Ahora sí, 31 de diciembre, llega
ese día del año que miramos atrás y mentalmente repasamos esos 364 días que
hemos pasado y hacemos balance, y notamos que nos dicen los sentimientos, las
sensaciones… Feliz, muy feliz, sobretodo por contar otro años más y ver que
acabas el año con salud y con la gente que quieres a tu alrededor, aparte de
eso, lo demás llena y mucho, pero sin salud dejamos de tener oportunidad de
mirar hacía el siguiente año.
A nivel deportivo, sobretodo de
competición, quizás ha sido una temporada agridulce, “dulce” porque he vivido
la carrera más larga que he hecho nunca, 521 quilómetros en Australia, y sin
duda la que más he sufrido y una gran aventura. Y “agrio” porque la lesión no
me ha dejado participar en algunas pruebas previstas, pero esta sensación se
convierte en “dulce” del todo al acabar el año recuperada ya por fin de la
lesión y habiendo aprendido muchas cosas, agradeciendo sobre todo a los profesionales
que me han ayudado.
Durante este año he visto nuevos e increíbles paisajes, he
conocido gente increíble, he vivido momentos inolvidables, he compartido
quilómetros y montañas con grandes personas, he experimentando diferentes sensaciones,
he fallado, he aprendido, he reído, he llorado… y todo suma para pensar que
estoy increíblemente feliz de este año que acaba!! Y sobre todo, de tener la
ilusión de seguir soñando para el siguiente! :)
Y antes de acabar, un repaso por las últimas semanas de
entreno después del Ultra del Desafío
Lurbel a finales de noviembre:
- 11 de diciembre, gran mañana de esquí de fondo en Guils, 1a salida de la temporada, poca nieve pero disfrutrando!
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