Aunque a
primera vista parezca que sí, las primeras experiencias de la vida no siempre
son buenas depende de que se trate, y el pasado fin de semana viví la “primera
experiencia” de abandonar en una carrera por lesión en 7 años…
La
organización de “100 miles sud de France” se portó genial y a última hora
cuando decidí asistir no me pusieron ningún problema. Me hizo mucha ilusión
porque me apetecía muchísimo y era ya el último entreno antes de la prueba que
cerraba mi sueño “4deserts”.
Después del UTMB, rechacé ir al Ultra deSierra Nevada dos semanas después por las molestias que tenía todavía, pero
ahora, 5 semanas después parecía que las sensaciones eran buenas y por eso
decidí ir para Font-Romeu.
Para no
arriesgar demasiado, escogí la prueba “corta” de 110km y 5.000m positivos, esta
salía de Vernet les Bains, y la otra directamente de Font-Romeu.
Vernet les
Bains es un lugar muy tranquilo, llegué el viernes por la mañana para ir
tranquilamente. La carretera entre Font-Romeu y Vernet ya me habían advertido
que no era muy buena y tenían razón… curvas y más curvas, obras…
La prueba empezaba en Vernet a las 5 de la
mañana del sábado y tenías 30 horas para llegar a Argèles, en la costa azul de
Francia. Me extrañó que dieran 30 horas y en la web pusiera “The trails on this Grande Traversée are easy
running with few technical difficulties but nevertheless you need to keep your
concentration over such a long distance”, cuando la distancia la veía fácil,
luego entendí porqué…
En la lista
el 98% eran franceses, y éramos menos de 10 los que éramos de otro país con lo
cual el idioma de habla era francés y poquísima gente hablaba algo de inglés. El briefing fue en francés (algo a tener en cuenta en carreras que pretender ser internacionales), y nada a destacar, bastante buen tiempo y
algún tramo para prestar atención.
Feria del corredor |
Antes de
irme a dormir diluviaba pero en principio teníamos que empezar sin lluvia, eso
sí, encontraríamos el camino bastante “húmedo”. Intenté irme a dormir más o
menos pronto, era un placer estar a 5 minutos de la salida. Era un hotel
pequeño, muy familiar, y muy tranquilo y acogedor como todo el pueblo, eso sí,
le faltaba wifi!!
A las 4.35
fui para la salida y parecía que ya no llovía y no hacía tampoco mucho frío.
Echaba de menos algún amigo o cara conocida en la salida para compartir esos
últimos minutos de nervios, emoción…
3, 2, 1… y
a salir a trote, a buen ritmo, estaba muy adelante e intenté mantener el ritmo
por si luego se hacía más estrecho el camino no coger embudo, el perfil era
todo de subida, salíamos de 700 metros y llegábamos a 2.200m. Intentaba
mantener ritmo de trote hasta que entramos en pista y todos fuimos bajando, en
las subidas más suaves y llanos se animaba el trote pero reservando para las
subidas y así fuimos sumando metros de ascenso, había momentos que la pendiente
era realmente dura y la respiración se aceleraba. De momento buenas sensaciones
y parecía que ni rastro de la lesión.
Poco a poco
me fui dando cuenta que había bastante piedra.
Al llegar
arriba amaneciendo y ya sin frontal, un pequeño respiro, comer algo, disfrutar
de las vistas y salir rápido del control.
Tocaba un poco de subida y a partir
de allí empezaba una larga bajada con bastante piedra, empecé a disfrutar pero
poco a poco iba viendo los tobillos y tibiales un poco débiles e iba haciendo uso de los
palos para evitar algún tropezón.
El paisaje
era increíble, el tiempo muy bueno, cielo azul y sol brillante, pero yo empezaba
a notar ya en el control del km 19 alguna molestia…
Y a partir
de aquí empezó a empeorar, cada vez más piedras, más torceduras de tobillo
porque los tibiales tampoco sujetaban, y cada vez que apoyaba el pie derecho en
el suelo las molestias se incrementaban…Y aquí empecé a pensar en la carrera
objetivo de este año a 3 semanas, no era una carrera más, era “la carrera”, THELAST DESERT, el paso final para conseguir mi sueño después de dos años...
Con la
mente un poco evadida del dolor iba sumando quilómetros, subiendo muy bien
porque de fuerzas estaba genial pero al bajar me dolía muchísimo.
Me sorprendía
ver gente tan cansanda tan pronto. Fue al salir del control del Arles, km 35,
dónde al salir me fui encontrando corredores que venían de cara, habían
decidido retirarse…
Saliendo de Arlés |
Salí de allí con muchas ganas y como todo era subida decidí
ir a buen ritmo y no parar, la subida se hizo más larga de lo habitual pero
buenas sensaciones, en cambio la bajada peor que la anterior, el terreno seguía
siendo muy técnico, muchas piedras y era una sensación muy mala, me dolía
mucho…
Llegué al
control del 45 bastante tocada por el dolor, pero al encontrame al Gerard,
organizador del Ultra de Andorra con su mujer fue una gran alegría,me animó
muchísmo, y al final salimos casi a la vez del control e hicimos casi toda la
subida juntos, está muyyy fuerte.
Había bastante niebla, la temperatura estaba
bajando y empezaba a oscurecer. Al llegar la bajada intenté seguirle pero me
veía incapaz, me dolía muchísimo y le dije que se fuera.
Y bajé como
pude, muy muy lenta, suerte de los bastones para intentar no apoyar el pie
mucho, y como suele pasar, cuando el cuerpo nota un desequilibrio compensa por
otro lado y así me iba sobrecargando otras partes.
Aquí fue ya
cuando apareció en mi cabeza la posibilidad de abandonar, no quería pero veía
que era un riesgo demasiado grande intentar acabar con este dolor pensando
sobre todo en Antártida.
Llegué
abajo al control km 54 por una pista ya bastante fácil los últimos metros y me
tomé un inflamatorio que pedí, hace años que no tomo en carrera porque no es
aconsejable pero tenía tanto dolor que no vi otra alternativa rápida.
Me dijeron
que hasta el siguiente control sólo faltaban 5km aproximadamente por bastante
buen camino, allí fue cuando decidí que si en ese rato, que acabó haciéndose
eterno, el dolor no bajaba y las sensaciones no mejoraban, tomaría por 1ª vez
la decisión de abandonar por lesión.
Y así fue,
cada vez me dolía más e incluso los corredores al verme tan coja paraban a
preguntarme, buff estaba tan desanimada y con tanto dolor físico que apenas
podía contestar… Hubo un corredor francés que me dijo que me acompañaba los
últimos quilómetros porque él abandonaba y no tenía prisa, y se portó genial.
A llegar al
control cuando me vieron así la propia organización me dijo “C’est fini”, era
el quilómetro 61,1, Las Illas, y entregaba el dorsal y me sentaba en una silla…
me caían las lágrimas de dolor, de rabia de verme lesionada, de pensar en
Antártida, de tener que verme obligada a tirar la toalla después de tanto
esfuerza… pero no quedaba opción.
Había más
corredores que abandonaban y la organización se portó genial, nos llevaron en
coche hasta el siguiente control, y allí un autobús nos llevó a más corredores
que habían abandonado al final de la carrera, en el pabellón me atendieron los médicos y
el diagnóstico no fue otro del que ya sabía, inflamación del tibial anterior, me pusieron calmante, frío, vendaje…
Ducha, comer algo y a intentar dormir en un colchón en el pabellón juntos con
más corredores envuelta en la manta de emergencia hasta la mañana siguiente que
el autobús nos llevaría de nuevo a Vernet.
Y ahora qué?
Ahora al
100%, dedicando toda la energía estos últimos días en recuperarme y en tener
todo preparado para coger ese avión que me llevará al “fin del mundo” a acabar
mi sueño 4deserts y a pisar un lugar que está cerrado a un pocos afortunados. Con
la ilusión de disfrutar de cada segundo, de cada paisaje, de cada quilómetro!
Y como siempre gracias a los que siempre estáis ahí! :)
Y a la organización, genial 1a edición! Preciosa, bien organizada y dura, han abandonado una tercera parte de corredores.
Y a la organización, genial 1a edición! Preciosa, bien organizada y dura, han abandonado una tercera parte de corredores.
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