el tercer año que iba, los otros dos no pude intentarlo porqué había nieve, este año por suerte la que nos cayó el primer día en Alpes, desapareció después de tres días de sol!

Hay dos vías para subir esta montaña, la suiza (Hörnli) o la italiana (Lion), la más difícil. Yo no tenía ninguna ambición, así que subiendo por la suiza ya fui super feliz.

Otro sueño conseguido, a pesar de ser un año extraño por el coronavirus, con muchos planes cancelados, estoy muyyy feliz por lo que he podido hacer! 😃 Y por lo que nos queda por aprovechar este 2020! 😜






































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Everest Base Camp (September 2012)